«Piensen cuál será su futuro salarial antes de ir a votar»

Según Vargas, ANEP respaldará aquella candidatura presidencial que garantice respetar el salario mínimo, que proteja a las instituciones sociales, que renegocie el TLC con Estados Unidos y que le entre sin miedo a una reforma fiscal estructural para gravar los grandes capitales.

¿Cómo ha visto la ANEP la campaña presidencial? ¿Cuál es su análisis?

– Para nosotros ha sido impresionante constatar el poder de la plata fluyendo a borbotones sin ningún control, como eje determinante para que los candidatos sean más notables.

Hemos visto la espantosa discriminación de algunos latifundios mediáticos que han arrinconado contra la pared a la ciudadanía, diciéndole cuáles opciones políticas son válidas y cuáles no.

Ustedes han sido duros críticos del Tribunal Supremo de Elecciones ¿Ha cambiado en algo ese parecer de la ANEP?

– No. Tenemos muchas reservas y desconfianzas sobre el Tribunal. Creo que hace tiempo dejó de ser neutral, pues es altamente permisivo con la hegemonía en el poder y me temo que ese Tribunal, tan endeblemente neutral, pueda generar mayores conflictos civiles en el futuro.

Un Tribunal que deja fluir esa cantidad de dinero, que se lo bailan y que se deja imponer una dictadura mediática, sólo fomenta que la gente deje de creer en el sistema democrático.

No es posible que los magistrados ni siquiera se fijen en detalles como que están guardando las papeletas en las bodegas de una empresa que pertenece al primo de quien fuera tesorero en la campaña de 2006 de Óscar Arias.

¿Entonces ANEP considera que las votaciones del 7 de febrero no serán limpias?

– Yo lo que le aconsejo a los partidos políticos opuestos al sistema hegemónico vigente es que cuiden los votos, como cuidar a la democracia misma. Porque yo sigo creyendo que a Ottón Solís le robaron las elecciones de 2006.

El Tribunal no quiso auditar 250 mesas y otras 700 mesas tuvieron un resultado “averiguado”, ahí pasó algo que empañó las elecciones. Por eso es que al menos el 40% de la gente desconfía de ese Tribunal, según la encuestadora más creíble del país, la de la Universidad de Costa Rica.

Esa posición suya podría desestimular a la gente que piensa ir a votar…

– No, no. La presencia masiva en las urnas es una garantía importante, porque dificultaría que se cometa fraude o se tuerza el resultado en las urnas.

¿Siguen teniendo indicios de que la campaña política de los partidos grandes se financia desde afuera?

– Creemos que hay un enlace oligárquico centroamericano, de los principales grupos de poder económico de Nicaragua, Guatemala y El Salvador que se han estacionado en Costa Rica.

Esos “capitales sangrientos” centroamericanos han venido siendo determinantes en la política nacional. Cuánto de esos capitales se ha metido al Movimiento Libertario y en la campaña de doña Laura es una gran incógnita.

Lo que sí le puedo decir con contundencia son dos cosas: en la lucha por el “SÍ” al TLC hubo mucho dinero que provino de esos capitales centroamericanos y le puedo decir que jamás el movimiento del “No” recibió un centavo proveniente del exterior. Aun así ganamos, pero nos robaron ese triunfo con la complicidad del Tribunal Supremo de Elecciones.

¿Por qué ANEP decidió escuchar a los candidatos presidenciales?

– Los candidatos han pedido conversar con la ANEP y nosotros hemos estado anuentes, es importante no solamente para que ellos nos expliquen sus planteamientos, sino, todavía más importante, nos sirve para presionar y ser majaderos sobre las propuestas de modelo alternativo de desarrollo que nosotros hemos formulado a lo largo de los últimos años, las cuales han surgido del sector laboral y social, para restaurar en Costa Rica la filosofía del bien común como eje de toda política pública.

¿Cómo ve la ANEP las elecciones presidenciales del 7 de febrero?

– Las vemos como la oportunidad para que este país no siga gobernado desde la perspectiva de la concentración de la riqueza.

¿Ya han analizado con cuál de las propuestas de los 9 candidatos presidenciales se identifican más?

– Sí claro. Hemos visto que desde la oposición se ha venido hablando fuertemente de una transformación tributaria estructural. Eso es muy importante. Si bien la inseguridad ciudadana es trascendente, el problema número uno que enfrenta el país es la concentración de la riqueza que, a su vez, genera los altos niveles de violencia y la inseguridad.

Creo que la oposición también ha sugerido renegociar el TLC con Estados Unidos, por haber quedado en evidencia que es una gigantesca estafa.

Creemos que es posible una regulación financiera diferencial para el Banco Popular y eso no lo vemos como un tema de doña Laura Chinchilla, que ha sido la única candidata que no quiere dialogar con la Asamblea de Trabajadores del Banco Popular. Para que usted vea por dónde va la película.

¿Laura Chinchilla les ha pedido cita para hablar con ustedes?

– No lo ha hecho, pero si lo hiciera con gusto se la daríamos. Supimos que Otto Guevara está interesado en conversar con nosotros.

Yo tengo un gran respeto por doña Laura, es una mujer honesta, de mucha trayectoria, pero su gobierno será controlado por los banqueros privados.

Ese grupo de poder político y económico es el que más ha ganado en los últimos 20 años.

Ahora ya no van a trabajar entre bambalinas sino que, en la figura de Luis Liberman, van a asumir la conducción política y financiera directa desde Zapote, si ganan la presidencia.

Sostener que Liberación Nacional sigue siendo socialdemócrata, con los banqueros adentro, es un gran engaño.

¿Tomará partido la ANEP a favor de alguna de las opciones políticas que compiten por la presidencia?

– Vamos a seguir defendiendo, por lo menos mientras yo esté al frente, nuestra independencia de todos los partidos políticos. Así ha sido durante los últimos 20 años y nos ha dado excelentes resultados, porque nos ha obligado a pensar por nosotros mismos y a hacer propuestas de visión de país sin que nos las impongan los partidos políticos.

Estamos convencidos de que más neoliberalismo para el país es mayor injusticia, mayor violencia, inestabilidad democrática y más desigualdad, con el riesgo de grandes confrontaciones sociales.

Vemos con gran interés la alianza donde figuran Ottón Solís, Rolando Araya y Walter Muñoz. Eso nos parece que el elector, el trabajador, deberían analizar muy bien lo que ofrece esa alianza.

Vemos que el nuevo humanismo cristiano que está pregonando Luis Fishman tiene contenidos que se acercan mucho a nuestra propuesta de país. Además, vemos importantes candidaturas diputadiles que están en el Frente Amplio, que recogen muy bien las banderas de la lucha social y laboral.

¿Qué consejo les da a los trabajadores, de cara a las elecciones presidenciales?

– Primero que todo, hay que ir a votar, sí hay alternativas.

El trabajador, antes de ir a votar, debe pensar en cuál será su futuro salarial, si será más rico o más pobre con el próximo gobierno y analizar si el candidato por el que piensa votar está dispuesto a comerse la bronca de tocar las grandes fortunas y ponerlas a pagar impuestos como se debe.

El tercer elemento determinante antes de ir a votar, debe ser el análisis de quién nos garantiza que se preservará la riqueza nacional que nos fue heredada, como la Caja, el servicio eléctrico universal, la preservación del agua y la educación pública.

Yo me inclino por aquellos políticos que proponen levantar la micro, pequeña y mediana empresa nacional y que van a relanzar el papel del Banco Popular para levantar la pequeña economía empresaria, familiar y productiva.

¿Se escucha la voz de ANEP?

– Pese a la anacrónica disposición que nos impide a las organizaciones sociales pronunciarnos en los procesos electorales, vamos a hacernos escuchar por diversos medios. Le vamos a decir a la gente por quién votar.

Lo hicimos en 2006 y el mismo Óscar Arias, dos veces, en público, ha reconocido que nuestro trabajo lo hizo perder 100 mil votos de entrada.

Somos un gran entramado social de organizaciones gremiales, sindicales y cívico-patrióticas que tenemos claridad de las actuales propuestas electorales, sus alcances y sus elementos. No tenemos ninguna aspiración electoral, estamos por la justicia social, por la equidad. No somos enemigos del empresariado, pero hay grandes deudas que deben ser saldadas.

“Los latifundios mediáticos han arrinconando al electorado a escoger entre pocas opciones”.

“El TSE hace tiempo dejó de ser neutral”.

“Entre más gente vaya a votar, menor posible será un fraude”.

“Votaré por el que cuide las instituciones, que respete el salario mínimo y que no le huya a una reforma fiscal”.

Fuente: Diario Extra
Gerardo Ruiz Ramón

18 enero 2010

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