A los (as) Compañeros (as) del Consejo Nacional de Producción y la Fábrica Nacional de Licores
Estimados (as) compañeros (as):
Hoy existe en la Institución gran incertidumbre por el futuro, situación que ha sido así desde hace aproximadamente 25 años, encontrándose el CNP en este momento en una etapa muy delicada, aún más delicada que la vivida en noviembre del 2006, cuando sin estudios técnicos de ningún tipo y saltándose todos los procedimientos establecidos, la Junta Directiva del CNP aprobó la reestructuración, que dejaba sólo un tercio de los funcionarios en la Institución. Valga recordar para los que tienen “_Alzheimer Precoz_”, que esta reestructuración fue gestada y promovida por la primera “ave de paso” de esta Administración, Francisco Oreamuno, Ex Presidente Ejecutivo de ingrata memoria y por quien fuera la Sub Gerenta General, MBA. Rosa Miriam Murillo Vázquez, quien fungía como Directora de Planificación.
Por lo ilegal de este proceso, tuvimos que recurrir con denuncias ante a la Defensoría de los Habitantes y a la Sala Constitucional, con recursos de amparo, planteados tanto por funcionarios individuales, como por nuestro Sindicato y también por el SINCONAPRO.
No sabemos por qué razones, al parecer SINCONAPRO se cambió de acera y ha estado defendiendo a los que pretendieron desmantelar la Institución y fueron nuestros detractores. Hoy nos invitan a que creamos que quienes intentaron cerrarnos en la pasada ocasión no lo intentarán de nuevo; sospechamos que con alguna anuencia de su parte, afirmación que sustentamos en el especial agradecimiento que en la carta de renuncia que circuló en la red, la ex Sub Gerenta General del CNP, le hace a esa Organización gremial al citar, “_…ha estado en disposición de llegar a arreglos convenientes para ambas partes…_”
Sin embargo, tenemos que admitir que los peores enemigos del CNP, son los políticos que han hecho clavos de oro durante largos años con sus actuaciones. Los políticos que han estado administrándonos, cumpliendo los mandatos y políticas del partido gobernante de turno, al servicio de los ricos políticos-empresarios y a los financiadores de las campañas. También lo son aquellos que han logrado escalar puestos políticos, haciendo sin cuestionar, la voluntad de quienes nos han administrado, olvidando la legislación vigente, la técnica y la ética.
Debemos reconocer que también lo son los funcionarios (as) y trabajadores (as) en diferentes niveles de la Institución, que con sus actuaciones han sido cómplices, unos por participación y otros por omisión, contribuyendo a que la situación actual se esté dando en la Institución. Si somos honestos con nuestra conciencia, debemos reconocer la cuota de responsabilidad que a cada uno (a) nos corresponde.
En el caso del reciente escándalo, consideramos que cuando se concibió cada proyecto en las instancias regionales para ser aprobado en el Fideicomiso 520 de Reconversión Productiva, se debía saber de antemano los nombres de las personas beneficiarias que conformaban cada organización, por lo que los técnicos, en honor a la ética y sanos principios morales en el cumplimiento del deber, no debieron tramitar ni gestar proyectos dudosos que posiblemente rozaran con la Ley, y menos a sabiendas de que se iban a favorecer políticos, hacendados poderosos y otros personajes que se incuban en los dos partidos políticos que vienen saqueando este país y adueñándose de los negocios del Estado. Nos preocupa, en qué momento y por qué causas se incorporaron esos beneficiarios que no debieron favorecerse. Ante las posibles imposiciones, es donde tenemos que mostrar de qué madera estamos hechos los funcionarios (as) de esta Institución y no prestarnos al juego y la presión política.
También nos cuestionamos, cómo pasaron esos “_colados_”, si una vez dictaminados los proyectos a nivel regional, estos proyectos fueron elevados a las instancias aprobatorias, llámense Junta Administrativa, conformada por las más altas autoridades administrativas de la Institución, en la cual como asesoría están la Dirección de Asuntos Jurídicos y la Auditoría General; y en esa instancia, se les dio “_luz verde_” por estar “_bien_” y fueron pasados a la Junta Directiva donde sus miembros, unos que ya no están y otros que continúan, con la asesoría de las Dependencias mencionadas, acordaron la bendición de cada proyecto.
Si a lo anterior le sumamos el silencio conveniente y la presión política de algunas organizaciones y dependencias que se prestan al juego, hoy no debemos sorprendernos de lo que está pasando en el CNP… y lo que pasará, si no se denuncian y se pone alto a estas actuaciones en el manejo de programas, especialmente aquellos con muchos recursos a ejecutar, como fue Reconversión Productiva y es ahora el Plan Nacional de Alimentos. No debemos olvidar que somos administradores de recursos públicos que pertenecen y son producto del sacrificio de todos y todas las costarricenses y que la Ley de Administración Pública nos faculta para no convertirnos en cómplices de los abusos.
Todos los colaboradores y colaboradoras decentes y leales a la Institución, han venido sintiendo desde hace muchos años, el abuso de algunos y algunas; pero se han sentido impotentes, ante tanta corruptela y amenaza mediática de los grupos que se engendran a lo interno en cada cambio de Gobierno, para llevar a cabo las más innobles acciones que casi tienen despedazado al Consejo Nacional de Producción y la FANAL. Sin embargo, habrá más de uno que hoy se rasga las vestiduras ante el futuro incierto tratando de no aparecer como uno de los responsables de la debacle.
Hoy prevenimos a nuestros compañeros y compañeras, para no creer ciegamente en las promesas de fortalecimiento y defensa de nuestra Institución que algunos nos anuncian. Alertas, porque siguen los mismos que ya intentaron desmantelar la Institución una vez y apoyados con los que padecen “_Alzheimer Precoz_” que ya olvidaron el capítulo anterior, posiblemente tratarán de engañarnos nuevamente con grandes ofrecimientos, movilidades, traslados ventajosos, etc; pero cuidado, al final el objetivo es el mismo, cerrar el CNP y adueñarse del negocio de la FANAL.
Por eso, hacemos un llamado a la conciencia de cada uno de los trabajadores (as) honestos (as) de la Institución, a trabajar muy duro y a cerrar filas para fortalecer al CNP, según lo demandan las circunstancias, la Ley Orgánica y las leyes recientemente promulgadas y a desterrar de una vez por todas a esas camarillas, denunciando con papeles en mano todo lo que sepan. Ya es hora de dejar de sentir miedo y de asumir con valentía nuestro rol, primero de buenos funcionarios (as) públicos y segundo de verdaderos ciudadanos (as), comprometidos con los intereses supremos del PAÍS.
“CORRUPCION ES CUANDO LOS DE ARRIBA PIERDEN LA VERGÜENZA Y LOS DE ABAJO SE QUEDAN CALLADOS”.
Muy fraternalmente,
Por Junta Directiva
Sindicato Pro – Trabajadores Del Consejo Nacional de Producción y Fábrica Nacional de Licores
(SIPROCNP)