Marietta Espinoza M.
mespinoza@ diarioextra.com
Fotos: Graciela Solís.
El resultado del referéndum del pasado 7 de octubre permitió a la Asociación Nacional de Empleados Públicos y Privados (ANEP) concluir que la democracia está enferma.
-¿Considera usted que el resultado del referéndum fue un golpe al sindicalismo en Costa Rica?
-En este momento los sindicatos somos la última trinchera que los oligarcas neoliberales no han podido todavía tomar para consolidar su proyecto de país, que no es un país que nos incluye a todos.
Los sindicatos logramos demostrar una gran cantidad de alianzas en el proceso del TLC y los grandes sindicatos logramos entender que la lucha contra el TLC era de todo el pueblo, dentro de la cual los sindicatos solo somos una parte, un soporte logístico, propagandístico, financiero y es precisamente por esa gran comprensión que se logró con ese resultado.
Nosotros estamos claros que ellos ganaron con trampa, con artimañas y con la campaña del miedo como quedó demostrado. Este no es un triunfo de “juego limpio” como se dice en el fútbol.
Para mi la principal conquista del proceso del referéndum es que a una gigantesca parte de la ciudadanía le quedó claro que instituciones del sistema republicano, que nosotros considerábamos neutros, no funcionaron.
El referéndum nos enseña que la democracia en Costa Rica está enferma y que sigue siendo el mejor sistema para vivir pese a sus imperfecciones, pero que no es ético que esta democracia se pervierta para favorecer intereses económicos de grupos reducidos de personas porque esa nunca fue la filosofía que inspiró a todas las generaciones de políticos anteriores.
-Cuando se rompió el monopolio de la banca estatal los sindicatos bancarios perdieron presencia pública y sindical, ahora con la apertura del ICE ¿cree usted que le puede pasar lo mismo a los sindicatos de esa institución?. – Los sindicatos del ICE tienen un rol historio innegable, lo que yo llamo el robo del ICE se debió consumar hace 20 años y no se consumó, entre otras cosas, por la resistencia de los gremios del ICE.
Me parece que el tema de la apertura no está completamente definido, sin embargo, para mi seguirán insistiendo las organizaciones sindicales con un rol muy importante sobre todo en materia de la denuncia, de la pérdida del modelo de solidaridad social que representó el ICE para convertirse en un ente meramente mercantil que es lo que finalmente quieren que el ICE sea.
-Seguir en la misma página del TLC no es desgastante para el sindicalismo costarricense?
-Yo pienso que el asunto del TLC es tan complejo que todavía nos queda la gigantesca tarea de empezar a señalar sus efectos nefastos en la integración social costarricense, para nosotros el impacto de ese TLC va a mostrar que todos los planteamientos que se hicieron eran con razón y que la sociedad no puede seguir viviendo si ese TLC no se llega a renegociar con los Estados Unidos de América.
Ya tenemos los primeros efectos del TLC. El anuncio de la Aresep de que en nuestros hogares la tarifa eléctrica va a subir por que tiene que nivelarse con lo que pagan los grandes empresarios, ya eso es un golpe.
Ahora la gente tiene que prepararse para incrementos de hasta un 20% solo por la eliminación del subsidio cruzado. Eso tiene un contexto y se llama TLC.
Nosotros no podemos pasar la página sin denunciar esa situación y llamar a ver si eso se revierte pero hay que decir que esto tiene un contexto.
Otra cosa que a mi me llamó muchísimo la atención es el tema de los medicamentos genéricos, debatido en la ley de propiedad intelectual.
Como gran cosa le ponen una cláusula a la Ley para que la Caja pueda comprar medicamentos patentados en caso de epidemias. Esa fue la gran concesión que nos hicieron.
El impacto demoledor en las finanzas de la Caja, ahora que está obligado a comprar medicamentos de marca nosotros lo vamos a sentir en el corto plazo y cuando la agente se enoje porque lo mandan a comprar los medicamentos afuera, nosotros le vamos a recordar que eso se llama TLC.
-¿Después del referéndum en qué han logrado influir los sindicatos en los costarricenses?
-Prácticamente a los movimientos sociales les ha sido imposible incidir en la agenda complementaria, el autoritarismo del gobierno y las directrices que da el gobierno para que el congreso camine en equis forma.
Pero es mejor no haber sido cómplices de eso, de mejorar leyes que ya en su esencia eran perversas para un estado como el costarricense inspirados en el humanismo cristiano.
-Algunos por ahí mencionan que se va a formar una nueva fuerza política donde participarían a los sindicalistas. ¿Participaría usted en una papeleta de ese tipo, le gustaría ser diputado en el 2010?
-Yo he sido contundente y claro en que yo me considero muy honrado del cargo que desempeño, no pertenezco a ningún partido político y no me interesa una curul legislativa, ni siquiera quiero ser candidato al lugar quinto del puesto de sindico del la municipalidad de donde vivo.
Como ciudadano creo que si debería existir una gran alianza de sectores políticos partidistas opuestos al neoliberalismo con sectores sociales y cívicos que también estamos opuestos al liberalismo.
A mi me parece que es urgente la construcción de un foro de poder que por lo menos restaure el equilibrio, por que después del referéndum la balanza se desvalanceo a través de la prevención de los mecanismos institucionales como la Sala Cuarta y de la propia Asamblea Legislativa.
¿Pero sí estaría de acuerdo en que otros sindicalistas la integren?
Por supuesto, esas son decisiones personales, pero podemos pecar de modestos porque en algunos de los buenos sindicatos nosotros tenemos cuadros políticos y profesionales de altísima estatura moral, gente súper inteligente, estudiosa y leal sobre todo.
Por eso a mi no me molestaría que un colega sindicalista con esa estatura moral, conocimiento y prestigio aspirara a una curul. Pero Albino Vargas, el sindicalista no tiene ningún interés en eso.
Pasando ya la página del TLC ¿qué sigue para el sindicalismo costarricense?
Estamos en el año del 60 aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, que dio origen a las Naciones Unidas y que por primera vez en un tratado internacional de Derechos Humanos a nivel del mundo quedó consagrado el derecho de los trabajadores a organizarse sindicalmente.
Para mi esa es una de las más profundas carencia de la democracia costarricense que no ha logrado que el derecho humano de organización sindical llegue a las empresas privadas.
Por eso vamos a ser muy enérgicos en este nuevo escenario histórico de que la organización sindical tiene que estar al libre acceso de los trabajadores sin importar el sector productivo donde estén.
Otro de nuestros ejes será el de la justicia tributaria y en el tema de los derechos económicos y sociales como posibilidades de acceso para toda la población. Tenemos que tener un sistema de seguridad social en las nuevas condiciones que permita que la gente tenga la seguridad de que al menos tiene educación, salud y servicios públicos esenciales de acceso universal.
• “No es ético que esta democracia se pervierta para favorecer intereses económicos de grupos reducidos de personas”.
• “Para mí, el tema de la apertura (del ICE) no está completamente definido”.
• “El TLC es tan complejo que todavía nos queda pendiente empezar a señalar sus efectos nefastos en la sociedad costarricense”.
• “Cuando la agente se enoje porque lo mandan a comprar los medicamentos afuera, nosotros le vamos a recordar que eso se llama TLC.