La medida de protesta contó con la presencia de una veintena de trabajdores y trabajadoras sociales, organizados en ASTRASOMJU, que laboran en el Sistema Penitenciario Nacional.
En esta entregaron al despacho del Ministro Hernando París un documento con las principales exigencias para resolver sus problemáticas.
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San José, 4 de julio de 2011
Licenciado
Hernaldo París
Ministro Justicia Y Paz
S.O.
Estimado señor:
Reciba de la Asociación de Trabajadoras/es Sociales y Afines del Ministerio de Justicia y Paz, un respetuoso saludo.
En el contexto de los recientes acontecimientos acaecidos en el CPI La Reforma y del informe de la Defensoría de los Habitantes en relación con la situación del sistema penitenciario, desde el carácter gremialista de nuestro sindicato, consideramos:
1. En relación con los acontecimientos ocurridos el 11 de mayo:
a. Durante décadas, las/os funcionarias/os del Departamento de Trabajo Social del Sistema Penitenciario, hemos prestado un servicio profesional que va más allá de lo que nuestras funciones como disciplina nos demandan, a raíz de que hemos sido y somos conscientes de los derechos que le asisten a la población con la que laboramos y de la vulnerabilidad en que se encuentran, dada su condición de privación de libertad.
b. Por años, hemos laborado en condiciones menos que inadecuadas, en lo que se refiere a infraestructura, realizando nuestro trabajo cotidiano en espacios oscuros, malolientes, pequeños o hacinados, con falta o ninguna ventilación, con poco o ningún mobiliario y equipo, en situaciones de riesgo, siendo sometidas/os a contaminación ambiental y sónica, expuestas/os permanentemente a la violencia emocional y física, no sólo de los /as privadas de libertad, sino también de sus familiares o recursos sustitutos, ni qué decir de la sociedad y los medios de comunicación.
c. El enfrentamiento de esas condiciones negativas de trabajo, sólo puede estar sustentado en un alto grado de profesionalismo, que es lo que caracteriza al gremio de Trabajo Social Penitenciario. Esta ética, mística y entrega, nos ha llevado a cumplir, por encima de lo esperado, con la demanda continua y sistemática de la población, la cual ha aumentado de forma significativa, tanto en número como en peligrosidad.
d. Hemos sacrificado tiempo, dinero y recursos, en el acondicionamiento de espacios físicos, de trabajar horas extras, de utilizar los equipos de cómputo, audio y video de nuestra propiedad, en el desarrollo de la labor; hasta hemos llegado a realizar la sistematización o el registro de la información, sea de los procesos individuales, familiares, grupales o la elaboración de proyectos, en nuestros hogares, con tal de que nuestro quehacer no se vea deteriorado en su calidad.
e. La carga de trabajo que presenta el Departamento de Trabajo Social en Adaptación Social, no se compara con las que enfrentan las otras disciplinas de la institución, dado que por la naturaleza de la profesión y la organización institucional, las/os profesionales debemos estar presentes en la mayoría de los procesos de trabajo, que se desarrollan al interior de la institución o fuera de ella.
f. Hay que reconocer que, si bien el quehacer disciplinar tiene relación directa con el privado de libertad y el mantenimiento de las relaciones afectivas, conyugales e interpersonales con sus recursos de apoyo, también tiene una relación directa con el desempeño de éste en la convivencia institucional, pues de la realización o no de las funciones asignadas, en los plazos previstos y en las condiciones planificadas, dependen las respuestas emocionales de la población, por lo que llegamos a constituirnos en un servicio de primer orden para la estabilidad institucional.
*2. * A partir del 11 de mayo del 2011, las/os profesionales de Trabajo Social no vemos con los mismos ojos nuestra tarea.
a. Por décadas, creímos que laborábamos en una institución que si bien no nos ofrecía u ofrece, medianas o mínimas condiciones de trabajo, al menos, sí estaba preocupada por salvaguardar la vida de los/as funcionarios/as, en el tanto éstas estuvieran comprometidas en una situación de violencia.
b. Pensábamos que en una toma de rehenes, nuestras vidas iban a ser consideradas imprescindibles, defendidas a toda costa, no obstante, el mensaje de la institución y de los organismos de seguridad del país, nos dijeron todo lo contrario.
c. Luego de ocurridos los hechos del 11 de mayo, el colega involucrado fue enviado por el INS a laborar nuevamente, después de ocho días de incapacidad, alegando que no existía motivo médico para que se mantuviera en esa condición, instándosele a recurrir a sus vacaciones o la CCSS, si deseaba tomar distancia de la situación ocurrida, por algún tiempo más.
d. En otro orden de cosas, pero en este mismo tema, nos cuestionamos cómo puede una persona, sometida a una situación de violencia extrema durante varias horas, en la cual su vida pendió de un hilo y un custodio perdió la suya, incorporase a laborar en el mismo medio, sin una asistencia postraumática, ubicándolo en una situación de riesgo no sólo para sí mismo, sino también para la población.
e. Este es un aspecto que hay que retomar en una futura discusión de una forma muy seria. Por lo pronto, se sugiere que la institución se organice para mantener un seguimiento profesional a las personas involucradas en esta experiencia, por el tiempo que lo requiera.
3. La desidia de las autoridades institucionales, se ve demostrada a cabalidad en el informe de la Defensoría de los Habitantes, sobre la situación del sistema penitenciario nacional. En este aspecto queremos llamar la atención sobre las distintas necesidades que enfrentan las/os colegas en distintos escenarios, a saber:
a. La sobrepoblación no sólo implica la necesidad de construcción de nuevos espacios o la redistribución de la población, para Trabajo Social significa una sobrecarga laboral, imposibilidad de cumplir con los plazos establecidos, la disminución de la calidad del abordaje, presión de la población, de los espacios colegiados, los/as jueces, defensores, la familia.
A partir de lo anterior, las /os colegas estamos expuestas/os al riesgo de cometer errores que pueden tener consecuencias graves o fatales para la población o sus familiares, así como en la salud física y emocional de nosotras/os como funcionarias/os.
b. La situación de riesgo de deslizamiento del terreno en el Buen Pastor, que si bien, en apariencia va a ser resuelto dentro de algunos meses, adquiere una relevancia en esta época del año, por la entrada del invierno, lo que pone en peligro no sólo a la población, sino a las/os funcionarias/os.
Incluso, preocupa que en las distintas propuestas de reubicación o construcción, no se visualizan espacios para ubicar las oficinas técnicas, como suele suceder comúnmente en el Sistema Penitenciario, dándose lo que también suele suceder que deban utilizarse espacios para la atención profesional que eran contemplados para otros usos.
c. En el caso del Nivel en Comunidad, se presentan serias limitaciones de infraestructura, pues de las 14 oficinas, sólo tres cuentan con espacios propios, 7 de ellas comparten el espacio con el Nivel semi-institucional, con los problemas sabidos de intercambio de población con diferentes condiciones legales y el sometimiento a medidas de seguridad, que no son propias de la naturaleza de las oficinas de Comunidad.
Al tener una cobertura importante de población, que asciende un poco mas de las 9 mil personas, existe una importante falta de recursos humanos y de transporte en este nivel, exponiéndose las/os colegas cotidianamente a peligros y amenazas, al tener que realizar las investigaciones sociales a pie o en bus, con el agravante del tipo de comunidad en la cual deben movilizarse.
Además que en este programa los profesionales tiene como recargo la entrega de correspondencia, el aseo de las oficinas, labores secretariales y además la custodia de cada expediente y bien patrimoniado, lo que hace que se incurra en una responsabilidad legal y económica si se perdiera o dañara alguno de estos.
POR LO TANTO:
1. A partir de lo sucedido el 11 de mayo, debemos entender los/as funcionarios/as penitenciarias, que nuestras vidas no son importantes, que hay un mal mayor que evitar y si por desgracia, en cualquiera de los escenarios que laboramos, se presenta un acto de violencia, nuestra vidas no van a ser protegidas y van a estar expuestas al azar de las circunstancias, como sucedió en esta ocasión.
Ante esa cruda verdad, las/os funcionarias/os del Departamento de Trabajo Social de Adaptación Social, deseamos manifestarnos en contra de semejante desprecio por la vida, en contra de semejante exposición de nuestra integridad física, de esta indiferencia institucional que viene a constituirse en el corolario de la indolencia demostrada por años.
Ante la actitud irresponsable de la institución se nos obliga, como gremio, a tomar medidas para prevenir la exposición de nuestras vidas a futuros actos de violencia. Así es que, en la presente coyuntura y en el caso específico de la atención de Trabajo Social en el ámbito de Máxima Seguridad del CPI La Reforma, nos negamos a brindar atención en las actuales condiciones de infraestructura, puesto que los locutorios están dentro del ámbito, lugar que se demostró no guarda las condiciones de Seguridad básicas para desarrollar la atención en un grado mínimo de riesgo.
De ahí que, nos solidarizamos con las propuestas planteadas por las colegas del CPI La Reforma al respecto, de las cuales tiene conocimiento el viceministro Fernando Ferraro, la Jefa Nacional de Trabajo Social y las autoridades de dicho centro.
Al igual que las colegas del CPI La Reforma, el colectivo de ASTRASOMJU, en asamblea ordinaria del pasado 24 de junio, se compromete a prestar la colaboración que se requiera en ese Centro, siempre y cuando se resuelvan las condiciones de riesgo que privan en dicho espacio.
Sobre los otros temas presentados en cuanto al informe que brinda la Defensoría de los Habitantes, sobre la situación del sistema penitenciario, que afecta directamente a las/os colegas de Trabajo Social, le recordamos que en el mes de mayo recién pasado, solicitamos una audiencia con su persona para hablar de ésta situación, sin que hasta la fecha hayamos recibido una respuesta satisfactoria a nuestra petición.
Esperando se abran los espacios de comunicación necesarios, para la discusión de propuestas o alternativas que vengan a constituirse en soluciones viables y sostenibles en el tiempo y recibir respuesta en los plazos de ley, se despiden:
Cc:
Lic. Fernando Ferraro. Viceministro de Justicia y Paz
Lic. Jorge Rodríguez Bogle. Director de Adaptación Social
Msc Ana Monge Campos. Jefa de Trabajo Social
Bach. Ronald Herrera. Director CPI La Reforma
Defensoría de los Habitantes
Junta Directiva del Colegio de Trabajadores Sociales de Costa Rica
Alexander Obando M. Director del INC.