Lo sucedido evidencia que los tentáculos de la corrupción y el narcotráfico han empezado a penetrar a nuestro máximo cuerpo policial y con ello, queda también claro que las políticas de seguridad ciudadana y de combate a la criminalidad no están mostrando eficacia, pese a los cantares del Gobierno al respecto.
Sin embargo, es necesario tener claro que los policías involucrados en tales actos son una minoría absoluta, que no representa de modo alguno, al mayoritario colectivo de seguridad que compone el Ministerio de Seguridad Pública y, particularmente, la Fuerza Pública.
Dejamos patente nuestro apoyo y admiración a todos los hombres y mujeres policías que con orgullo y profesionalismo visten un uniforme que es garante de honestidad y profesionalismo.
La ANEP, que se horra con la membresía de cientos de agentes de seguridad, da fe de la ética profesional que guía al cuerpo de policías de la Fuerza Pública, lo mismo que del alto nivel de profesionalismo con el que cumplen el mandato de resguardar a la ciudadanía, sin importar nunca ni las condiciones precarias con que desempeñan su trabajo, ni los bajos salarios que devengan, ofrendando en muchas ocasiones su propia vida por proteger la vida de los otros.
Por cierto, la ANEP todavía no ha recibido respuesta de la Ministra Del Vecchio a nuestro planteamiento con respecto a una Revaloración Salarial Extraordinaria para la Fuerza Pública; propuesta que le hiciéramos desde el 15 de abril.
Afirmamos con toda contundencia que nuestros policías son profesionales honestos y valerosos, dignos de sus cargos, y absolutamente garantes del respeto al ciudadano, y por ende, merecedores del respeto de toda la ciudadanía, pues en sus manos está la seguridad de toda Costa Rica.
San José, 27 de junio de 2009.
Albino Vargas Barrantes
Secretario General
Edgar Morales Quesada
Secretario General Adjunto