Hacemos pública la manifestación solidaria de la Asociación Nacional de Empleados Públicos y Privados (ANEP), para con el señor Fiscal General de la República, don Francisco Dall’Anese Ruiz, expresando nuestro más fuerte repudio y condena por la humillación de que fue víctima este destacado funcionario judicial costarricense, por parte de las autoridades migratorias de los Estados Unidos y, por ende, del cuestionado gobierno de ese país, al ser detenido en el aeropuerto de la ciudad de Miami, Florida, irrespetándose su investidura de representación oficial de nuestro país.
La reacción del gobierno costarricense ante tal acto de ofensa de la nacionalidad costarricense, se ha quedado corta, pues debió incluir, de inmediato, el llamado a consultas al actual embajador de nuestro país, con sede en Washington D.C.; para mostrar con más vehemencia al gobierno del genocida presidente Bush, la hondura de la ofensa que la dignidad nacional ha recibido con la humillación padecida por el señor Fiscal General, el pasado miércoles 23 de abril.
La valiente denuncia que formula el Fiscal General Dall’Anese, acerca de las extramilitaciones y descaradas intervenciones del Departamento de Justicia de los Estados Unidos, en los asuntos que atañen a la justicia en nuestro país, confirman la violación sin escrúpulos de la soberanía nacional costarricense que, de manera sistemática, realiza el gobierno gringo en las cuestiones domésticas de las y de los costarricenses.
Claro y contundente ejemplo de ello, lo reveló hasta la saciedad, la indignante intromisión del anterior embajador estadounidense en el fraudulento proceso del referéndum sobre el TLC.
Finalmente, y con el mismo nivel de gravedad, es la denuncia del señor Fiscal Genera de la República acerca de que presume una especie de “mano peluda”, para evitar que se concretara la entrevista, en Miami, con el procesado judicialmente funcionario de la trasnacional Alcatel, el señor Sapzisian, y las informaciones que éste podría haber brindado sobre el sonado caso de corrupción en el que altísima figuras de la clase política tradicional bipartidista han estado involucradas.
Con este caso, ha surgido una gigantesca necesidad de auscultar hasta qué niveles de profundidad ha llegado la intromisión estadounidense en los asuntos internos de los y de las costarricenses, violentando nuestra institucionalidad.
San José, domingo 27 de abril de 2008.
Albino Vargas Barrantes
Secretario General