Viernes, 08 de julio de 2011
Nuestra ANEP esta urgida de democracia interna:
Por un CCN que discuta permanentemente la orientación político sindical de la ANEP
Laura Morúa Calvo, Directiva Nacional 2009-2011
Desde mi integración a la Junta Directiva Nacional en el periodo 2009-2011 he venido insistiendo en que los pocos espacios de toma de decisiones que existen en la organización tienen un carácter meramente formal y no cuentan con un poder real en la toma de las decisiones importantes que definen el rumbo general del sindicato.
Tenemos en la ANEP un régimen interno profundamente antidemocrático, centrado en un liderazgo unipersonal que limita las posibilidades de un debate sano, abierto, que garantice una verdadera democracia sindical. Debido a este régimen interno espacios vitales para nuestra organización, como es el caso del Consejo Consultivo Nacional, no han funcionado con la regularidad establecida en nuestros estatutos y no han tenido un rol protagónico en el rumbo de nuestra organización.
Soy del criterio, compartido por otros compañeros y compañeras, de que se debería dar el derecho y la posibilidad a los dirigentes nacionales e intermedios de la ANEP, y a las mismas BASES, a participar en la discusión y elaboración de las líneas ideológico – políticas que nos han de guiar en el futuro. Debe ser nuestro derecho, escribir y que se publiquen, difundan y debatan las tesis que cada uno tengamos sobre el tipo de país, de movimiento y sindicato que necesitamos. Puedo afirmar con toda seguridad que lamentablemente esta no ha sido una práctica en la organización, por lo cual hoy tenemos la obligación de apelar a potenciar la democracia interna en el sindicato. Es por ello que miente la compañera Flor de Lys, cuando afirma en correo electrónico enviado el martes 05 de julio: “Laura. Se contradice con el discurso que usted maneja de que las Bases deben tener el Poder en Anep, ahora resulta que ustedes limitan a los presidentes y presidentas de Seccionales a que haya un acuerdo de Junta Directiva, si es que se llega a acuerdo, de lo contrario, no se podrán encontrar ni discutir su propia agenda, esa es la democracia que ustedes quieren imponer en ANEP, al estilo burgués y patriarcal , que lamentable., bajo su premisa el movimiento social que se genero contra el TLC, no hubiera existido, que yo recuerde no hubo jefes ni jefas autorizando a la gente para que se organizara en esa lucha”.
El anterior comentario surge a raíz de que el Secretario General deseaba que se tomara un “acuerdo de voluntades” como el lo llama a través de correo electrónico, en el que se acordara convocar a Consejo Consultivo Nacional para el viernes 15 de julio, sin embargo en cumplimiento con los estatutos así como las asambleas generales deben ser convocadas por la Junta Directiva Nacional, este espacio también y nos parece arbitrario cambiar lo que los estatutos establecen sin haber llevado a cabo las discusiones pertinente en los espacios del sindicato indicados para dichos efectos:
ARTÍCULO 72: Los presidentes de los organismos regionales, cantonales, sectoriales y seccionales formarán el Consejo Consultivo Nacional, que se reunirá cada dos meses y su función será de consulta y coordinación de los asuntos que la Junta Directiva Nacional lleve a su seno; o aquellos asuntos que por considerarlos de importancia, el Consejo Consultivo Nacional considere oportuno discutir para trasladarlos a la Junta Directiva Nacional. A este organismo también le corresponderá velar los aspectos organizativos de todas aquellas acciones del sindicato que requieran participación nacional. Los miembros de la Junta Directiva Nacional serán de pleno derecho, miembros del Consejo Consultivo Nacional. De su seno, el Consejo Consultivo Nacional elegirá un Presidente, un vicepresidente y un Secretario, quienes serán los responsables de convocarlo y de dar seguimiento a sus acuerdos. A juicio de la Junta Directiva Nacional, el Consejo Consultivo Nacional podrá ser convocado extraordinariamente. Podrán participar con todos los derechos, los responsables de los comités de enlace y los delegados de centros de trabajo, nombrados, para ambos casos, en Asamblea General Local. Para el funcionamiento correcto de esta instancia de consulta y coordinación, el Consejo Consultivo Nacional contará con su reglamento.
Es por ello que las personas que expresaron su interés vía correo electrónico de llevar a cabo este consejo consultivo el próximo viernes 15 de julio, al igual que mi persona, podrán demostrar en hechos concretos dicho interés haciéndose presente puntual a las 8 y treinta de la mañana este viernes 08 de julio.
Estamos totalmente de acuerdo en la realización de este Consejo Consultivo, y en que este espacio sea de consulta permanente, donde se trascienda lo meramente electoral, como bien lo dice el artículo 72 antes citado, debe tomarse en cuenta en los asuntos de relevancia nacional, como por ejemplo:
- La propuesta* que presentará ANEP en la negociación salarial semestral, o,
- La línea política sindical* a plasmar en los artículos publicados en el Diario La Extra
Llama poderosamente la atención, que en las últimas semanas se escuchan muchas defensas de la importancia de este espacio, sin embargo nos cuestionamos ¿Dónde quedó la consulta del CCN acerca del rumbo de la ANEP durante los últimos años?, ¿Por qué pasaron 15 años sin llevar a cabo un Congreso Nacional Ordinario, y el que se llevó en el año 2009 no finalizó? ¿Por qué se llevó en el año 2010 un CCN para recibir en alfombra roja a la presidenta Chinchilla, y no hubo ningún espacio para la discusión de los presidentes y las presidentas?
Algunos dirigentes de la organización no comparten esta aspiración nuestra de un liderazgo más colectivo y de espacios más democráticos.
Para el señor Albino Vargas, quien ha ostentado la Secretaria General por más de 20 años, “La organización debe tener un solo y único liderazgo. (…) reflejado en una sola autoridad”.
Dado lo anterior es que se considera indispensable construir un verdadero liderazgo colectivo y cambiar las actuales prácticas antidemocráticas. Es necesario un proceso mediante el cual las afiliadas y los afiliados pasen a ocupar el espacio que realmente les corresponde, que sean estos quienes definan amplia y democráticamente el camino a seguir de la ANEP. Un verdadero ejercicio de la democracia sindical sólo es posible acabando con esos liderazgos centralizados en la figura de la Secretaría General, como viene ocurriendo desde hace 20 años.
El proceso que proponemos y por el cual luchamos contempla, entre otros aspectos.
- Reforma democrática* de los estatutos para fortalecer el papel de los diferentes órganos (Asambleas, Consejo Consultivo, Fiscalía, Seccionales, Regionales, Congreso, etc); empoderándolos para que se conviertan los que correspondan, en verdaderos órganos de participación, formación, conducción y dirección.
- La transformación política* del consejo consultivo nacional, para que deje de ser un espacio meramente formal y convertirlo en un espacio con poder real en la toma de las decisiones importantes que definen el rumbo general del sindicato.
- Convocar al Congreso de ANEP*, para que defina democráticamente, como corresponde, las principales líneas y orientaciones políticas de la organización para los próximos años.
- Alternatividad de la dirección:* Una reforma a los estatutos, para que los miembros de la Junta Directiva Nacional, sólo puedan ser nombrados como máximo por dos periodos consecutivos.
- Replantearnos* la forma en que la ANEP construye sus posiciones políticas sobre las luchas a nivel nacional, orientadas a la construcción de una dirección colectiva. Actualmente es el Secretario General quien se arroga las potestades de pronunciarse sobre los acontecimientos nacionales sin consultarle a nadie más que a su propia voluntad.
- Garantías de libre organización* y participación electoral interna, que permitan un sano debate y la existencia una crisol de alternativas político-sindicales.
- Estructurar* un plan de las luchas en las que la ANEP debe estar a la vanguardia, el cual permita revitalizar y fortalecer la organización sindical. En esta fase de crisis económica mundial es necesario incentivar la solidaridad y la lucha a través de la movilización.
- Acabar con los privilegios* de aparato, como el pago de salarios abusivos y otros “beneficios” que se convierten en un modus vivendi para algunos. Es necesario equidad, igualdad y austeridad; dirigentes sindicales sin privilegios son un prerrequisito para la democracia y la legitimidad ante las bases.
Revertir la falta de democracia no pasa por acciones como convocar a un Consejo de Seccionales de forma esporádica, demagógica. Si queremos hablar en serio de verdadera democracia, de transparencia, de rendición de cuentas, de empoderamiento de las bases, empecemos por las reformas estructurales más urgentes y necesarias que acaben de una vez por todas con la forma actual de toma de decisiones a lo interno del sindicato, centralizadas en la Secretaría General.
La triste situación que nos aqueja se puede y debe revertir con propuestas, con voluntad política y con nuevos liderazgos, porque en nuestro sindicato existen las reservas humanas de dirigencias luchadoras que podrían ayudar a construir un nuevo liderazgo sindical ético, comprometido, peleador y democrático que nos lleve por el camino de una nueva y renovada ANEP. Para lograrlo necesitamos tener una política y unas medidas que hagan posible que suceda este cambio necesario.