El Consejo de Defensa de la Institucionalidad (CDI) alerta a la opinión pública:
Con la crisis que vive el mundo, todos los países tratan de conservar su consumo interno y la producción nacional, para que haya más trabajo local. Costa Rica hace todo lo contrario cediendo nuestros mercados a las importaciones.
Mintieron para lograr sus propósitos. Le arrancaron al pueblo las telecomunicaciones, lo cual sin duda debilitará el ICE y con esto, el enfoque de solidaridad social mediante el cobro de tarifas exageradas y pésimo servicio: Ya Costa Rica vivió esa experiencia antes de la creación del ICE. Pero no les bastó. Su ambición y su codicia son tan grandes que ahora quieren apoderarse de todo lo demás. Ahora quieren todo el mercado eléctrico y para eso ya empezaron con el “inocente” proyecto titulado “Ley marco de concesión para el aprovechamiento de las fuerzas hidráulicas” que les permite explotar las cuencas sin los debidos controles ambientales y sin importarles abastecer la demanda del país porque lo que persiguen es que los dejen exportar la electricidad a Centroamérica.
Cuando se discutía el TLC dijimos que iban tras la privatización del agua, hoy la intentan con este proyecto de ley.
Igual asustan a la opinión pública con editoriales alarmantes (La Nación, 22 de Enero de 2009) donde advierten que: “Costa Rica podría experimentar una peligrosa ralentización económica o, quizás, una recesión de graves consecuencias para la generación de empleo, salarios reales y pobreza. Caerán las entradas de capital y disminuirán las remesas como producto de la crisis financiera internacional”.
Hace año y medio nos decían, con tal de ganar el Referendum: que sin TLC se perderían miles de empleos, que las industrias tendrían que cerrar y que el país se hundiría en la pobreza si no se firmaba el Tratado; curiosamente ahora dicen que estamos en la época de las vacas flacas. Hoy, apenas entrando en vigencia el TLC las industrias cierran, aumenta el desempleo, la desigualdad, la pobreza y la criminalidad, lo que demuestra la magnitud del engaño a los costarricenses.
Ahora apuntan sus baterías al sector eléctrico impulsando la “inocente” ley de concesión del recurso hídrico amparándose en la tragedia nacional sufrida por el reciente terremoto. También tienen elaboradas otros proyectos completamente aperturistas que sin duda significarán la destrucción final del ICE. En otros países del mundo, no sólo de América, las reformas a la industria eléctrica han tomado años de análisis y en muchos de ellos no se han podido realizar, porque éste es precisamente un sector sumamente sensible, con gran impacto en la población.
Hacemos esta denuncia para alertar al país sobre lo que está ocurriendo: Los sectores dominantes ávidos de negocios proponen leyes con consecuencias nefastas para las mayorías y en la Asamblea Legislativa se aprueban leyes sin el debido conocimiento, análisis, discusión y consulta a los sectores afectados.
Instamos a los miembros de la Asamblea Legislativa que estuvieron en contra del TLC y contra las privatizaciones y que además participan en la Comisión de Agropecuarios que es la que tramita el proyecto del recurso hídrico, para que se opongan firmemente a esta iniciativa gubernamental.
Hacemos llamado a las organizaciones ambientalistas y sociales para que establezcan un estado de alerta que permita la multiplicación de esta denuncia por todos los medios a su alcance, para promover la oposición a este proyecto de ley que nos lo presentan como inofensivo, para que sea combatido en todos sus extremos. De lo contrario, las consecuencias nefastas para el país serán sentidas en el corto, mediano y largo plazo y lamentadas por una inmensa mayoría de la población, que es siempre la más pobre, vulnerable y desprotegida.
Consejo de Defensa de la Institucionalidad (CDI)
Rodrigo Carazo Odio
Presidente
24 de enero 2009