“Claro, no lo dude. ¿Me puedo sentar a la par suya ahora que este amigo se está bajando?” “Sí, por supuesto”. “Bueno, ¿y qué? ¿Fue a la manifestación del jueves? Yo sí y no la vi”.
“Ah no, ahí estaba. Es que me fui con el grupo del ministerio. Usted sabe. Como ahora tiene una más información me asustó más eso que dijo el Ministro de Hacienda”. “Ah sí, a mí también me preocupó. Yo me le pegué a la gente del Magisterio. Eran muchísimos. ¡Qué bueno que los educadores salgan a la calle con cosas tan importantes como luchar contra más impuestos para la gente!”.
“No hay duda. Pero fíjese que todavía falta más conciencia. Imagínese eso de que dice el Gobierno de que si los diputados no le dan ese paquete de impuestos, entonces nos rebajarán, oiga bien, ¡nos rebajarán el salario!, y ¡cortarán empleos! Ya no se trata de congelar salarios y dar aumentos raquíticos. ¡Ay Dios, ¿qué vamos a hacer?…”.
“Mire, yo creo que la manifestación fue grande. Y por dicha, aparte de los maestros, había mucha gente de otras instituciones, trabajadores del sector privado y hasta gente de la calle”. “Sí, es cierto. Yo vi muchas pancartas con letreros que hablaban de muchos reclamos de varios tipos”. “Ah, mire. Es que cuando la gente se une los gobiernos tiemblan. ¿Ha visto la tele, de lo que pasa por esos países de África, Egipto, otros…”. “Sí, claro. Qué dicha que los sindicatos se unieron esta vez. Ojalá sigan así. La verdad es que solo unidos se pueden lograr cosas por estos tiempos”. “Sí, no hay duda. Aunque faltaron otros grupos muy sonados hace un tiempo. Ojalá en la próxima se apunten”.
“Viera que antes de la manifestación fui a una reunión del sindicato. La verdad es que tengo miedillo porque me despidan y usted sabe, ahora, sola con los güilas… ¡Me rogaron para que fuera! No tiene usted idea. Pero, ¡qué interesante! Viera que dieron propuestas para resolver eso que le preocupa al Gobierno, eso del tal déficit”. “Ah, sí. Por cierto. A mí me molestó mucho un comentario de doña Laura que dijo que en vez de protestar se debería proponer. Así lo leí en la Extra, el viernes, luego de la manifestación. Y ahora que usted me dice eso, sí recuerdo que leí algo de que los sindicatos estaban proponiendo medidas en vez de los impuestos”.
“Pues fíjese que me encantó esa de que una puede denunciar (anónimamente por supuesto), a un evasor de impuestos y que si se lo comprueban, le dan una parte, como una recompensa, de la plata que se dejaron y que debieron pagar por impuestos. Hay otra buenísima. Le llaman… déjeme ver el folletillo que me dieron. Ah sí, pensión-consumo”.
“Y eso, ¿qué es?”. Mire qué bonito. Bueno, así lo entendí yo. Se guardan las facturas de lo que compramos y al final del mes se entregan, por ejemplo, en un banco. Eso le da a uno puntos con relación al impuesto de ventas pagado y esos puntos se acumulan, como plata, para el fondo de pensión complementaria”. “¡Qué interesante! Déjeme ver el papelito ese que anda. Veamos… Fortalecer la Policía Fiscal… abrir cuentas bancarias bajo sospecha de evasión sin violar secreto bancario… Impuestos por los capitales de ticos generados en el exterior… Regular la banca offshore, ¿qué es eso…”. “Diay… entiendo que los bancos de ticos que hacen plata en otros países. No sé…”.
“Sigamos… Impuesto al patrimonio después de cierto monto para no afectar los ahorros de la clase media… Mire esta: Fondo solidario para personas físicas altamente endeudadas. Diay, ¡yo! Ya casi ni liquidez tengo y no por irresponsable, usted lo sabe… ¡Qué interesante! Y la Presidenta dice que los sindicatos no tienen propuestas…”.
“Bueno, lo que yo puedo decirle a usted es que yo voy a defender mi empleo a capa y espada. Trabajo honestamente y me esfuerzo bastante todos los días. Yo estoy de acuerdo en que se fortalezcan las municipalidades pero, ¿y mi trabajo?… Además no entiendo eso de mandar servicios a los municipios sin plata en las arcas públicas. Diz que el Gobierno está casi en quiebra. ¿Entonces?…”. “La verdad, yo no sé mucho de eso pero en mi caso, el 2.33 % de aumento me ofendió muchísimo (ya le dije que casi ni tengo liquidez); y ahora que me van a rebajar el salario. ¿Estás loca que me voy a quedar viendo para el ciprés? A la próxima manifestación voy a ir con más ganas y voy a jalar más gente, pues le cuento que motivé a varios compañeros que fueron conmigo”. “Sí, usted sabe, yo siento que la gente anda como agua pa’chocolate. La plata no alcanza y juegan con el empleo de una”.
“Mire, ya casi me bajo. ¿Me dejo el folletito?. Es que a mi trabajo no llegó”. “Sí, claro. Yo consigo más”. “Gracias… ¿Mire qué es esto del (¡parada por favor!)… Impuesto “Robin Hood”. ¡Qué risa! ¿Es una historieta?… “Nombres, es algo serio. Si nos vemos otro día en el bus se lo explico porque ya no hay tiempo”. “Bueno, ¡feliz día! “Igual para usted…”. “Recuerde, me debe eso de impuesto “Robin Hood”…