REFERÉNDUM Y COMITÉS PATRIÓTICOS: EL CASO DE LA UNIÓN

Gracias a las convicciones democráticas del Diario Extra, en el campo del respeto a la Libre Expresión, ANEP publica, semanalmente, en días miércoles, esta columna.
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Pese a que nunca lo pensaron y jamás lo quisieron, la oligarquía neoliberal criolla, sus pares del capital sangriento centroamericano que ya lucran en el país, así como la pandilla de testaferros, amanuenses, infiltrados y vendidos que están a su servicio, tienen que disputar voto a voto, con las organizaciones ciudadanas del Movimiento Patriótico No al TLC, la decisión final sobre este asunto.

Ni los millones de colones y de dólares de que han dispuesto y tienen listos para gastar; ni el hacer uso impropio de los recursos públicos para chantajear con el voto por el sí; ni tener el control de la institucionalidad pública (ejecutiva, legislativa, judicial y electoral); les ha sido suficiente para contrarrestar el desarrollo de una conciencia ciudadana viva, dinámica, creativa, solidaria, comprometida, sacrificada, inteligente y estudiosa que es la base del triunfo del No en el Referéndum del TLC.

Estamos hablando del surgimiento espontáneo, del crecimiento autogestionario y del desarrollo autónomo de la organización comunal opuesta al TLC: los comités patrióticos. Hemos vivido ya varias experiencias en tal sentido. El pasado sábado compartimos una enormemente gratificante. Se nos dio el honor y el privilegio de asistir a la reunión del Comité Patriótico de La Unión (Tres Ríos), reunido en Calle Naranjo; el cual nos había invitado para comentar sobre los últimos acontecimientos en torno al TLC y el referéndum. Pese a que caía un fuerte aguacero, ello no fue obstáculo para que una media centena de vecinos y de vecinas, de enorme compromiso cívico, se reunieran para organizar el trabajo de convencimiento por el NO al TLC y de organización electoral para el día 7 de octubre.

No faltó el cafecito negro caliente, ni la venta de tamales para recaudar fondos. Estaba el chanchito para recibir modestos aportes monetarios. Había camisetas y calcomanías, vendidas a precio módico para recoger dineros para la campaña. Además, mucha información impresa, totalmente gratuita, gran parte de la cual suministran organizaciones sindicales y sociales, realmente comprometidas con el referéndum. Había magia en esa reunión. Había calor humano, fraternidad comunal, fervor cívico, solidaridad y respeto.

Se respiraba en el aire un profundo amor por nuestra querida Costa Rica. Pese a tanta adversidad, frente a todo el aparataje institucional corrupto y vendido, frente a la manipulación mediática descarada, ese noble grupo de ciudadanos y de ciudadanas del Comité Patriótico de La Unión, exhibía un compromiso férreo, una alegría desbordante, una claridad política inobjetable acerca de las fuerzas que enfrentamos y del desafío que hemos asumido para derrotar ese TLC.

Esta experiencia del Comité Patriótico de La Unión, llena de coraje y de unidad, se reproduce a lo largo y a lo ancho del país. Rendimos, hablando de esta experiencia, un sincero homenaje a todos los comités patrióticos que con el corazón como emblema (ese que ahora nos quieren robar), despliegan un titánico esfuerzo cívico para la noble lucha contra el TLC en las urnas. A todos esos comités patrióticos, les decimos que organizaciones como la ANEP no les darán la espalda. Estaremos apoyando su trabajo pero respetando su soberanía y su inteligente creatividad.

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