Gracias a las convicciones democráticas del Diario Extra, en el campo del respeto a la Libre Expresión, ANEP publica, semanalmente, en días miércoles, esta columna.
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Con el rimbombante y engañoso nombre de “Ley para proteger el empleo en momentos de crisis”, el sindicato de los más grandes empresarios del país, la Unión Costarricense de Cámaras y Asociaciones de la Empresa Privada (UCCAEP), con el apoyo de los hermanos Arias, ha puesto a tramitar en la Asamblea Legislativa una iniciativa de ley que, desde nuestra perspectiva de los derechos laborales, generará una horrorosa y peligrosa involución y un perverso retroceso en cuanto a las condiciones de empleo para la clase trabajadora asalariada con empleo formal. Sin pelos en la lengua, nos atrevemos a hablar de la abolición del Código de Trabajo; al menos, en sus postulados fundamentales.
Gravísimos serán los perjuicios de esta ley si llegase a aprobarse, especialmente para quienes trabajan en empresas privadas, en las cuales, como se sabe, se impide el ejercicio constitucional de la Libertad Sindical pues los trabajadores no pueden defenderse, de manera colectiva y organizada, dada la especie de “régimen de excepción” (dictaduras empresariales), que no les permite agruparse en sindicatos porque son despedidos de manera inmediata. La organización que nos honramos en representar ha expuesto ya sus argumentos en contra de este nefasto proyecto de ley, entregando un documento en la Comisión Permanente de Asuntos Económicos de la Asamblea Legislativa; posición que está disponible en el sitio web de la ANEP: www.anep.cr
En dicho documento se apunta que la famosa “crisis” no ha hecho más que poner de manifiesto “el fracaso de un modelo económico que se ha orientado a la especulación financiera, a la concentración de la riqueza, la explotación abusiva de los recursos naturales, la precarización laboral y el estímulo al endeudamiento de las personas”.
Efectivamente, en materia de condiciones de trabajo, el proyecto “Ley para proteger el empleo en momentos de crisis”, solamente nos ha de conducir a una mayor precarización laboral pues modificará, para siempre, algunos de los hasta hoy en día sagrados artículos del Código de Trabajo; artículos que hasta cierto punto, daban garantía de una humanización del empleo. Es más, tal proyecto debería llamarse “Ley para reducir derechos laborales aprovechando la crisis”.
El proyecto en mención está diseñado para incrementar los niveles de explotación de la clase trabajadora asalariada, aumentando sus condiciones de indefensión y de vulnerabilidad. Con ello, es decir, con menos derechos laborales y más arbitrariedades patronales, la concentración de la riqueza avanzará a niveles insospechados. Sobre el acelerado proceso concentrador de riqueza que vive Costa Rica, hablamos días atrás en esta misma columna, para indicar un dato espeluznante: el 80 % de los ingresos se lo lleva el 16 % de la población, es decir, los más ricos; gran parte de los cuales están sindicalizados, en cuanto empresarios, en el gremio UCCAEP, hoy promotor de la abolición de los principios más sagrados de nuestro Código de Trabajo.
UCCAEP y los hermanos Arias están totalmente equivocados. No nos defenderemos de la “crisis” con menos derechos laborales, con más pobreza y con más explotación laboral y con más concentración de la riqueza. La salida es otra. La salida es el Diálogo Social y, por ejemplo, en el marco del Pacto Mundial para el Empleo, adoptado por la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
Una amplia variedad de sectores sociales y productivos estamos listos para emprender ese Diálogo Social y hemos dado a conocer nuestra propuesta de “Diez medidas para enfrentar la crisis económica con inclusión social y productiva”. ¿Por qué tenerle miedo a dialogar?… Llamamos, vehementemente, a la actual Asamblea Legislativa a rechazar tan nefasta iniciativa, verdadero ataque directo en contra de los derechos laborales de la clase trabajadora costarricense.