ANEP exige solución a problemática en La Reforma

San José, jueves 2 de junio de 2011.

Doctor
Hernando París Rodríguez
Ministro
Ministerio de Justicia y Paz
Presente

Estimado señor Ministro:

Con todo respeto, expresamos atento saludo para su digna autoridad.

Con relación a la publicación periodística de esta fecha del diario La Nación, misma que se titula “Exigencias laborales en La Reforma elevan crisis en cárcel” (que tiene como pretítulo “Grupo de funcionarios realizó ayer para de labores por cuatro horas”), incluida en la página 14-A de la sección Sucesos y Judiciales; usted se dejó decir lo siguiente:_ “Hace un año, cuando yo entré, comenzamos a resolver los problemas. Me parece sorprendente que ahora, en vísperas de elección de Albino Vargas, nos quieran usar para traer al tapete cosas que ya hemos anunciado. Los problemas existen y se están trabajando por resolverlos”_ (subrayado nuestro)

Con base en lo anterior y por el profundo respeto que nos merecen todas las personas trabajadoras asalariadas que laboran para el Sistema Penitenciario Nacional (SPN) y que son asociadas a la ANEP, por demás, en alta cantidad; igualmente, por el profundo respeto que también nos merecen quienes no forman parte de la organización que nos honramos en presidir, manifestamos lo siguiente:

Primero: Con profunda indignación, gran molestia y gravemente ofendidos, rechazamos, tajantemente, su temeraria e irrespetuosa afirmación de que, a raíz de la elección venidera en la ANEP, estemos “usando” la grave situación de la crisis del Sistema Penitenciario Nacional, para buscar votos en nuestro favor directo. Usted, señor Ministro París, ofende la inteligencia, agrede la sensibilidad y juega con las emociones del honorable personal penitenciario; además de tergiversar profundamente la realidad institucional de, particularmente, el CAI-La Reforma, al intentar dañar la noble causa laboral del personal de este centro; tratando de desvirtuar un esfuerzo genuino y auténtico para sensibilizar al país y a su propio Gobierno de los graves problemas que ya son de amplio conocimiento público.

Segundo: Es más, le indicamos al señor periodista del mencionado medio, don David Delgado C., cuando nos llamó para conocer de nuestra opinión sobre su pérfido comentario, de que lo catalogamos de rastrero, porque no es ético descalificar una posición sindical como la de la ANEP en el caso de la crisis del Sistema Penitenciario Nacional (SPN), que se viene construyendo con seriedad, profesionalismo, con asesoría externa expecializada, desde hace bastante tiempo. Más específicamente, desde el mes de mayo de 2010, con ocasión de las jornadas de reflexión que se promovieron al respecto, con participación de personal penitenciario de base y que arrojó importantes resultados, con propuestas incluidas, dando claras señales de anticipación y de advertencia de la inminencia de sucesos tristes como los del 11 de mayo anterior. Lastimosamente, su despacho ignoró los aportes del personal indicado convocado por la ANEP como entidad facilitadora.

Tercero: Es evidente que en algunos mandos jerárquicos de La Reforma, en algunas instancias dirigentes del propio SPN hay un profundo sesgo antisindical por la importante presencia de la ANEP en el SPN; presencia que no es de ahora, que es histórica y que ha generado muchas luchas en favor de los derechos económico-sociales y reivindicativo laborales de todo su personal, esté o no esté asociado a la ANEP. Debería usted, señor Ministro París, informarse mejor al respecto para que tuviera elementos más objetivos y más profesionales a la hora de valorar la intervención sindical de esta agrupación en el tema que nos ocupa; intervención más que legitimida al existir, debidamente conformadas y con toda legitimidad jurídica según nuestro Estado de Derecho en la materia, dos seccionales sindicales de la ANEP conformadas por trabajadores y por trabajadoras del Sistema Penitenciario Nacional.

Cuarto: Con su temeraria afirmación, pretende usted echar una cortina de humo de una situación que, por el contrario, debería llevarle a la reflexión como jerarca político máximo del SPN. ¿Cuál es la razón que subyace en la conciencia del personal de base de La Reforma que les anima, que les motiva, a buscar un espacio propio, genuino, alterno, de su propia expresión, al margen, a la par, complementario si se quiere para ser benévolos; con el espacio clásico de corte verticalista, institucionalizado de “orden y mando” que ejercen las figuras de autoridad formal en tal centro?. ¿Qué es lo que está fallando a lo interno que quienes están protagonizando esta lucha, tanto los que se expresan de manera activa como aquellos que por otras razones permanecen en actitud pasiva pero plenamente identificados moral y éticamente con la causa; se deciden a verbalizar su reclamo, a hacer visible su molestia, a mostrarle al país que existen y que no sienten plenitud de audiencia calificada de su propia y máxima autoridad?

Quinto: Ofende usted con su temeraria afirmación, incluso, la dignidad y la seriedad y la integridad de la propia Defensoría de los Habitantes de la República, prestigiosa entidad de nuestro sistema institucional republicano, la cual, a través de su segundo máximo jerarca, el Lic. Luis Gerardo Fallas Acosta, ha puesto cuidado al reclamo auténtico del personal de base de La Reforma y hasta ha ofrecido su intermediación. Con esa ofensivo criterio suyo pone usted en peligro los buenos oficios facilitadores de la Defensoría, algo que no merece, bajo ninguna circunstancia, la causa laboral en desarrollo en el SPN.

Sexto: Tenemos entendido de que este viernes 3 de junio, finalmente, usted se haría presente en La Reforma para lo cual se convocará al personal, Si ello es cierto, nos alegramos sinceramente. Ojalá que sea así. Por más que su digna autoridad diga lo contrario, todas las circunstancias demuestran que en dos ocasiones se anunció su visita y usted dejó plantado a ese honorable personal que con gran ansia, respeto y esperanza le quería tener al frente para un diálogo totalmente decoroso y, como decimos, profundamente respetuoso. Es hora de la reflexión compartida, del diálogo fecundo, de la negociación contructiva, de cerrar filas en pro de la institucionalidad penitenciaria vista como un todo integral y para sensibilizar a las instancias tomadoras de decisiones, extrainstitucionales, para que el SPN sea, por primera vez en no sabemos cuántos años, tema prioritario de la agenda nacional del país. Todavía resuena en nuestros oídos, sus palabras, en la tarde-noche del fatídico 11de mayo cuando intermediando llamada nuestra al honorable señor Viceministro suyo, el Lic. Fernando Ferraro Castro, para conocer de cerca acerca de la crítica situación que se vivía en La Reforma, él nos lo pasó a usted al celular y usted, precisamente, habló de esa necesidad de conjunción de esfuerzos. Nosotros hemos actuado transparentemente, con toda honestidad, con sinceridad, sin doble lenguaje ni conductas inconsecuentes. En verdad nos sentimos lastimados por su desafortunado, injusto y, nuevamente con respeto se lo decimos, rastrero comentario, acerca de relacionar la posición de la ANEP en el marco de la crisis del SPN con el juego electoral interno de la agrupación. No, señor Ministro París, no somos de esa calaña. El respeto a la muerte del compañero policía penitenciario, acacecida ese 11 de mayo, está profundamente presente en nuestra mente como para ser tan bajos e instrumentarlo de una manera tan sucia como usted nos endosa.

En próximas comunicaciones, le hemos de recordar, la serie de planteamientos que hemos venido formulando sobre lo que la ANEP ha denominado “La Crisis del Sistema Penitenciario Nacional” que su despacho ha ignorado sistemáticamente y que son aportaciones crítico-propositivas de buena fe fomuladas con seriedad y profesionales desde mucho antes de la coyuntura electoral de esta organización.

Con todo respeto,

Albino Vargas Barrantes
Secretario General ANEP

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