Los ricos quieren pagar más impuestos… o el caso de la serpiente que se mordió la cola

Don Bernal Jiménez Monge, distinguido caballero muy adinerado de la sociedad costarricense, quien actualmente es el Presidente del Partido Liberación Nacional (PLN), y quien dice de él mismo que él sí es un verdadero socialdemócrata; sacudió los cimientos del actual Gobierno de la Presidenta Chinchilla Miranda, al indicar que el proyecto de impuestos que ella tramita en el parlamento es, sencillamente, ¡injusto!

Don Bernal se “_rajó_” y en una entrevista periodística aparecida el pasado domingo 4 de setiembre, en La Nación, expresó opiniones demoledoras sobre el actual plan fiscal que ardorosamente está defendiendo el Poder Ejecutivo.

Dijo don Bernal que él aboga por una propuesta fiscal progresiva para que los ricos paguen más. Dijo que se ocupa una reforma tributaria “_rotunda_” y “_absoluta_” y que no basta con contralar la evasión tributaria.

Don Bernal nos da la razón a nuestra incansable y larga prédica acerca de que ocupamos una Transformación Tributaria Estructural, como solemos nosotros llamar a lo que el distinguido y potentado político-empresario denomina como reforma tributaria “_rotunda_” y “_absoluta_”.

Es más, a lo mejor, él, desde su lado de la acera y nosotros, en la de enfrente, podríamos coincidir en la necesidad de una “_revolución tributaria_” si queremos, en verdad, una sociedad que retome los senderos que había transitado hacia la integración y la movilidad sociales que, aunque relativas, habían distinguido a Costa Rica entre otras naciones, especialmente latinoamericanas, marcadas y carcomidas por altísimos niveles de violencia, de corrupción y de desigualdad.

A lo mejor, las declaraciones contundentes de don Bernal se han inspirado en la naciente y creciente corriente de “_mea culpa_” que está pegando fuerte, entre los más grandes ricos de los ricos, en varios países de la Unión Europea (UE), como Alemania, Francia e Italia; y hasta en los Estados Unidos.

Los niveles de explotación inmisericorde a las clases trabajadoras y a los pueblos de esos y otros países, otrora desarrollados y que hoy están viajando al subdesarrollo; son de tal nivel que esos grandes ricos sienten “_pasos de animal grande_” ante la furia y la indignación crecientes, de carácter popular que ya se manifiesta en las calles y/o que se ve venir.

Muchos estudiosos estiman la llegada de grandes explosiones sociales y en contra del mismo orden capitalista neoliberal explotador, de signo financiero-bancario; que ha generado situaciones tan perversas como que el 40 % del ingreso mundial queda en manos del 1 % más rico del planeta, según datos de The Boston Consulting Group, una entidad consultora de corte neoliberal especializada en negocios e inversiones.

El capitalismo desbocado, malignamente codicioso, depredador abusivo de la democracia, de las relaciones humanas y de la ecología, está cavando su propia tumba; al punto de que esos grandes ricos están corriendo ahora a “_ofrecer_” pagar más impuestos antes de que una debacle sociopolítica socave, vulnere, acabe, y supere el estado sistémico actual de las cosas, que hace insostenible para la preservación misma de todas las formas de vida del planeta, que sigamos por este sendero que, efectivamente, amenaza con destruir a la Humanidad misma.

Y es que lo están diciendo desde el lado de ellos mismos. Por ejemplo, un señor llamado Paul Farrell, que según leímos es uno de “_los más lúcidos comentaristas de The New York Times_”, afirmó que la “_la ideología destructiva de Reagan amenaza con derribar varios siglos de capitalismo_”.

Como bien sabemos, la ideología extremista del capital de signo neoliberal, financiero-bancario, la de Reagan, se inspiró (en gran parte), en las ideas propugnadas por la Escuela de Chicago encabezada por el economista Milton Friedman, un “_ícono_” para los adoradores del “_dios mercado_”.

Aunque fue el multimillonario gringo Warren Buffet (cuya fortuna se estima en más de 50 mil millones de dólares), quien puso en el tapete mediático global eso de que los grandes ricos quieren, “_voluntariamente_”, pagar más impuestos; ya un grupo de superricos alemanes lo había planteado antes que él.

En el 2009, las personas más adineradas de Alemania, fundaron un “_movimiento_”, irónicamente llamado “_Ricos por una tasa para los ricos_”, sugiriendo, ellos mismos, que les eleven en un 5 % los impuestos que pagan, con lo cual, oigan ustedes, el estado germano lograría recaudar unos 200 mil millones de euros y ¡resolvería su déficit!
Luego apareció publicado un manifiesto, en el diario francés Le Figaro de 16 archimillonarios galos, en igual sintonía, pidiéndole a su presidente Sarkozy: “_Gobierno, cóbrenos más impuestos…_” Esta “_petición_” fue firmada, incluso, por la persona más adinerada de Francia, la señora Liliane Bettencourt, dueña del emporio de cosméticos L’Oreal.

En Italia no se han quedado atrás. Por ejemplo, el presidente de la Ferrari, Luca di Montezemolo, ofreció “_sacrificarse_” en igual sentido.

El pasado 15 de agosto y en el mismo periódico “_The New York Times_”, Mr. Buffet escribió un artículo con el “_sugestivo_” título de “_Dejen de mimar a los superricos_”. Entre otros aspectos, indicó que él “_se sentía mal_” porque solamente paga por sus ingresos, una renta de 17.4 %; mientras que a sus propios empleados, esa misma renta es de un 36 %.

Muy parecido (guardando las dimensiones de capital, por supuesto), a lo que dijo don Bernal: que a él le cobran un 15 % por sus regalías, siendo que a su propio chofer, también le cobran, por lo mismo, un porcentaje igual del 15 %.

Si usted nos permite, hablaremos un poco más de esto en próximas entregas. Indudablemente esto que estamos comentando tiene un profundo significado ideológico. No se trata de brindar nombres y datos como una cuestión anecdótica. Es la serpiente que se muerde su propia cola.

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