San José, 29 de mayo de 2012.
S.G. 11-13-0373-12
Honorables señores y señoras:
Dr. Henning Jensen Pennington, Rector
M.Sc. Roberto Salom Echeverría, Vicerrectoría de Acción Social
Dr. Carlos Araya Leandro, Vicerrectoría de Administración
Dr. Bernal Herrera Montero, Vicerrectoría de Docencia
Dra. Alice Lorea Pérez Sánchez, Vicerrectoría de Investigación
M.Sc. Ruth De la Asunción Romero, Vicerrectoría de Vida Estudiantil
Universidad de Costa Rica (UCR)
Ciudad Universitaria “Rodrigo Facio Brenes”
Respetados señores y respetadas señoras:
Gran respeto expresamos por esta vía a vuestras ilustres y dignas autoridades académicas de la Universidad de Costa Rica (UCR).
Ha llegado hasta nuestros oídos una especie acerca de que ese honorable cuerpo rector de reciente asunción en el mando de tan prestigiosa casa de estudios superiores de nuestro país, presuntamente, estaría considerando eventuales cambios o transformaciones en su publicación escrita más emblemática del periodismo nacional, el no menos prestigioso Semanario Universidad.
La sola posibilidad de que el Semanario Universidad modifique su relevante papel como uno de los medios de prensa de mayor acuciosidad crítica, de enfoque realmente cuestionador de un estado de cosas a todas luces negativo para las mayorías ciudadanas; nos acongoja terriblemente, dado que el Semanario Universidad se ha ganado un enorme sitial de honor en el ámbito de grandes sectores de la población costarricense; los cuales, de otra manera, no tendrían un enfoque comunicador alternativo en cuanto a la profundidad de sus análisis, lo relevante de sus informaciones y el amplio espacio incluyente para sectores organizacionales de la sociedad civil que, por lo general, tienen dificultades del acceso a los mecanismos de la libre expresión como se comprenden a la luz de los postulados universalmente reconocidos pero no siempre plenamente respetados, de los Derechos Humanos (DD.HH).
El Semanario Universidad, especialmente desde que es conducido por esa extraordinaria profesional que es doña Laura Martínez Quesada, tiene un enorme impacto para la definición de no pocos planteamientos propositivos y críticos que desde la sociedad civil organizada se pueden formular; especialmente para entidades que abogan por el retorno de la política pública hacia la senda del bien común, y por la recuperación de valores inspiradores como la inclusión, la equidad y la movilidad social ascendente. Igualmente, sería un enorme daño para la libertad de expresión en nuestro país que la ilustre ciudadana directora del semanario, fuese separada de su cargo. En la amplia y enorme diversidad de la compleja estructura de las organizaciones sociales y populares, una decisión de tal calibre recibiría un generalizado repudio.
No sabemos si, nuevamente, podríamos estar ante una nueva intentona de acallarlo. Ello sería inaudito, imposible siquiera de tener algo de realidad, tratándose de la UCR. Anhelamos que los informes recibidos en esta dirección, carezcan de veracidad y que solamente estemos de frente a especies sin fundamento que solamente tratarían de desprestigiar la integridad de profundo respeto por la democracia, por la diversidad y por la tolerancia que entendemos caracteriza al nuevo equipo rector depositado en vuestras manos.
Agradeceríamos de vuestra parte que nos honraran con una respuesta, aprovechando para indicarles que ni una sola persona que labora actualmente en el Semanario Universidad ha incidido para que la ANEP, a través del suscrito servidor, les exprese tal preocupación. Fuentes extramuros universitarios fueron las que nos han llamado la atención sobre el particular, indicándonos de la necesidad de acudir a sus despachos para tal propósito.
Con la reiteración de nuestro mayor respeto y consideración,
Albino Vargas Barrantes
Secretario General