Ante el encuentro de los sectores cívicos del Movimiento Patriótico del NO al TLC la Asociación Nacional de Empleados Públicos y Privados
ANEP manifiesta oficialmente
Primero: El 14 de agosto del 2002, hace poco más de cinco años, en su columna semanal de los miércoles en Diario Extra, la ANEP empezó a dar su aporte en esta gran gesta cívica del pueblo costarricense, como lo ha sido la lucha contra el TLC con los Estados Unidos de América. En ese momento, bajo el título “El TLC con Estados Unidos”, indicábamos que “En Costa Rica hemos tomado decisiones estratégicas en la calle y en las urnas. No queremos una sociedad de exclusión. La gente no come macroeconomía. Apostamos por un país de equidad y oportunidades”. En otro párrafo de ese artículo indicamos: “Las negociaciones comerciales no son un fin en sí mismas. Son de tanta importancia que sería un crimen dejarlas, únicamente, en manos de los pseudotecnócratas, verdaderos políticos al servicio de un sistema de sociedad altamente excluyente y concentrador de riqueza”. Cinco años después, podemos decir que no estábamos equivocados.
Segundo: La ANEP concibe que este histórico movimiento tiene, esencialmente, tres componentes que, en medio de su diversidad, aportan para su vitalidad: los comités patrióticos, los sectores y organizaciones sociales (incluidos los sindicatos) y las fuerzas y corrientes político-partidistas, con o sin representación parlamentaria, comprometidas con el NO de la Patria. La interrelación, la complementariedad, la coordinación, el respeto mutuo, la autonomía, la unidad en la diversidad, son algunos de los elementos básicos para alcanzar el éxito en la nueva fase de lucha que enfrentamos, luego del asalto a la democracia fraguado desde antes del domingo 7 de octubre, día en que se consumó tal afrenta a nuestra institucionalidad republicana.
Tercero: La oligarquía neoliberal criolla, y sus iguales del capitalismo sangriento centroamericano, comandan los destinos del país en estos momentos, con los hermanos Arias a la cabeza, desplegando niveles de autoritarismo y de totalitarismo nunca antes vistos en las últimas décadas de la historia nacional. La alianza que forjaron con el “gran” poder mediático, tal y como lo sentimos en carne propia en las horas antes al día del referéndum y en esa misma jornada, demuestran que están dispuestos a lo que sea y en cualquier ámbito, con tal de implantar (irreversiblemente según ellos), el neoliberalismo en nuestro país. No obstante, en el histórico referéndum sobre el TLC, del pasado 7 de octubre, la victoria ética y moral es, incuestionablemente, del Movimiento Patriótico del NO al TLC. ANEP siente una gran satisfacción porque mostró ampliamente su convicción y su firme compromiso en esta lucha.
Cuarto: A la vez que contribuíamos con nuestro aporte para generar la necesaria resistencia cívica de cara a tal desafío, la ANEP realizó diversos esfuerzos en el campo propositivo; demostrando que desde la sociedad civil organizada y desde su segmento más dinámico, los movimientos sociales, existe la capacidad de generar propuestas para un nuevo modelo de desarrollo. Fue así como y poco antes de las elecciones presidenciales del 2006, presentamos junto a otros sectores sociales relevantes, la propuesta CRISOL (_“Por una nueva Costa Rica inclusiva y solidaria”_).
Quinto: Por otra parte, gran cantidad de ciudadanos y de ciudadanas de muchos Comités Patrióticos, son testigos y testigas fieles del desprendimiento de la ANEP en esta gloriosa lucha del pueblo costarricense. Supimos entender nuestro rol en una justa eminentemente ciudadana, pese a la furia del principal periódico de la oligarquía que promovió, afortunadamente de manera fallida, la intervención del gobierno arista en los asuntos internos de la ANEP; maniobra que nuestra membresía rechazó con ocasión de la asamblea general de la agrupación, el pasado 20 de julio de 2007.
Sexto: Para la ANEP ha quedado más que claro que solamente con una acción cívica de gran envergadura, profundidad y extensión, bajo el concepto de la Democracia de la Calle, más específicamente del Referéndum de la Calle, será posible que esa oligarquía entienda que no tiene mandato suficiente para transformar la concepción solidaria de país que se construyó en nuestra Patria por décadas y décadas; que el resultado del referéndum, pese a su ilegitimidad, muestra dos visiones encontradas sobre el desarrollo nacional en condiciones cuantitativamente parejas y que la visión del NO de la Patria, es la que tiene la ética y la moral como quedó demostrado en el desigual proceso recién concluido.
Sétimo: La movilización ciudadana, a lo largo y a lo ancho del país, en fecha próxima (porque las urgencias sociohistóricas de este momento así lo están determinando), exige, en consecuencia, no solamente mantenernos unidos y unidas; sino que, de manera necesaria, debe haber importantes niveles de coordinación para la complementariedad más eficiente que permita el triunfo cívico en esta hora crucial de la Patria.
Octavo: La ANEP, que no responde a ningún interés político-partidista ni tampoco responde a intereses ideológicos sectarios, pues en sus filas la diversidad de su composición es la norma de todas sus actuaciones, seguirá profundamente comprometida para asumir las responsabilidades que nos competan, dentro del nuevo escenario sociopolítico que se deriva del ilegítimo resultado del proceso del referéndum del 7 de octubre. Nuestro firme aporte seguirá brindándose, ahora que la ciudadanía patriota debe enfrentar el desafío de la denominada agenda de implementación del TLC. Particularmente, los Comités Patrióticos pueden tener la certeza de que en la ANEP encontrarán apoyo, en la medida de nuestras posibilidades, para su quehacer cívico. Resaltamos la circunstancia positiva de que muchos compañeros y muchas compañeras de la ANEP, desde una perspectiva de responsabilidad para con la Patria, dieron su aporte en muchos de esos comités.
Noveno: Es nuestro criterio de que las nuevas circunstancias (que hacen que hoy, afortunadamente, sigamos todos unidos y todas unidas en este magno acontecimiento); recomiendan hacer un balance de nuestras fuerzas como movimiento (en lo político, en lo social, en lo civil); tratando de generar, en este ámbito de democracia participativa, el mejor direccionamiento posible, a partir de los nuevos movimientos de base, los Comités Patrióticos; complementariamente con la representatividad de liderezas y líderes que, desde otros ámbitos, han estado dando su aporte en esta coyuntura histórica de nuestra querida Patria. Con seguridad tendremos así, compartidamente, las mejores definiciones estratégicas.
Décimo: La ANEP renueva su compromiso con el No de la Patria; con los ideales, los principios y los supremos valores de la clase trabajadora; con la democracia participativa, contra la corrupción y por la transparencia; amén de seguir bregando por la construcción de una Costa Rica inclusiva y solidaria donde quepamos todos y todas.
San José, sábado 27 de octubre de 2007.
Salón El Ático, Zapote, San José
Junta Directiva Nacional de la ANEP
Ronald Barrantes Moya
Douglas Carrillo Azofeifa
Inés Delgado Castro
Carlos Alberto Elizondo Araya
María del Milagro Gómez Araya
Romano González Arce
Guillermo Keith Bonilla María
Eugenia Martínez Vargas
Flor de Lis Monestel Corrales
Edgar Morales Quesada
Guillermo Murillo Castillo
Juan Carlos Paniagua Soto
Isabel Portuguez Quesada
Gerardo Ramírez Zamora
Luis Rivas Quirós
Sonia Vargas Araya
Albino Vargas Barrantes