La discusión que ha de venir en próximos días, acerca del monto en que se tendrá que ajustar los salarios base de las personas trabajadoras del sector Público, a partir de este 1 de julio (segundo semestre del año 2012), será aprovechada por la ANEP para insistir en la precariedad laboral de varios grupos laborales del Gobierno Central; los cuales, de manera acelerada, ven deteriorarse el poder de compra de sus salarios y, por ende, su situación sociofamiliar. Veamos:
El personal de base, el personal raso de la Fuerza Pública: los y las policías “_de a pie_”. Los mandos medios y altos del cuerpo policial más grande del país ya reciben salarios justos y dignos. Pero la “_otra_” Fuerza Pública, “la de abajo”, que es la inmensa mayoría, sigue estando pésimamente mal pagada, en espera de un nuevo Manuel de Puestos que les haría justicia pero que no se ve por ningún lado.
Las trabajadoras, personal técnico y de cocina de los CEN-CINAI. Hablamos de un grupo laboral totalmente invisibilizado, mucho del cual está compuesto de señoras adultas que deben realizar su trabajo mediando gran esfuerzo físico. Por otro lado, mucha de las mujeres trabajadoras de los CEN-CINAI pese a tener ya grado profesional, se les sigue pagando como técnicas, en el mejor de los casos. La sobreexplotación laboral y la precariedad salarial son las dos características fundamentales para quienes trabajan en este importante servicio público.
El personal oficinista y secretarial del Gobierno Central también sufre una gran precariedad salarial. Hemos de insistir en que se haga bien visible su situación para encontrar caminos de justicia tanto tiempo postergada en este grupo laboral.
Sabemos que a nivel general como en lo que respecta a los indicados grupos específicos, el “_no hay plata_” será la respuesta oficial y cansina del Gobierno.
Sin embargo, la ANEP está suficientemente preparada para demostrar que el “_no hay plata_” no tiene sustento alguno pues reiteraremos, una a una, nuestras propuestas de ingresos fiscales y tributarios frescos para el Estado sin nuevos impuestos.