A los pueblos les unió el repudio al zarpazo golpista oligárquico, la solidaridad inmediata y cumplida con el hermano pueblo hondureño y la consigna del regreso a Tegucigalpa de Mel Zelaya como único y legítimo Presidente de Honduras.
La Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA), El Sistema de Integración Centroamericana (SICA), El Grupo de Río, la cadavérica Organización de Estados Americanos (OEA) y la Organización de las Naciones Unidas (ONU) respaldaron a Zelaya y su mandato en estricto desconocimiento de los usurpadores de facto.
La determinación valiente de Zelaya, en pleno ejercicio de sus funciones presidenciales, decidido a reincorporarse a la Casa de Gobierno en su tierra, fue respaldada con medidas diplomáticas, comerciales, legales y políticas dirigidas a un contundente aislamiento de la camarilla sediciosa y asesina.
No obstante, las maquinaciones siguieron de la mano de los mecanismos encubiertos de los servicios secretos de los Estados Unidos, se entrevieron en las declaraciones confusas y maliciosas de los procónsules de Washington y se notaron en la ambigüedad de la actuación de los funcionarios de la OEA.
La Secretaria de Estado Hillary Clinton mantuvo un discurso tendencioso en el que no se habla de golpe de estado, y más bien propenso, a coincidir con la extorsión golpista excusando su disparate como una “sucesión forzada”. En el Departamento de Estado encubren sus intereses en la vaguedad de una retórica que califica la situación como crisis política que debe resolverse en el marco del estado de derecho, la legalidad interna y en base a la llamada “carta democrática”.
Los portavoces de La Casa Blanca han sido cautelosos a la hora de condenar a los facciosos y el atropello de la constitucionalidad como golpe de estado. De hecho El Departamento de Estado no ha interrumpido la asistencia a Honduras, en aplicación de la sección 708 de la “Ley de Asistencia Extranjera”, porque no han definido oficialmente lo sucedido como golpe de estado.
El senador Mac Goverm reclama “adonde está la nueva política de cooperación latinoamericana de Obama, hasta ahora Washington no ha suspendido ninguna relación” con el régimen tirano. Los EE.UU. sólo han condenado a los déspotas de los dientes para afuera. “Es necesario acompañar las palabras con los hechos”.
Hugo Rafael Chávez Frías denunció la actitud de EE. UU. “de no enfrentar la responsabilidad” con lo que favorece la estrategia de la enquistada dictadura de ganar tiempo, sostenerse a bayoneta hasta llegar a las elecciones de noviembre. “Honduras es parte de un plan reaccionario en la región, iniciado por el punto más débil, pero, continuará hacia Bolivia, Ecuador y Venezuela”. Intentan además el asesinato de los líderes de dichas Repúblicas.
Otro indicador de la participación solapada de la maquinaria Washingtoniana en el contubernio golpista, son las declaraciones del senador republicano Jim DeMint miembro del Comité de Relaciones exteriores del Senado, en las cuales da su apoyo al golpe, critica la debilidad de Obama y la posición OEA.
El ardid de la negociación circundó los corredores y estuvo en los corrillos diplomáticos y políticos. En la madrugada del miércoles 03 de julio en el maderamen de la OEA se acuerda darle un ultimátum de 72 horas a la falange forajida, para que devuelva la institucionalidad y la soberanía a la nación hondureña, de lo contrario, se tomarían acciones fuertes como la expulsión de honduras de la OEA.
Las inquietudes asomaron en el horizonte, especialmente si tomamos en cuenta la situación del pueblo de Honduras soportando una escalada represiva, siendo presa de la violencia militar, sufriendo un estado de sitio, despojado de las garantías individuales y políticas y desangrándose en una encrucijada de resistencia sin mayores medios disponibles, más que su arrojo, tesón y dignidad.
¿Porqué un plazo tan extenso mientras los más amplios sectores democráticos y organizados estaban sobrellevando los peores abusos y vejámenes de los salteadores del poder? ¿Qué se tramaba durante esas largas horas? ¿Porqué, darle ese tiempo precioso a los Micheletti, los goriletti, a los peleletti, a los pinocheletti para sus tenebrosas barbaridades y aferrarse a la impunidad?
Veamos como la intriga solapada de Washington hace estragos y han ido sucediendo los hechos. Las agencias de propaganda del imperialismo arrecian la desinformación con el adefesio de una perspectiva del régimen Michetetti estabilizándose y un país dividido.
Los bandidos extienden el baño de sangre, el terror y conculcan las garantías constitucionales de la ciudadanía hondureña. Las atrocidades se apoderan de campos y ciudades desencadenando sobre la resistencia valerosa del pueblo organizado la intimidación, los allanamientos, el ataque con granadas, fullería y tanques, la persecución, la carcel y la tortura. Los acribillados por las balas, heridos y desaparecidos en las garras de la rabiosa legión golpista aumentan con los días.
El gobierno de Costa Rica se niega a la aplicación de algunas medidas aprobadas por el SICA. La Casa Blanca no ha evacuado a su embajador en Tegucigalpa ni aplica sanciones a los sátrapas. José Miguel Insulza llega a Honduras con una propuesta de adelantamiento de las elecciones, creación de una junta provisional de gobierno y buscando en el pantano del régimen de facto posibilidades para que reciben a Mel Zelaya.
Nada más absurdo e incongruente con el espíritu de las resoluciones de organismos internacionales y el sentir de los pueblos del continente. Lo que se observa es una intencional actitud de negociar una salida al conflicto, un tortuoso reconocimiento de la banda golpista y una desatinada traición a Zelaya y al pueblo hondureño. Como lo dijo el Presidente Zelaya “el pueblo nunca va a perdonar este crimen que avergonzó a Honduras ante el Mundo”
El tiranuelo Arias Sánchez ha dicho estar en disposición de servir de mediador en la confrontación hondureña, con lo que muestra proclive a conciliar con el grupo oligárquico espurio que impera.
El vocero de El Departamento de Estado Iam Kelly dice “continúa el diálogo con nuestros socios regionales en la búsqueda de una solución a esta crisis en Honduras”. Los síntomas demuestran una empecinada injerencia de los EE.UU. filtrándose por los resquicios de la OEA. Está interviniendo con los astutos, medrosos y siniestros métodos añejos y reconocidos y mete sus garras peligrosas, agresivas y sangrientas pretendiendo inclinar la balanza a su favor, en la presente hora de tribulación y combate que vive el pueblo hondureño.
¿Se ha presionado y como a José Manuel Zelaya para que claudique? ¿Qué se negocia tras los andrajos de la OEA? Según los periodistas del New York Times: Marc Lacey y Ginger Thounson; funcionarios de la OEA negocian una amnistía para los golpistas y garantías vinculadas con el compromiso de Zelaya de renunciar a una reelección, aunque éste ha dicho que no está en su agenda un segundo mandato. “Hallar un terreno común que permita el retorno del Presidente constitucional y solución pacífica del conflicto”, según expresaron.
Los diplomáticos admitieron los contactos con miembros del aparato despótico y que las negociaciones empezaron inmediatamente después de la resolución del plazo de las 72 horas. Clara tendencia a la componenda en las órbitas del poder, alejados de las fuerzas sociales y populares donde está la fuerza de Zelaya y la democracia, con lo que dan pie a la consolidación de los dictadores.
Lo que se concluye es que la OEA sigue siendo una plataforma de los EE.UU. para el dominio y el intervencionismo. Que El Departamento de Estado, Los servicios secretos del imperialismo, la plutocracia militarista corporativa y la misma Casa Blanca han estado como telón de fondo del golpe de estado a José Manuel Zelaya, apuntalando el acto canallesco y abominable de las cúpulas oligárquico-militares hondureñas.
Desde la OEA no se terminará aislando en su plenitud al fantoche Roberto Milcheletti, sus corruptos secuaces y la legión de milicos depravados. Tiene que adquirir preponderancia el protagonismo del ALBA, del Grupo de Río, de UNA-SUR y porqué no del SICA. Hablar en este momento histórico de una sanción para los golpistas expulsando a Honduras de la OEA, suena ridículo y es un absoluto desatino. Pareciera por el contrario una recompensa. Igualmente si se empezara habar de bloqueo a Honduras o de aplicar el TIAR. Como sería el asunto, los mismos métodos auspiciados en el pasado por el imperialismo.
En este momento de infortunio, intranquilidad y desgracia para el pueblo hondureño, como lo afirma Mel Zelaya “En Honduras está capturado el pueblo y la democracia”, es inaplazable una respuesta categórica de los amantes de la libertad, la soberanía, la justicia social y la paz. Es apremiante la iniciativa y la acción inmediata desde los ámbitos políticos, diplomáticos, populares y revolucionarios del continente.
Las decisiones tienen que darse ya y debemos actuar de forma tajante para aplastar la insolencia golpista, derrotar a los enemigos del pueblo hondureño; de adentro y de afuera, y junto a las fuerzas del FRENTE DE RESISTENCIA POPULAR DE HONDURAS, salvar vidas, sostener los avances democráticos que se venían impulsando y profundizar un proceso de transformaciones económicas, sociales y políticas al cual tanto le temen las oligarquías y el imperialismo.
Oscar Barrantes Rodríguez
Miembro:
Círculo Bolivariano Yamileth López
Julio 04 de 2009.
San Ramón-Costa Rica