El lunes 28 de septiembre, una masiva movilización marchó desde Congreso a Plaza de Mayo, en apoyo al reclamo de los trabajadores y trabajadoras de Kraft-Food ex –Terrabusi, para repudiar el violento desalojo de la planta que se encontraba tomada como parte de la exigencia de reincorporación de las 162 personas despedidas.
El conflicto comenzó hace más de 40 días, luego de un reclamo realizado por los trabajadores y trabajadoras del turno tarde, que exigían medidas de higiene y seguridad para enfrentar los efectos de la gripe A. Dentro de la planta funciona un jardín maternal, donde las trabajadoras dejan a sus hijos e hijas mientras cumplen su jornada de trabajo. El reclamo consistía en el otorgamiento de licencias para las trabajadoras embarazadas, para las que tienen niños en la guardería de la planta y alcohol en gel disponible para todas las líneas de producción. La respuesta de la empresa no se hizo esperar y despidió a 162 personas, entre ellos a 40 delegados y delegadas sindicales, de un total de 44.
Si bien el reclamo fue realizado por el turno tarde y consistió en movilizarse al edificio de administración para exigir medidas urgentes, acción que la patronal califico de “privación ilegal de la libertad” y realizo denuncias penales, la mayoría de los despidos se concentraron en el turno noche y turno mañana donde se concentra la junta interna.
El conflicto de los trabajadores y trabajadoras de Kraft está en constante dinamismo, a cruzado las fronteras de la provincia de Buenos Aires para convertirse en un conflicto a nivel nacional. De la masiva movilización participaron comisiones internas combativas, movimientos sociales, estudiantes universitarios, partidos políticos, organismos de derechos humanos, referentes policitos y sociales como Nora Cortiñas madre de Plaza de Mayo línea fundadora.
César García, delegado despedido del sector chocolate, denuncio en el acto en Plaza de Mayo: “Quieren sacar un turno, quieren hacer turnos americanos de 12 horas, quieren sacar el jardín maternal y el comedor para eso necesitan sacar a la Comisión Interna dirigida por Ramón Bogado”. Los trabajadores declararon que la policía de la Provincia de Buenos Aires se robó el dinero del fondo de huelga como así también del dinero que cada uno de los trabajadores y trabajadoras tenían entre sus pertenencias.
Cristian Barza, también trabajador de la ex -Terrabusi, denuncio que el plan que se esconde detrás de los despidos es el desmembramiento de la Comisión Interna que es opositora al Secretario General del gremio de la alimentación, Rodolfo Daer: “El plan de la patronal es descabezar la resistencia obrera…Terrabusi es una caso testigo si les sale bien esto se va a extender al resto de las fábricas…” También denuncio la situación de violencia que se vive dentro de la planta: “En la planta hay un verdadero estado de sitio, hay más de 300 efectivos de la policía…los jefes recorren las líneas de producción junto a la policía y prohíben que más de dos compañeros se junten a conversar…”
Luego fue el turno de la delegada Liliana Nivea, ella se encontraba dentro de la planta el viernes cuando fueron brutalmente desalojados. Su rostro, mostraba las secuelas de la violencia y los golpes que recibió por parte de los efectivos policiales. Recordó que son principalmente mujeres las que conforman las fábricas: “Todos se olvidan que las mujeres son la mayoría en las fábricas…fuimos brutalmente golpeadas, todas las mujeres fuimos maltratadas no hicieron diferencia con ninguna…” Exigió la intervención de la presidenta en el conflicto: “¿La presidenta donde carajo está? Ella representa a las mujeres de este país, me da vergüenza que la presidenta sea una mujer. Mientras nosotras estábamos siendo golpeadas, esposadas y metidas a un patrullero como delincuentes, ella se estaba abrazando con los dueños de la fábrica…pero de todos tengo algo que decir…Quiero agradecer a todas las compañeras, a todas las mujeres que dejan a sus hijos para ir a trabajar, que dejan a su familia al cuidado de cualquiera con tal de llevar la comida a su casa. ¡Muchas gracias! ”
Diversos cortes de rutas se produjeron en diferentes puntos del país: Salta, Jujuy, Rosario, Neuquén y cortes repartidos por la provincia de Buenos Aires y la Ciudad como el corte de la autopista Panamericana a la altura de Pacheco, puente La Noria, puente Pueyrredón, el kilómetro 23 de Avenida Gaona, Corrientes y Callao, Congreso, Avenida de Mayo y 9 de Julio en apoyo con los trabajadores/as de la ex –Terrabusi y en los Astillero Río Santiago comenzaron a parar media hora por turno en solidaridad.
La contundencia del reclamo y el masivo apoyo recibido ha forzado a que diferentes sectores ausentes en este conflicto, deban salir a hacer declaraciones como es el caso del Secretario General del gremio de la alimentación Rodolfo Daer. Por su parte el Gobierno nacional y de la provincia de Buenos Aires enviaron a funcionarios a controlar el ingreso de los trabajadores a la planta de General Pacheco, para verificar que la empresa no impida el ingreso a ningún trabajador.
El lunes por la noche mediante una resolución conjunta firmada por los ministros de Trabajo Tomada de la cartera laboral de Nación y Cuartango, del Ministerio de Trabajo de la provincia de Buenos Aires, el secretario general Rodolfo Daer, y autoridades de Kraft se comprometieron o a retirar la policía de la planta, a que la empresa a pague los salarios adeudados y revise los despidos.
Sin embargo la empresa sigue empeñada en torcerle el brazo a la resistencia de los trabajadores el lunes comenzó con 103 telegramas de suspensión, como medida cautelar hasta verificar la participación en el conflicto de los operarios y operarias suspendidos y en la mañana de este miércoles se le negó el ingreso a un trabajador.
Mientras tanto los empresarios nucleados en la Unión Industrial Argentina (UIA) y el Instituto para el Desarrollo Empresarial de la Argentina (IDEA), reunidos en la Ciudad de Rosario, exigió al gobierno mano dura y que lo sucedido el viernes último en la planta de Pacheco, sirva para escarmentar a los trabajadores y trabajadoras que hagan reclamos laborales y pidieron “despejar las calles”. Todo esto sucede ante la atenta mirada de la embajada de Estados Unidos, que manifestó mediante un comunicado de prensa que: “La Embajada apoya la plena aplicación de los derechos y protecciones laborales, así como el respeto por los derechos de propiedad y las decisiones del sistema judicial”
Pero la solidaridad se múltiplica y está cruzando los limites del pais. El conflicto salio del interior de la fábricas para ser la bandera de lucha de muchas organizaciones sociales, sindicales y politicas.