Se nos invita a una Asamblea Municipal abierta en febrero en el Salón Comunal que había sido solicitada por la comunidad con el fin de interpelar a la Municipalidad para que de explicaciones sobre el acueducto en construcción.
El pueblo veían que se estaba montando y se perforaban pozos algunos a la línea del río pero se encontraba totalmente al margen del asunto. Fue en esta Asamblea que nos enteramos de la complejidad el conflicto que se venía encima.
A raíz de esta reunión empiezan a aparecer los actores. Aparece un señor de apellido Sauter representando a los 22 empresarios fideicomisarios, aparece el señor Cantillo, —alcalde de Filadelfia-, Mauren Ballesteros y Ricardo Sancho dando explicaciones. Sancho explica a los vecinos los beneficios que van a obtener por el acueducto y a la vez pide disculpas por no haberles avisado antes y por haber empezado la construcción a espaldas de el pueblo. De todo esto hay videos.
Decían que la infraestructura de acueducto que se les debía desde hace años era parte de esta estructura que se estaba construyendo.
No contaban con que para ese momento la gente del pueblo había contratado una asesoría legal para el análisis del documento que se firmó entre el AyA y los promotores de viviendas en la costa.
El abogado contratado explica en la Asamblea que el contrato adolece de una serie de vicios y nulidades: no se pidieron los permisos, no se hicieron los estudios adecuados y que en letra pequeña dice que quien va a administrar el recurso hídrico, determinar a quien le venden pajas de agua y cuanto cobrarán por ella serán los promotores de vivienda de la costa que, además, lo podrán hacer de forma discrecional.
La gente se empieza a encafinar y lo que exigen al Alcalde es que mande a parar las obras y que la Contraloría General de la República se involucre. Cantillo, el Alcalde, pregunta si hay posibilidades de que las obras se detengan. Sauter, uno de los promotores de vivienda –entre los cuales está el Grupo Mapache-, dice que eso no es posible.
En ese momento mandaron a desalojar la Sala, enviaron un montón de policías y Sancho salió escoltado de esa Asamblea. A partir de ahí queda clarísimo cómo se empieza a polarizar el conflicto.
Le piden a la Comunidad que negocie pero la comunidad no entiende qué negociar. No hicieron ningún estudio. Ahora, después de muchas presiones y que el asunto se salió del comal en que lo tenían cocinado, salió Ricardo Sancho con un estudio del 2004, cuando la misma gente del Setena se había presentado antes a la comunidad diciéndoles que no existía ningún estudio y que para hacer uno del manto acuífero y aprobar un proyecto de esta envergadura, tenían que haber hecho un estudio longitudinal. Todo esto se los había explicado una hidrogeóloga y el señor del Setena al pueblo.
Este mismo señor sale después, hace unas semanas, diciendo que si existen los estudios. Evidentemente hay muchísimas presiones.
Es necesario llamar la atención del térmno “desarrollistas” o “desarrolladores” que se refiere más bien a la explotación pura y dura. Ahí no hay desarrollo, son promotores de vivienda, de complejos turísticos. Si hablamos de desarrollistas nos montamos sobre el mismo discurso que ellos tienen y que ha sido utilizado en las frases más trilladas que ya no convencen a la gente, como que “al progreso nadie lo detiene” o que “el desarrollo es bueno para todos”, etc.
Es increíble la respuesta de la gente. Se trata de un pueblo que tiene un rezago social tremendo. Problemas de alcoholismo, desempleo altísimo, problemas sociales críticos. Es un pueblo que refleja el abandono del Estado.
A uno le sorprende como, a pesar de ésto, rápidamete y a golpe el pueblo va entendiendo cuál es la verdadera Costa Rica y al servicio de quien están las autoridades y lo comprenden con una lucidez tremenda.
De igual forma hemos visto escenas que a uno le asustan ante la posibilidad de que no se puedan contener cuando la gente está tan acosada por los antimotines, cuando empieza a circular la verdad y hay momentos en los que entran en juego todo el resto de malestares sociales del pueblo. Hay mucho enojo que perfectamente podría no ser bien canalizado y que la prensa aprovecha, además, para desvirtuar la lucha. Es uno de los aspectos más críticos.
La prensa y los antimotines azuzan y empiezan a exacerbar localismos para tratar de dividir y entonces la prensa da a entender que son la gente que viene de San José la inconforme y a tratar de dividir al Movimiento.
No obstante lo anterior, hasta ahora la gente del pueblo se ha mantenido unida y con una claridad que sorprende porque no ha sido un pueblo de lucha. Aunque hubo algunos dirigentes del Movimiento del No valiosos, no se habían involucrado en la organización que se gestó a raíz de ese Movimiento en otros lugares. Ahora si.
Sin embargo, la lucha es difícil, se encuentra en un momento crítico y necesitamos de todo el apoyo.
Fuente: Comités Patrióticos
Relato de Peggy Quesada a la compañera Dora Araya, Abangares