Ajuste de cuentas pendiente

Gracias a las convicciones democráticas del Diario Extra, en el campo del respeto a la Libre Expresión, ANEP publica, semanalmente, en días miércoles, esta columna.

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“Hay muchas tareas pendientes, y la más apremiante de todas es la fiscal, sin la cual las demás son imposibles, o se malograrían en un escenario de inflación, inestabilidad y empobrecimiento”.

“…las políticas de fomento se desplazaron principalmente hacia sectores de la nueva economía, con débiles encadenamientos sociales (no generan empleo en forma masiva), productivos (importan sus insumos, realizan escasas compras internas, envían sus ganancias como pago a factores externos) y fiscales (pagan poco o del todo no pagan impuestos),…”.

“…en años recientes se deterioraron los ingresos autónomos de los hogares o de los ocupados; ambas reducciones afectan a la población de manera generalizada”.

“Se dejó de lado a un funcionariado estable, con margen de autonomía técnica, y se sustituyó el mecanismo de descentralización institucional por una coordinación basada en la influencia política”.

“El proceso electoral mostró un sistema político asediado por el malestar ciudadano. Abstención elevada, clima electoral frío, participación limitada y un resultado sin triunfadores”.

Los criterios anteriores no los está diciendo un sindicalista. Son parte del prólogo al Duodécimo Informe del Estado de la Nación, dado a conocer el pasado lunes. La investigación y el diagnóstico más prestigioso, relevante y de mayor credibilidad de la Costa Rica de hoy, refuerza todo el sentido de nuestra lucha, la lucha de los movimientos sindicales, sociales y populares de todos estos años.

La camarilla plutocrática gobernante de los últimos veinte años debe rendir cuentas. Una especie de coalición del mal es la responsable de que Costa Rica esté hoy como está. Nos deben cuentas.

Deben cuentas la “gran” prensa mediática enemiga de la democracia; deben cuentas las cúpulas dirigentes del gran empresariado comercial, agroexportador y financiero; deben cuentas la camarilla politiquera del grupo de negocios PLUSC; deben cuentas los receptores a manos llenas de incentivos fiscales de todo tipo; deben cuentas los grandes evasores de impuestos; deben cuentas los grandes corruptores de la institucionalidad; deben cuentas los que convirtieron los servicios públicos en fuente lucrativa de negocios privados; enfin, deben cuentas los violadores de los derechos humanos de los y de las costarricenses. Los conocemos. Sabemos quiénes son y qué hacen… Definitivamente que el pueblo tiene un enorme ajuste de cuentas pendiente.

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