De manera que no es noticia que en este país, en el sector privado no exista libertad sindical, a pesar que como hemos escrito en otras ocasiones, que contra la clase trabajadora se está cometiendo un gran crimen, que sin duda estallará porque esta caldera no tiene válvula de escape.
Pero lo que cuesta creer es que en esta información la Señora Ministra de la cartera de Trabajo diga “que no ve problema para el país”. Esta señora sabe que en este país las empresas de todo tipo le adeudan a la Caja Costarricense del Seguro Social, CCSS, miles de millones de colones con el susodicho daño a la entidad citada y al país.
En general miles de trabajadores no tienen seguro o les declaran menos salario del que reciben, miles ganan menos del salario mínimo, decenas de empresas no pagan el aguinaldo cada año (ahí tenemos el ejemplo de Durpanel S.A.), muchas empresas contaminan día a día el ambiente y a los y las trabajadoras, envenenan los mantos acuíferos, entre muchos otros delitos no sancionados. Si en este país se respetara la libertad sindical, muchos de estos problemas no existirían.
Aquí, contraviniendo nuestra legislación laboral, por muchos años, lo que se estimula es solidarismo hasta llegar a darle rango Constitucional, para combatir la libertad de los trabajadores y convertir sus organizaciones en tiendas de electrodomésticos con la complicidad de altos funcionarios del Ministerio de Trabajo. Tanto es así que se le autoriza a esas empresas solidaristas, de capital patronal y laboral, para repartir bonos de vivienda y participar así del clientelismo político.
Pero ahí no termina la_ “tragedia solidarista”_ para trabajadores y trabajadoras, cuando se dan casos en que las empresas_ “quiebran”_ o se van del país, o cambian de personería jurídica y se dan por “desaparecidos” los fondos ahorrados por las personas trabajadoras durante muchos años o terminan en el “limbo”, en el mundo de los “desconocido”.
Aunque el Artículo 361 del Código de Trabajo faculta al Ministerio de Trabajo a fomentar el desarrollo del movimiento sindical, solamente hace lo que por muchos años han hecho Ministros y Ministras, lo posible por destruir el movimiento sindical. Y aunque no podrán lograrlo, como no pudieron hacerlo después de la guerra civil de 1948 cuando ilegalizaron el movimiento sindical clasista, si causan graves daños a miles de trabajadores y trabajadoras a favor de sus jefes, el empresariado, sobre todo transnacional.
De eso también existen miles de ejemplos, se pueden ver en las plantaciones bananeras, piñeras y otras plantaciones. Son cientos de denuncias diarias de violaciones de derechos laborales y hasta amenazas de muerte que reciben dirigentes sindicales en las plantaciones, ahí está el caso de Aquiles Rivera en la zona sur de nuestro país, casi obligado a salir de la zona por temor a ser asesinado junto a su familia.
Por último le preguntamos a la Señora Ministra de Trabajo y Seguridad Social, ¿Será que no es problema para el país que tenga treinta años de estar ocupando la silla de los acusados ante la OIT y sea uno de los países que más viola la libertad sindical?
También es bueno que la Ministra recuerde que los sindicatos equilibran las relaciones entre trabajadores y patronos, y que sin sindicatos no hay democracia.
UCCAEP Y LIBERTAD SINDICAL
Uno no sabe si reir o llorar por las declaraciones del sindicato de empresarios, la Uccaep, cuando manifiesta su presidente que “Uccaep, como actor social responsable, respeta la libertad de los trabajadores de asociarse voluntariamente a las organizaciones laborales que más satisfagan sus intereses”. Y provoca esas sensaciones porque porque existen cientos de experiencias de trabajadores y trabajadoras que por sindicalizarse son despedidos y son casi “literalmente obligados” a asociarse a la empresa solidarista. Nada más ver los anuncios en la prensa donde ponen entre los “beneficios” de trabajar, con tal o cual empresa, que_ “cuentan con asociación solidarista”_.
Cientos de trabajadores de empresas son “convenidos a desafiliarse” de los sindicatos, son despedidos por afiliarse y hay que recurrir constantemente al Ministerio de Trabajo para que “interceda” o a los Tribunales de trabajo para que se respete el derecho de las personas a sindicalizarse.
Así las cosas, el sindicato de los empresarios, la Uccaep, miente irresponsablemente en su vano afán de “tapar el sol con un dedo”.
Al fin de cuentas Ministerio de Trabajo y sindicato de empresarios, Uccaep, es lo mismo. Como bien dice el refrán popular “Dios los cría y el diablo los junta”.
* Directivo Nacional de ANEP, encargado del trabajo en el Sector Privado.