Hace 35 años el ministro de Trabajo Francisco Morales (con la pala) y el entonces presidente de la ANEP Rolando Valverde, colocaron la primera piedra de las cabinas de la ANEP y hoy, participaron en la colocación de la primera piedra del hotel El Tití. Lo acompañan, Sonia Vargas y Albino Vargas de la directiva de la organización sindical.
Un sueño que inició hace 35 años unió a representantes de la Asociación Nacional de Empleados Públicos, ANEP, al ministro de Trabajo, Francisco Morales, y a empresarios turísticos de Quepos, para mostrar a los trabajadores, tanto públicos como privados, el lugar ideal para sus próximas vacaciones.
Y es que luego de haber recibido en donación un terreno aledaño al Parque Nacional Manuel Antonio, hace 35 años, donde con ayuda del entonces ministro de Trabajo, Francisco Morales –quien repite en el cargo actualmente- se construyeron unas cabinas que han servido para que vacacionen los trabajadores públicos cuyos ingresos no les permitirían cubrir otro tipo de hospedaje.
Hoy la ANEP da el siguiente paso, y es sustituir las viejas cabinas por un hotel de lujo, dedicado al disfrute de los trabajadores, inspirándose en proyectos de otros países como Venezuela, donde los trabajadores cuentan con lugares donde pasar las vacaciones con la familia.
El proyecto arrancará este mes con la construcción de los 2 módulos de villas que incluirán 4 villas cada uno con capacidad para 6 personas cómodamente hospedadas, según explicó Marco Tulio Picado impulsor del proyecto. Estarán listas en 6 meses, de acuerdo a sus planes.
Cada villa estará equipada con cocina, refrigeradora, microondas, utensilios de cocina, así como un comedor, dos habitaciones y sala con sofá cama, de esta forma podrían acomodarse cómodamente 6 personas en cada villa.
Pero no se conformarán solo con las villas, sino que están buscando el financiamiento para levantar un hotel compuesto por 144 habitaciones, un centro de convenciones y área de restaurantes, así como piscinas, todo dentro del mismo complejo. Ubicado a pocos metros del Parque Nacional Manuel Antonio.
¿CÓMO FUNCIONA?
Funcionará bajo la modalidad de tiempos compartidos, pero a bajo costo, dado que es dedicado a los trabajadores. Inicialmente se venderá a los afiliados de la ANEP, una vez cubiertas sus necesidades, suscribirán convenios con otros sindicatos, asociaciones solidaristas y cooperativas que deseen beneficiarse de ofrecer a sus miembros un centro vacacional a bajo costo.
El plan más económico, es el de temporada baja con un valor de $750, que le da derecho a disfrutar una semana al año en el hotel o las villas durante diez años, y a disfrutar las instalaciones cuando lo desee.
Según indicó Marco Tulio Picado se estarán vendiendo 2.440 planes vacacionales, pero primero deberán concluir con la etapa de venta a los afiliados antes de abrirse al resto de los sectores.
Una tercera parte del hotel se destinará a atender a los trabajadores vacacionistas, mientras las otras dos terceras partes ofrecerán servicio tanto a nacionales como extranjeros de la misma forma que cualquier hotel, ya que así es como se subsidiará el resto.
Picado fue claro al asegurar que no habrá diferencia en cuanto a las habitaciones y equipamiento, ya que todas serán iguales, indistintamente si son para uso hotelero o para los tiempos compartidos.
El proyecto incluye un centro de convenciones, que viene a llenar una necesidad, dado que no existe ninguno en el Pacífico, detalló Picado, que también vendrá a subsidiar el mantenimiento del programa de vacaciones baratas para los trabajadores.
TURISMO SOCIAL PARA ASALARIADOS
El secretario general de la ANEP, Albino Vargas, explicó que este proyecto de turismo social para asalariados nació hace muchos años, y ha debido ir superando distintas pruebas hasta ser ya una realidad.
El proyecto denominado “El Tití” está pronto a levantarse y con él se irán construyendo los sueños de muchos trabajadores, quienes al fin podrán disfrutar de un hotel de primera, en una de las zonas turísticas de mayor afluencia, y a precios accesibles.
“La rentabilidad del proyecto es para más desarrollo sindical de la ANEP, para proyectos mutuales, proyectos de solidaridad, la ANEP también ayudará al desarrollo de las organizaciones que comparten sueños y metas de ser una sociedad de inclusión y solidaridad”, enfatizó.
Vargas detalló que además El Tití vendrá a convertirse en fuente de empleo para la comunidad y el centro de convenciones llega a llenar un vacío.
“El Tití será el primer proyecto dirigido a costarricenses en una zona de turismo internacional… Es un precedente histórico, porque solo se ha pensado en turismo para extranjeros y no para personas trabajadoras”, finalizó Vargas.
El jerarca de Trabajo, Francisco Morales, también coincidió en la importancia de darle a los trabajadores mejores condiciones para vacacionar, ya que en este momento “ni el salario de un ministro alcanza”, al tiempo que destacó la importancia de que el sindicato también proponga y construya.
“Porque los trabajadores no tienen derecho a un lugar como estos, solo porque somos pobres… el capitalismo es bueno para el capitalista, pero los que vivimos de un salario, ni el de ministro, no hay salario que alcance y esperar una pensioncita de la Caja, ni hablar”, comentó entre en serio y en broma el jerarca, que prefirió estar con los trabajadores que en el consejo de gobierno que se desarrollaba simultáneamente en la zona de Los Santos.
Recalcó que el Código de Trabajo tiene dos serios inconvenientes para el movimiento sindical, primero el hecho de impedirles participar en política, cuando los empresarios sí lo pueden hacer, y el segundo, es que se les prohíbe participar en actividades lucrativas. Ambas acciones le permiten al ministro de Trabajo disolver un sindicato.
“¿Entonces es que los trabajadores estamos condenados a ser proletarios, a venir a cabinas que huelen a orines y no tienen agua?, cuestionó el jerarca quien también llamó la atención a los sindicalistas sobre la importancia de no solo oponerse, sino de proponer”.
¿CÓMO NACE?
El historiador de la ANEP Adalberto Fonseca, explicó que 1973 la organización sindical con mucha visión de futuro se preocupó por darle a sus afiliados oportunidades de estudio y de descanso, por ello impulsaron programas como el bachillerato por madurez para todos los trabajadores públicos, los programas de estancias, y el buscar un lugar de esparcimiento.
Primero recibieron el ofrecimiento de un terreno en La Cruz, Guanacaste y posteriormente consiguieron esa finca en Manuel Antonio, la cual les vendieron simbólicamente en un colón, gracias al esfuerzo de figuras como Rene Cevallos, quien hizo la negociación con Noel Tomas Logech, propietario de esa finca, y ecologista preocupado por proteger los monos y otros animales de los cazadores.
Con ayuda del Ministerio de Trabajo y de Hacienda obtuvieron los fondos para construir las cabinas que aún existen, pero que se han ido deteriorando con el tiempo, pero también habían soñado muchas veces con sustituirlas por un moderno hotel y ahora están a meses de lograrlo.
Betania Artavia
bartavia@ diarioextra.com
Nota publicada en Diario Extra el 2 de setiembre de 2008.