PRIMERA CARTA PASTORAL: MONSEÑOR VICTORINO GIRARDI
(19 de Junio de 2009, festividad del Sagrado Corazón de Jesús)
En la historia de nuestra Diócesis de Tilarán-Liberia, con acta de nacimiento del 22 de junio de 1961, fue elegido como primer padre-Obispo Monseñor Román Arrieta Villalobos (1961-1979), le siguió Monseñor Héctor Morera Vega (1979-2004) y finalmente Monseñor Victorino Girardi Stellin (2004-2009).
En estos 48 años de historia diocesana se han publicado muchos documentos oficiales, entre los que han sobresalido las llamadas CARTAS PASTORALES, que son escritos de puño y letra del Obispo para ofrecer una guía segura al pueblo de Dios que se le ha encomendado, refiriéndose en concreto a algunas situaciones que su corazón de PASTOR siente que necesitan una palabra de aliento y esperanza, y convirtiendo así estas Cartas en DOCUMENTOS OFICIALES, en Magisterio de la iglesia diocesana o, si se refieren a la cuestión social, en Doctrina Social de la Iglesia (DSI).
Entre estas CARTAS PASTORALES nuestra oficina de Pastoral Social-CARITAS, ubicada en la Curia Diocesana (Antigua escuela Santa Ana) de Liberia, cuenta con algunas de ellas en versión digital, y otras en versión impresa, sobresaliendo entre las más recordadas:
1. Carta Pastoral para vivir activamente la caridad cristiana, Monseñor Román Arrieta (20-05-1965)
2. Carta Pastoral “sobre la educación Cristiana de la juventud”, Monseñor Román Arrieta (1-12-1971)
3. Carta Pastoral “Llamado para una sociedad más justa”, Monseñor Román Arrieta (28-06-1974).
4. Carta Pastoral “Yo Pablo”, Monseñor Héctor Morera (27-12-1981)
5. Carta Pastoral “Sobre el año jubilar”, Monseñor Hector Morera (22-05-1983)
6. Carta Pastoral “Gracias, Padre”, Monseñor Hector Morera (27-12-1989)
7. Carta Pastoral “Cielo, tierra y mar”, Monseñor Hector Morera (3-03-1996)
8. Carta Pastoral “Discípulos, tras las huellas de Cristo…”, Monseñor Victorino Girardi (19-06-2009)
Nos referimos a esta última carta, pues precisamente HOY, festividad del Sagrado Corazón de Jesús, nuestro Obispo, que quiere tener “un corazón semejante al suyo” se ha conmovido profundamente ante la difícil situación social que atraviesa nuestra Diócesis de Tilarán (provincia de Guanacaste y Cantón de Upala), ante unas aparentes inexplicables contradicciones internas que están causando un profundo dolor en su rebaño:
1. Somos al mismo tiempo la región más pobre del país aunque aquí se ha dado la mayor inversión turística e inmobiliaria
2. Aquí están las construcciones más ricas, opulentas y magníficas del país, junto a la cantidad más grande de hogares pobres y viviendas indignas
3. Aquí se ha producido la mayor captación de empleo en el sector turismo y en la construcción, pero al mismo tiempo tenemos el índice de desempleo más alto del país
4. Aunque en los últimos años aumentó la mano de obra en esta región, al mismo tiempo desmejoró la situación laboral: “llevan 5 años o más sin trabajar un 20,3% (uno de cada 5 guanacastecos); continúan en ocupaciones no calificadas un 35,53% (uno de cada tres); laboran sólo medio tiempo o menos un 10,49%; no tienen vacaciones un 30,99%; no tienen derecho a incapacidad un 31,61%; no tienen aguinaldo un 28,97%; declaran un ingreso inferior a cien mil colones un 73,18% (tres de cada cuatro guanacastecos); se mantienen en subempleo visible e invisible un 13,81%; sobreviven en un trabajo inestable un 21,55%…en fin, nos está saliendo muy caro eso que llaman progreso” (#38). Y estas estadísticas oficiales corresponden al año anterior a la llamada crisis financiera, que se ha agudizado en esta región más que en cualquier otra región del país.
En fin, con esta Carta Pastoral, desde la iglesia diocesana de Tilarán-Liberia, se está haciendo un fuerte llamado al Gobierno Central, a las 13 municipalidades del territorio diocesano y a las instituciones públicas, al igual que a la inversión privada, para que hagamos un ALTO en este desordenado y cuestionado “progreso” sin ética social, antes que sea demasiado tarde y caigamos en un COLPASO SOCIAL Y ECOLÓGICO, como ya algunos especialistas vienen vaticinando desde algún tiempo atrás.
Nuestra FE cristiana nos mueve a actuar responsablemente y a señalar, como bien lo indica el título de la presente Carta Pastoral, que para ser verdaderos DISCÍPULOS, TRAS LAS HUELLAS DE CRISTO, tenemos la obligación de continuar sembrando y “PROMOVIENDO LA VIDA, AL NORTE DE COSTA RICA”, en el territorio de nuestra diócesis de Tilarán-Liberia donde un día el Señor espera cosechar los frutos del Reino, que son verdad, justicia, solidaridad y amor.
En el anexo, la mencionada primera Carta Pastoral de Monseñor Victorino.