No te arrodilles Patria

NO TE ARRODILLES PATRIA

Podrán violar tu vientre,
lecho ancestral
de verdes latitudes,
y volverás ilesa
porque el dolor
no cabe en tus entrañas
mientras brille en la hondura
de tus ojos
la libertad del pájaro
infinito.

Yo sé de tu nostalgia,
de la herida que duele
más allá de ti misma,
del lagrimón silente
que ondea en tu bandera
como un himno
que espera ser cantado
por la voz redimida
de su pueblo.
Honduras,
patria de todos los poemas,
te canto en la palabra
que no sabe de balas,
porque recogerás
del pueblo
sus mejores cosechas,
aunque la tierra gima
las traiciones
de los hijos malditos.

Yo sé de tus nostalgias…
Pero en los campos liberados
crecerán las semillas
libres de rojos
incendiarios
y parirás los hijos
y las hijas
sin cadenas de guerra
amenazando.

Todo en ti será fértil
como la buena hierba
que recoge tu mano
de madre solidaria.

No te arrodilles Patria,
y acéptame en tu vientre
como a otra hija
que te sueña
sin que existan distancias
distanciándonos.

* Poeta de Costa Rica

Organizaciones de América Latina inician encuentro contra Golpe en Honduras

La convocatoria del encuentro llama a defender la Alternativa Bolivariana para las Américas (ALBA) y sostiene que todos los pueblos del continente fueron atacados con el Golpe ocurrido el pasado 28 de junio en Honduras.

“Este acto bárbaro incluyó una campaña de represión en contra del pueblo hondureño y la persecución de los activistas de los movimientos sociales de ese país hermano” sostiene el texto firmado por las organizaciones convocantes.

Agrega que “a partir del golpe, las fuerzas de derecha, apoyadas por los militares golpistas, han aumentado la represión contra la población civil, pero particularmente con las amplias masas que se han levantado para rechazar el golpe y a los golpistas y para demandar la restitución el gobierno elegido por las mayorías”.

La convocatoria también expresa que “el golpe también representa un ataque en contra del ALBA y de los cambios sociales que se dan a lo largo y ancho del continente”.

Las actividades inician este 14 de julio con el Encuentro de soberanía Alimentaria y Reforma Agraria en Nicaragua que se extenderá por dos días; continúa el 16 y 17 de julio con el Encuentro de Movimientos Sociales de Centro América y finaliza el 18 con el Encuentro Internacional de solidaridad contra El golpe en Honduras.

Fuente: PÚLSAR-Agencia Informativa

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Movimientos Sociales de América Latina emitieron un comunicado en el que llaman a movilizarse en contra del Golpe de Estado en Honduras y por la restitución del orden constitucional en ese país.

CONVOCATORIA AL ENCUENTRO INTERNACIONAL DE SOLIDARIDAD CONTRA EL GOLPEEN HONDURAS Y LOS PUEBLOS DEL ALBA
¡A defender el ALBA y la dignidad de nuestros pueblos!

Managua, Nicaragua, 17 y 18 de julio del 2009

El domingo 28 de junio, se cometió un golpe militar en Honduras paradestituir un gobierno elegido democráticamente. Este acto bárbaroincluyó una campaña de represión en contra del pueblo hondureño y lapersecución de los activistas de los movimientos sociales de ese paíshermano. A partir del golpe, las fuerzas de derecha, apoyadas por losmilitares golpistas, han aumentado la represión contra la poblacióncivil, pero particularmente con las amplias masas que se han levantadopara rechazar el golpe y a los golpistas y para demandar la restituciónel gobierno elegido por las mayorías.

A pesar de la brutal represión, el movimiento masivo del pueblohondureño ha ido en ascenso. Las combativas movilizaciones no hancesado. El ejército ha asesinado, golpeado y encarcelado, pero no hanlogrado acallar el grito de un pueblo digno. La heroica lucha deresistente del frente nacional de resistencia del pueblo hondureño encontra de los golpistas es una inspiración para todos los pueblos queaspiramos a una democracia real y mejores condiciones para nuestros pueblos-

Por otra parte, el golpe de estado no solamente es un golpe en contradel hermano pueblo hondureño. El golpe también representa un ataque encontra del ALBA y de los cambios sociales que se dan a lo largo y anchodel continente.

¡Hoy todos somos Honduras!

Por lo anterior, convocamos a los pueblos del continente, a losmovimientos sociales y a la solidaridad internacional, al EncuentroContinental en Apoyo a la Lucha de Resistencia del Pueblo Hondureño,bajo el siguiente programa:

FECHAS EVENTO
14 y 15 de Julio Encuentro de soberanía Alimentaria Reforma Agraria enNicaragua, contexto ALBA Centro América
16 y 17 de Julio Encuentro de Movimientos Sociales de Centro América
17 y18 Encuentro Internacional de solidaridad contraEl golpe en Honduras y los pueblos del ALBA

Contactos ATC – Via Campesina, Edgardo Garcia atcnic@ibw.com.niedgardogarcia2007@yahoo.es, telf. + 5005 22784575, 22780616, FaustinoTorrez Faustino.torrez@gmail.com, y Alexandre Conceição – MST Brasilalexandremstpe@yahoo.com.br

¡Nos tienen miedo por que no tenemos miedo!

Atentamente,
Frente Nacional de Resistencia contra el golpe de Estado (Honduras)
Vía Campesina Internacional
Movimientos Sociales de América Latina

Canciller de Honduras exige medidas económicas de EEUU contra el Golpe

La diplomática exigió al ejecutivo estadounidense que asuma medidas económicas severas para con el Gobierno hondureño.

En declaraciones a la cadena venezolana TeleSUR, cuyos periodistas fueron expulsados de Honduras, Rodas afirmó que es necesario que “en nombre de la democracia pasemos a la acción y por ello solicitamos al gobierno de EE.UU. que las sanciones contra el régimen se hagan efectivas”.

La canciller hondureña pidió que esa condena sea “en términos económicos” y especificó que “se suspendan los desembolso a fin de que se aísle a este régimen”.

“Sabemos que existe un facción de ultraderecha en Estados Unidos que apoya el golpe de Estado en Honduras, pero debemos reconocer que hay una parte que aboga por la democracia”, dijo Patricia Rodas.

Fuente: PÚLSAR-Agencia de Noticias

Honduras contra la historia

ALAI AMLATINA, 13/07/2009.- La Biblia refiere que cierta vez los maestros de la ley llevaron ante Jesús a una mujer adúltera. Pretendían apedrearla hasta la muerte, según los obligaba la ley de Dios, que por entonces dicen que era también la ley de los hombres. Maestros y fariseos quisieron probar a Jesús, de lo cual se induce que Jesús ya era conocido por su falta de ortodoxia con respecto a las leyes más antiguas. Jesús sugirió que quien estuviese libre de pecado tirase la primera piedra. Así nadie pudo ejecutar la ley escrita.

De esta forma y de muchas otras, la misma Biblia se fue cambiando a sí misma, pese a ser una suma de libros inspiradas por Dios. Las religiones se han preciado siempre de ser grandes fuerzas conservadoras que, enfrentadas a los reformistas, se convirtieron en grandes fuerzas reaccionarias. La paradoja radica en que toda religión, toda secta ha sido fundada por algún subversivo, por algún rebelde o revolucionario. Por algo pululan los mártires, perseguidos, torturados y asesinados por los poderes políticos del momento.

Los hombres que perseguían a la adúltera se retiraron, reconociendo con los hechos sus propios pecados. Pero a lo largo de la historia el resultado ha sido diferente. Los hombres que oprimen, matan y asesinan a los presuntos pecadores siempre lo hacen justificados en alguna ley, en algún derecho y en nombre de la moral. Esta regla, más universal, fue la aplicada en el mismo ajusticiamiento de Jesús. En su época no fue el único rebelde que luchó contra el imperio romano. No por casualidad se lo crucificó junto con otros dos reos. Por asociación, se quiso significar que se estaba ajusticiando a un reo más. Ni siquiera a un disidente religioso. Ni siquiera a un disidente político. Invocando otras leyes, se sacó del medio al subversivo que ponía en cuestión la pax romana y el colaboracionismo de la aristocracia y las jerarquías religiosas de su propio pueblo. Todo fue realizado según las leyes. Pero la historia los reconoce hoy por sus métodos.

El gobierno de George Bush nos dio tema de sobra y a gran escala. Todas las guerras y las violaciones a las leyes nacionales e internacionales fueron acometidas en defensa de la ley y el derecho. Por sus intereses sectarios será juzgado por la historia. Por sus métodos se conocerán sus intereses.

En América latina, el papel de la iglesia católica ha sido casi siempre el papel de los fariseos y los maestros de la ley que condenaron a Jesús en defensa de las clases dominantes. No hubo dictadura militar, de origen oligarca, que no recibiera la bendición de obispos y de influyentes sacerdotes, legitimizando así la censura, la opresión o el asesinato en masa de los supuestos pecadores.

Ahora, en el siglo XXI, el método y los discursos se repiten en Honduras como un latigazo del pasado.

Por sus métodos los conocemos. El discurso patriota, la complacencia de una clase alta educada en la dominación de los pobres sin educación académica. Una clase dueña de los métodos de educación popular, como lo son los principales medios de comunicación. La censura; el uso del ejército en acción de sus planes; la represión de las manifestaciones populares; la expulsión de periodistas; la expulsión por la fuerza de un gobierno elegido por votación democrática, su posterior requerimiento ante Interpol, su amenaza al encarcelamiento de los disidentes si regresaban y su posterior negación por la fuerza a que regresen.

Para ver mejor este fenómeno reaccionario vamos a dividir la historia humana en cuatro grandes períodos:

1) El poder colectivo de la tribu concentrado en un miembro fuerte de una familia, por lo general un hombre.

2) Un período de expansión agrícola unificado por un tótem (algo así como un apellido vencedor) y luego un faraón o emperador. En este momento surgen las guerras y se consolidan los ejércitos más primitivos, no tanto para la defensa sino para la conquista de nuevos territorios productivos y para la administración estatal de la sobreproducción de su propio pueblo y la opresión de sus pueblos esclavos. Esta etapa se continúa con sus variaciones hasta los reyes absolutistas de Europa, pasando por la Era Feudal. En todos, la religión es un elemento central de cohesión y también de coacción.

3) En la Era Moderna tenemos un renacimiento y una radicalización del experimento griego de democracia representativa. Sólo que en este momento el pensamiento humanista incluye la idea de universalidad, de la igualdad implícita de todo ser humano, la idea de la historia como un proceso de perfeccionamiento y no de inevitable corrupción y el concepto de moral como un producto humano y relativo a un determinado tiempo. Y quizás la idea más importante, ya desde el filósofo árabe Averroes: el poder político no como la pura voluntad de Dios sino como el resultado de los intereses sociales, de clases, etc. El liberalismo y el marxismo son dos radicalizaciones (opuestas en sus medios) de esta misma corriente de pensamiento, que también incluye la teoría de la evolución de Charles Darwin. Este período de democracia representativa fue la forma más práctica de reunir las voces de millones de hombres y mujeres en una sola casa, el Congreso o Parlamento. Si el Humanismo es anterior a las técnicas de popularización de la cultura, también es potenciado por éstas. La imprenta, los libros de bolsillo, los periódicos a bajo precio en el siglo XIX, la necesaria alfabetización de los futuros obreros fueron pasos decisivos hacia la democratización. No obstante, al mismo tiempo las fuerzas reaccionarias, las fuerzas dominantes del período anterior, rápidamente conquistaron estos medios. Así, si ya no era posible demorar más la llegada de la democracia representativa, sí era posible dominar sus instrumentos. Los sermones medievales en las iglesias, funcionales en gran parte a los príncipes y duques, se reformularon en los medios de información y en los medios de la nueva cultura popular, como la radio, el cine y la televisión.

4) No obstante la ola democrática siguió su camino, con frecuencia regado en sangre por los sucesivos golpes reaccionarios. En el siglo XXI la ola del humanismo renacentista se continúa. Y con ella se continúan los instrumentos para hacerla posible. Como Internet, por ejemplo. Pero también las fuerzas contrarias, las reacciones de los poderes constituidos por las etapas anteriores. Y en la lucha van aprendiendo a usar y dominar los nuevos instrumentos. Cuando la democracia representativa no termina de madurar, ya surgen las ideas y los instrumentos para pasar a una etapa de democracia directa, participativa, radical.

En algunos países, como hoy en Honduras, la reacción no es contra esta última etapa sino contra la anterior. Una especie de reacción tardía. Aunque en apariencia implica una escala menor, tiene una trascendencia latinoamericana y universal. Primero porque significa un llamado de atención ante la reciente complacencia democrática del continente; y segundo porque estimula el modus operandi de aquellos reaccionarios que han navegado siempre contra las corrientes de la historia.

Antes anotamos (http://www.alainet.org/active/31406) las pruebas de por qué el presidente depuesto en Honduras no violó ninguna ley, ninguna constitución. Ahora podemos ver que su propuesta de una encuesta popular era un método de transición entre una democracia representativa hacia una democracia directa. Quienes interrumpieron este proceso pusieron reversa hacia la etapa anterior.

La cuarta etapa era intolerable para una mentalidad bananera que se reconoce por sus métodos.

– * Jorge Majfud, PhD, Lincoln University, School of Humanities, Department of Foreign Languages and Literatures.

El primer golpe de Estado militar de la administración Obama

Honduras suscitó la cólera de Washington al rebelarse contra la presencia militar estadounidense e incorporarse al ALBA. Militares formados en la Escuela de las Américas y dirigidos por consejeros estadounidenses derrocaron al presidente constitucional Manuel Zelaya y pusieron en el poder a quien había sido su rival de siempre en el seno del partido liberal, Roberto Micheletti. Thierry Meyssan hace un recuento de los objetivos de este enfrentamiento y señala la voluntad de la administración Obama de retomar el control de América Latina.

Roberto Micheletti, presidente del Congreso y eterno rival de Manuel Zelaya en el Partido Liberal, saluda a los diputados que acaban de designarlo como nuevo presidente de Honduras.

Nadie pensó que la crisis surgida entre Honduras y Estados Unidos pudiera desembocar en un golpe de Estado militar.

Parecía que Washington había renunciado a esa forma de acción, aunque la administración Bush había sobornado recientemente a un grupo de militares para que derrocaran al presidente constitucional de Venezuela (el 12 de abril de 2002) [1] y había utilizado a sus propias fuerzas especiales para secuestrar al presidente constitucional de Haití (el 29 de febrero de 2004) [2].

Pero los comunicadores de la Casa Blanca venían utilizando últimamente la amplia sonrisa del flamante Barack Obama para hacer creer a la opinión pública internacional que Estados Unidos había cambiado y que había renunciado a su ambición imperial.

La importancia estratégica de los cinco Estados de la antigua República Federal de América Central (Costa Rica, Salvador, Guatemala, Honduras y Nicaragua) reside en su situación geográfica como corredor de tránsito entre dos continentes y dos océanos. Si bien ninguno de ellos dispone de recursos naturales especialmente importantes, lo interesante es que todos ellos pueden servir de base para controlar la zona.

Durante la revolución sandinista en Nicaragua, Washington utilizó Honduras como base de retaguardia de las bandas contrarrevolucionarias. Bajo la dirección de John Negroponte, la embajada de Estados Unidos en Tegucigalpa se convirtió en cuartel general de los «contras» nicaragüenses y de sus escuadrones de la muerte. Vista desde ese ángulo, la evolución antiimperialista de Honduras, luego del regreso de los sandinistas al poder en Nicaragua, representaba no tanto un problema en sí como un verdadero peligro de «contaminación».

¿En qué representaba la evolución de la situación hondureña un peligro tan grande como para que Washington decidiera recurrir nuevamente a los viejos métodos, corriendo así el peligro de malograr todos sus esfuerzos propagandísticos?

La presidencia de Maduro y las elecciones de 2005

Al igual que el resto de Centroamérica, Honduras enfrenta la existencia de las Maras (pandillas). La más conocida es la Mara Salvatrucha. Se trata de bandas de niños manipulables debido a su dependencia de la droga y organizados mediante ritos místico-criminales [3]. Sus miembros se entregan a todo tipo de violencias, alcanzando a veces un inusitado grado de barbarie que los ha llevado a protagonizar verdaderas masacres.

En 2001, el candidato nacionalista Ricardo Rodolfo Maduro Joest resultó electo bajo la promesa de luchar contra el crimen. Su propio hijo, de 25 años, había sido secuestrado, torturado y asesinado, y su funeral se había convertido en una verdadera manifestación de carácter nacional. Al llegar a la presidencia, Ricardo Maduro ordenó espectaculares operaciones de lucha contra las pandillas. También reforzó el arsenal de la policía y sacó a los militares de los cuarteles para que ayudaran a los policías. Con el apoyo de la democracia cristiana, Maduro logró la adopción de una ley que castigaba con un mínimo de 5 años de prisión el solo hecho de ser miembro de una mara.

Aunque aquella ley sirvió de inspiración a países como Guatemala y Salvador, la Corte Constitucional hondureña decidió invalidarla porque comprometía la responsabilidad individual por asociación en casos de crímenes que el acusado no había cometido. La aplicación de aquella ley había dado lugar a un gigantesco aumento del número de personas encarceladas, lo cual se provocó a su vez sangrientos motines en las prisiones. En definitiva, como aquella ley no abordaba las causas sociales del fenómeno, ya masivo, su aplicación no detuvo el aumento de la criminalidad.

En 2005, el candidato nacionalista a la sucesión de Maduro, «Pepe» Lobo, consideraba que sólo una guerra podía acabar con las Maras. Así que propuso reinstaurar la pena de muerte a través de un referéndum que contemplaría además la posibilidad de pronunciar penas de muerte colectivas contra las pandillas, a pesar de que un estudio realizado en Salvador ya había demostrado que el 51,9% de los criminales tenían sólo entre 11 y 15 años. Así que Honduras habría tenido que matar a muchos de sus propios hijos. Mientras tanto, el candidato liberal, Manuel Zelaya, proponía un enfoque mucho más razonable, basado no sólo en la represión sino en la realización de verdaderos esfuerzos a favor de la educación y de la inserción de aquellos niños en la sociedad.

En el plano económico, los resultados del presidente Maduro también resultaban bastante polémicos. Ex gobernador del Banco Central y brillante hombre de negocios (concesionario de Seros y director del fondo de inversiones La Paz), Maduro negoció la reducción de la deuda hondureña con el FMI y con el Club de París. Pero, como contrapartida, tuvo que aumentar los impuestos y reducir el número de funcionarios, política que penalizó únicamente a la clase media.

También incluyó a su país en el Acuerdo de Libre Comercio Estados Unidos/Centroamérica, sin encontrar mucha oposición política contra aquel proyecto, a pesar de sus desastrosas consecuencias para los pequeños agricultores. Las excelentes relaciones del presidente Maduro con su homólogo estadounidense George W. Bush condujeron incluso al envío de 370 militares hondureños a Irak, donde fueron destacados, junto a los españoles, en la zona administrada por el contingente polaco.

Pero, como consecuencia de la decisión de Zapatero de retirar de Irak las tropas españolas, Maduro se vio políticamente obligado a retirar también a los soldados hondureños. Y finalmente, el mandato presidencial de Ricardo Maduro concluyó en un ambiente grotesco matizado por un escandaloso divorcio.

El liberal de izquierda José Manuel Zelaya Rosales presentó entonces una atrayente alternativa. En vez de proponer el cierre de servicios públicos como medio de garantizar una importante reducción presupuestaria, Zelaya propuso una reducción del tren de vida del Estado. Y para reforzar los ingresos del Estado, propuso facilitar el empleo en los sectores altos consumidores de fuerza de trabajo. En la lucha contra la criminalidad juvenil, Zelaya anunció su intención de equipar todas las escuelas con computadoras y de garantizar la instrucción pública gratuita a todos los niveles de la sociedad.

En 2005, en una elección de una sola vuelta, los hondureños eligieron como presidente a José Manuel Zelaya, con un 49,9% de sufragios, y le garantizaron el 48,4% de los escaños en el Congreso (unicameral). Su principal adversario, el nacionalista de derecha Porfirio Sosa, obtuvo el 46,2% de los sufragios y un 42,9% de los escaños en el Congreso. Los resultados eran tan apretados que se requirió su validación, la cual se produjo al cabo de dos semanas de espera. Tres pequeñas formaciones políticas se encontraron entonces en posición de árbitros en el seno del Congreso: la Unión Democrática, la Democracia Cristiana y el partido Innovación y Unidad.


Elección presidencial
(27 noviembre 2009)
Elecciones legislativas
(27 noviembre 2009)
José Manuel Zelaya Rosales Partido Liberal
49,90 % de votos válidos 62 escaños
Porfirio Lobo Sosa Partido Nacional
46,2 % de votos válidos 55 escaños
Juan Ángel Almendares Bonilla Unificación Democrática
1,5 % de votos válidos 5 escaños
Juan Ramón Martínez Democracia cristiana
1,4 % de votos válidos 4 escaños
Carlos Sosa Coello Innovación y Unidad
1,0 % de votos válidos 2 escaños

La presidencia de Manuel Zelaya

Nada dejaba entrever que el ranchero Manuel Zelaya pudiera entrar en conflicto con Washington, sobre todo si se tiene en cuenta que la mayoría relativa de la que disponía no favorecía la posibilidad de una ruptura política. En primer lugar, el presidente Zelaya prosiguió la política de descentralización que ya había iniciado en su época de ministro. Su objetivo era acercar los centros de decisión a la ciudadanía para fortalecer el poder popular y la transparencia. Esta reforma provocó un distanciamiento entre la clase política corrupta de la capital y los nuevos notables locales. Y también sacó a la luz el control de los militares sobre una parte de la economía [4]

Pero lo más importante es que, en junio de 2006, Manuel Zelaya anunció su intención de destinar al tráfico comercial la base aérea de Soto Cano [5], en la que se encontraba un contingente estadounidense. Ante la reacción del Pentágono, el ministro hondureño de Defensa trató de retroceder, argumentando el costo del equipamiento necesario.

Pero el presidente Zelaya mantuvo su decisión. Oficialmente, Soto Cano no era más que una pequeña base aérea cuyo personal se componía de 190 militares y 730 civiles. Pero su pista es la única de toda Centroamérica capaz de recibir grandes aviones destinados al transporte de tropas. Fort Bravo es la única estación del SouthCom fuera de Estados Unidos [6]. Y, sobre todo, Soto Cano es una base de escucha vinculada a dos unidades secretas: Cerro La Mole y Swan Island. Este dispositivo es indispensable para el funcionamiento de la inteligencia militar estadounidense en la región. Curiosamente, Estados Unidos nunca ha firmado con Honduras ningún acuerdo que precise el estatus de las instalaciones anteriormente mencionadas.

A pesar de la fuerte popularidad del presidente Zelaya, una sorpresiva campaña de prensa lo acusó de no haber respetado sus promesas, de no haber logrado mejorar el nivel de vida ni contrarrestar el crimen. En realidad, Zelaya no podía proteger a su país del alza mundial del petróleo y se publicaban numerosos reportajes sensacionalistas que daban la impresión de que el país enfrentaba una gran proliferación de las Maras.

Manuel Zelaya respondió obligando a los medios audiovisuales privados a transmitir varias horas de entrevistas con miembros de su gobierno.
Washington manifestó su irritación mediante la reducción de sus programas de ayuda a la población hondureña, pero mantuvo sus programas de seguridad. Estados Unidos incluso proporcionó a Honduras importantes medios para la realización de sus planes de lucha contra el crimen organizado y contra el tráfico de drogas y el terrorismo. Washington financió, por ejemplo, el equipamiento de Puerto Cortés con tecnología de punta que permite escanear todos los contenedores enviados a Estados Unidos que pasan por ese puerto hondureño.

Por otro lado, Washington dispone de poderosos medios de presión sobre Tegucigalpa. Honduras, país de 7 millones de habitantes, tiene cerca de un millón de inmigrantes en Estados Unidos, sobre todo desde el paso devastador del ciclón Mitch por territorio hondureño, en 1998. 78 000 de esos inmigrantes hondureños en Estados Unidos son residentes temporales, estatus que han renovado varias veces, y pueden ser expulsados mediante una simple decisión administrativa.

El presidente Zelaya prosiguió su lucha contra la corrupción, obligando a varios altos funcionarios a renunciar a sus puestos. Y algunos de éstos comenzaron entonces a conspirar. Se descubrió incluso que el ex director de la compañía de telefonía pública había interceptado los teléfonos del presidente Zelaya.

Al estallar en Estados Unidos la crisis de las subprimes y en momentos en que se produce el alza mundial de los precios de los alimentos básicos, el presidente Zelaya recurre, lógicamente, a la Alternativa Bolivariana para las Américas (ALBA), organización intergubernamental promovida por Venezuela, país que garantiza la seguridad alimentaria y energética de los Estados miembros y que coordina además la realización de importantes programas de salud pública.

Esa decisión de Zelaya obtiene un fuerte apoyo popular, pero suscita inquietud entre las clases medias, ya afectadas por la política económica de Maduro y por la crisis económica mundial.

El 25 de agosto de 2008, Manuel Zelaya rinde homenaje al «Guerrillero heroico» Ernesto Che Guevara y, ante una multitud de 100 000 personas, firma en Tegucigalpa la entrada de su país al ALBA, en presencia de los presidentes Evo Morales, de Bolivia; Daniel Ortega, de Nicaragua; Hugo Chávez, de Venezuela, y del vicepresidente cubano Carlos Lage. El presidente de la República Dominicana, Leonel Fernández, también está representado en el acto. Honduras se convierte así en una de las naciones rebeldes.

El golpe de Estado militar

Representantes del gobierno de Estados Unidos admitieron en el New York Times haber entrado en contacto con los golpistas días antes de la asonada. Pero afirman que lo hicieron para convencerlos [7] de que no emprendieran esa acción. Según esos testimonios, aquellos contactos finalizaron el domingo (o sea, en momentos en que el golpe ya había comenzado).

Pero hay que tener en cuenta que el pequeño ejército hondureño ha sido enteramente armado, entrenado e instruido por Estados Unidos. Se supone que obedezca a su comandante en jefe, el presidente de la República, y al jefe de su Estado Mayor. Pero, en la práctica, se encuentra bajo el control del SouthCom, desde Soto Cano y Miami [8].

Precisamente el jueves pasado, el Pentágono instaló apresuradamente al nuevo comandante del SouthCom, el general Douglas M. Fraser, para darle seguimiento al golpe.

En todo caso, la operación ya había sido concebida desde hace tiempo. Al igual que el ataque contra los edificios oficiales en Moldavia, al igual que la limpieza del valle de Swat, que el exterminio de los Tigres tamules o la «revolución verde» en Irán, el golpe de Estado en Honduras fue planificado por la administración Bush y posteriormente confirmado y ejecutado por la administración Obama, a pesar de los visos de legalidad que ésta última parecía ofrecer.

La tensión se recrudeció cuando el presidente Zelaya convocó a una consulta popular, que debía tener lugar el domingo 28 de junio, para determinar si los electores eran favorables a la elección de una Asamblea Constituyente. Se desató entonces una campaña internacional de prensa que presentaba aquella iniciativa como una maniobra exclusivamente tendiente a abrir a Manuel Zelaya la posibilidad de obtener un segundo mandato.

Lo cual es totalmente falso ya que la elección de la Asamblea Constituyente sólo hubiese tenido lugar el mismo día que la próxima elección presidencial y, por consiguiente, la hipotética modificación de la Constitución no hubiese podido producirse sino mucho después del fin del mandato de Zelaya. Por lo tanto, el presidente Zelaya nunca hubiese podido ser candidato a su propia sucesión. Pero, claro está, después de haber acusado a Hugo Chávez de querer ser «presidente vitalicio», había que acusar a su aliado Manuel Zelaya de querer convertirse en dictador él también.

El 9 de junio, el Congreso hondureño adoptó una ley constitucional que prohibía la realización de un referéndum a menos de 180 días de la elección presidencial. El Tribunal Supremo declaró la consulta popular ilegal (pero no anticonstitucional), aunque la ley de modificación fue declarada en sí misma anticonstitucional. En base a esa decisión, el jefe del Estado Mayor, el general Romeo Vásquez, bloqueó la organización de la consulta. El presidente se presentó entonces personalmente en una base militar para «rescatar» las boletas que debían ser utilizadas en la consulta popular y revocó al jefe del Estado Mayor por insubordinación. Al igual que los demás golpistas latinoamericanos, el general Romeo Vásquez fue formado por Estados Unidos en la tristemente célebre Escuela de las Américas.

La base de Soto Cano se encuentra actualmente bajo las órdenes del coronel Richard A. Juergens. Fue al parecer fue este mismo militar estadounidense quien dirigió el secuestro del presidente haitiano Jean-Bertrand Aristide cuando ocupaba el cargo de director de Operaciones Especiales del Special Operations Command.

El domingo 28 de junio de 2009, siendo alrededor de las 5h30 de la mañana (hora de Honduras), fueron cortadas la electricidad y las líneas telefónicas fijas y hertzianas. Comandos de militares encapuchados [9] asaltaron la residencia del presidente Zelaya y se lo llevaron, lo metieron en un avión y lo enviaron a Costa Rica en ropa de dormir. Fueron arrestados por lo menos 8 ministros, entre ellos la ministra de Relaciones Exteriores, así como otras personalidades, como el alcalde de San Pedro Sula (la segunda ciudad de Honduras). Cuando se restableció el servicio eléctrico, los medios audiovisuales anunciaron que se había decretado un toque de queda y la anulación de los oficios religiosos dominicales y de la consulta popular.

Después del mediodía, los diputados, que fueron previamente autorizados a salir a la calle, realizaron una reunión extraordinaria en la sede del Congreso. El presidente del Congreso, Roberto Micheletti, dio lectura a una carta, con fecha del 26 de junio, en la que el presidente Manuel Zelaya supuestamente renunciaba a su cargo. Nadie expresó sorpresa por la aparición de esta carta con fecha del 26 de junio. Después de dejar constancia de la supuesta vacancia a la cabeza del Estado, el Congreso designó a su propio presidente para ocupar la presidencia de la República.

Por su parte, el Tribunal Constitucional afirmó, en un comunicado enteramente orwelliano, que el ejército había defendido la Constitución impidiendo que el presidente Zelaya diera un golpe referendario. El Tribunal sostuvo que al bloquear la consulta popular ordenada por el presidente de la República, el jefe del Estado Mayor había actuado legalmente, si lo había hecho por orden de un juez. Para que nadie ignorara el verdadero objetivo de la operación, los militares arrestaron a los embajadores o encargados de negocios de los Estados miembros del ALBA.

El desarrollo mismo del golpe de Estado en Honduras recuerda aquel que tuvo lugar en Haití, en 2004, contra el presidente Jean-Bertrand Aristide: secuestro en plena madrugada por soldados encapuchados y “aparición” de una carta de renuncia.

La manera como las agencias de prensa atlantistas han descrito el diferendo electoral, de forma tendenciosa para dar al golpe de Estado una apariencia de legalidad, demuestra la premeditación de esta operación por parte de Washington. La manipulación de las causas del golpe, ocultando el asunto de la base de Soto Cano y los vínculos entre militares hondureños y estadounidenses, es muestra además de una evidente voluntad de ocultar el papel de la administración Obama.

* Periodista y escritor, Presidente de la Red Voltaire con sede en París, Francia.

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Notas:
[1] «Opération manquée au Venezuela», por Thierry Meyssan, Réseau Voltaire, 18 de mayo de 2002.
[2] «La CIA déstabilise Haïti», «Coup d’État en Haïti» y «Paris relâche le président haïtien», por Thierry Meyssan, Réseau Voltaire, 14 de enero, 1º y 16 de marzo de 2004.
[3] «L’extension de la Mara Salvatrucha», por Gaston Pardo, Réseau Voltaire, 2 de marzo de 2005.
[4] La democracia se instaló rápidamente en Honduras mientras que revoluciones y contrarrevoluciones se desarrollaban en la región. Estados Unidos garantizó que parte de la economía hondureña quedara bajo su control
indirecto, a través de los militares.
[5] La base Soto Cano es la antigua base de Palmerola. Está situada al nordeste de Tegucigalpa, a 747 millas de la capital.
[6] El SouthCom es el comando estratégico de las fuerzas armadas estadounidenses encargado de garantizar el control de Latinoamérica.
[7] «Honduran President Is Ousted in Coup», por Elisabeth Malkin, The New York Times, 29 de junio de 2009.
[8] El SouthCom tiene su sede en Miami, pero dispone además de una estación en Soto Cano y de puestos avanzados en Comalapa (Salvador), Manta (Ecuador) así como en las islas de Aruba y Curazao (Antillas Holandesas).
[9] El uso de pasamontañas o capuchas en este tipo de operación es inútil y contraproducente, a no ser que se trate de enmascarar la participación de consejeros militares extranjeros.

Denuncian asesinato de dos dirigentes sociales hondureños

Una de las víctimas, el dirigente social y militante de izquierda Roger Bados, de 54 años, fue asesinado por desconocidos en la norteña ciudad de San Pedro Sula, según informaron este domingo fuentes del movimiento antigolpista.

Las primeras versiones indican que un número no precisado de hombres entró a las 20H00, hora local en la casa de Bados, en la colonia 6 de Mayo, y le dispararon.

Bados era miembro del opositor Partido de Unificación Democrática y del Bloque Popular en San Pedro Sula, a unos 250 kilómetros al norte de la capital, y ex presidente del sindicato de una empresa cementera de la urbe.

Erasto Reyes, también dirigente social, ratificó en contacto telefónico con teleSUR que “anoche fue asesinado Roger Bados” un líder social de izquierda hondureño.

“Es un acto condenable y que se da un momento en que la crisis política agrava la situación de seguridad de los dirigentes”, denunció.

Consideró que la mediación que emprendió Costa Rica para buscar soluciones a las circunstancias que está viviendo el pueblo hondureño que son “negociaciones que no tienen futuro en San José de Costa Rica”.

Reyes aseveró que el pueblo continúa en las calles. “Continuamos en esta jornada pacífica no violenta, nosotros no bajamos la guardia, seguimos en la lucha”.

Por su parte, el presidente venezolano, Hugo Chávez, también condenó el asesinato de Bados

“Bados, líder del Bloque Popular y el Frente Nacional de Resistencia contra el golpe de Estado, fue asesinado por desconocidos”, dijo el gobernante al citar al antigolpista Juan Barahona.

Explicó que este hecho forma parte de la represión selectiva, además de la represión general.

El segundo fallecido es Ramón García, de 40 años, quien fue obligado a bajarse de la unidad de transporte colectivo donde viajaba en el sector de Callejones, departamento occidental de Santa Bárbara.

La información fue confirmada por un líder de la UD, Renán Valdés, quien relató que García “fue bajado de un autobús por desconocidos”.

Detalló que en el incidente resultaron heridas una hermana de él y la esposa de un sobrino.

Fuente: TeleSUR

Quedar bien con todos ¡imposible!…con la mayoría, poco a poco

Una querida amiga de Guatemala nos envía este artículo a fin de compartirlo con sus conciudadanos, ayunos de información real de lo que sucede en su país y para aquellos costarricenses que gustan tener la visión de “la acera de enfrente” y no solo la “versión oficial”.
Con gusto la publicamos en www.anep.cr

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A través de la historia de nuestro país, se ha criticado de cuanto Gobierno hemos tenido. No obstante, los escasos aciertos apenas si se conocen puesto que se está acostumbrado a resaltar siempre lo más negativo, y ha destruir con críticas dañinas en lugar de hacer críticas constructivas y hacer propuestas integrales viables en beneficio del bien común.

Para estas fechas por ejemplo. Todas y todos los privilegiados por obtener su bono 14, poco o nada saben sobre cuándo y qué Gobierno fue el que promulgó dicho beneficio, no obstante se menciona al presidente de ese período, y rápido aflora cuanta rabia acumulada existe precisamente, por la mayoría de desaciertos que tuvo durante su gestión, y del cual la oligarquía y cuanto opositor tenía, hizo alarde con trompetas y bombos al punto que ahora vive descaradamente e impunemente, como millonario en un país centroamericano bajo la figura de asilado político.

En fin, si se habla de la actualidad, es fácil darse cuenta que la cultura de la crítica destructiva sigue. Sobre todo en aquellas personas, sectores o grupos que se ven afectados por las políticas públicas de forma directa e indirecta. Y para muestra un botón: Cohesión Social, CS.

Los mismos de siempre no dejan de descargar su rabia cuando el Gobierno prioriza por el beneficio de una parte significativa que siempre había sido olvidada: las y los guatemaltecos que viven en extrema pobreza. Esto se hace cada vez más patente cuando en los medios de comunicación escrita, publican notas en donde es clara la campaña que tienen en contra del actual gobierno… ¿qué roncha les pica?

Apenas ayer fue inaugurado el Programa Especial de Protección a Empleadas de Casa, Precapi, que dará beneficios del IGSS a las trabajadoras domésticas del país, gracias a un convenio entre Cohesión Social, la Secretaría de Obras Sociales de la Esposa del Presidente, SOSEP, y el Instituto Guatemalteco de Seguridad Social, IGSS, y ya hoy amanece publicada en primera plana de Prensa Libre, que “No cuadran cifras de Mi Familia Progresa”. Es obvio, en primer lugar, que el techo presupuestario de CS crece, pero el matutino no se toma la molestia de evidenciar la razón por la que sucede este “fenómeno”. Dicha razón es que cada día son más los municipios a los que da cobertura con sus distintos programas, y por lo tanto, el número de familias que ahora logran tener insumos básicos como alimentos, salud y educación cada día está creciendo.

Por todos lados se escucha decir a los medios que CS no quiere decir quiénes son los beneficiados directos, no obstante, poco se dijo de la decisión del 99% de estos: no están de acuerdo con que se publiquen sus datos. Y con justa razón… ¿acaso no tienen derecho de autorizar o no, la publicación de sus datos personales? Si bien debe haber transparencia en los procesos, sobre todo en los que se maneja dinero, también hay que estar concientes que las políticas públicas con enfoque social como las que CS ejecuta, son un paliativo que busca combatir la extrema pobreza, pero más que eso, ha sido el instrumento por medio del cual, los derechos contenidos en la Constitución Política de la República están siendo una realidad para quienes siempre han estado al margen de cualquier otro tipo de política que siempre había predominado en el país.

¡Lástima que el beneficio de los programas aún no es para todos! Apenas están llegando a 110 municipios de más de 330 que componen todo el país. Sin embargo, pensar que la cobertura se logrará en un 100% también es una utopía, pues nunca faltan los lagartos avorazados, que buscan “taparle el ojo al macho”, haciendo como que fiscalizan al propio Gobierno cuando ellos mismos no dejan que la SAT fiscalice sus empresas e industrias.

Pero a todo esto, ¿qué es en realidad lo que motiva la rabia de los de siempre contra las políticas sociales que impulsa CS? ¿Acaso es porque beneficia a los más pobres? ¿O porque no se dice con nombres y apellidos los cientos de miles de beneficiados? O ¿será que lo que más les molesta es quien preside el consejo? Parece ser que todo es parte de la respuesta, empero, para nadie está oculto que lo que hay detrás te estas inconformidades es una campaña en contra del Gobierno de Colom, y más, en contra de las políticas de proyección social.

Pensar que las críticas y noticias sobre esta entidad son parte de una función de auditoría social, es ingenua hasta cierto punto. ¿Quién está detrás de las investigaciones? A la luz de todos y todas, es la diputada Nineth Montenegro, pero… ¿por qué alguien como ella, que se ha identificado como una buena diputada ante el pueblo, está actuando con saña, en contra de programas que a toda luz, significan un gran apoyo para nuestra gente? ¿Acaso ella también ha caído en tener que trabajar duro para pagar algún tipo de factura política de sus financistas? Y la oligarquía, ¿Qué teme? ¿Que los más pobres llegarán al poder, o que alguien, sobre todo de sexo femenino, gane más crédito político que pueda significar, un giro sorprendente en las futuras elecciones?

Nunca se quedará bien con todos, y menos con quienes velan por sus propios intereses… Sin embargo, en nuestro país, por lo menos, poco a poco, se está buscando ayudar a la gran mayoría…

Neogolpismo

El fin de la Guerra Fría, la ola democratizadora de los años noventa, el avance de la globalización, la gradual reducción de las disputas fronterizas entre países, la creciente interdependencia mundial y las promesas de la integración económica regional parecieron presagiar el ocaso del golpismo en la periferia. Sin embargo, el espectro golpista sigue intacto. Desde 2000 a la fecha se han llevado a cabo 24 golpes de Estado, unos exitosos y otros fallidos, en Africa, Asia y América latina y el Caribe. Los dos últimos, en 2009, se han producido en Madagascar y Honduras.

Con el tiempo, se fue gestando un neogolpismo: a diferencia del golpe de Estado tradicional, el “nuevo golpismo” está encabezado más abiertamente por civiles y cuenta con el apoyo tácito (pasivo) o la complicidad explícita (activa) de las Fuerzas Armadas, pretende violar la constitución del Estado con una violencia menos ostensible, intenta preservar una semblanza institucional mínima (por ejemplo, con el Congreso en funcionamiento y/o la Corte Suprema temporalmente intacta), no siempre involucra a una gran potencia (por ejemplo, Estados Unidos) y aspira más a resolver un impasse social o político potencialmente ruinoso que a fundar un orden novedoso.

En Latinoamérica ha existido una suerte de “aprendizaje” en materia de golpismo. Por ejemplo, los que se efectuaron en Ecuador –contra Abdalá Bucaram en 1997 y Jamil Mahuad en 2000– fueron ganando en efectividad y sofisticación, al punto de que los “putchs” cívico-militares fueron, a regañadientes, tolerados y aceptados en la región. No existió una virulencia desproporcionada y las sucesiones presidenciales se encargaron de darles visos de cuasi constitucionalidad. Washington y Brasilia (en especial, en el caso de Mahuad) no cuestionaron seriamente lo ocurrido y el Grupo de Río y la Organización de Estados Americanos se desentendieron.

Tiempo después, en 2002, se produjo la fracasada remoción forzada de Hugo Chávez en Venezuela. La región –particularmente Argentina, Brasil y Chile– reaccionó de inmediato, repudiando lo ocurrido y definiendo lo sucedido con el calificativo de golpe de Estado. La Casa Blanca no deploró el golpe; más aún lo justificó (lo mismo hicieron España, Colombia y el Fondo Monetario Internacional). La administración del presidente George W. Bush actuó como si se tratase de un “golpe benévolo”; es decir, le dio la bienvenida al intento de derrocamiento de un gobierno electo democráticamente, ya que los golpistas actuaban en consonancia con las preferencias ideológicas de Estados Unidos. La coalición cívico-militar venezolana terminó consumando un golpe ortodoxo y autoritario que, no obstante, resultó fallido: el detenido Hugo Chávez retornó a la presidencia.

Dos años más tarde, en 2004, se produjo la salida forzada de Jean-Bertrand Aristide en Haití. Tal como en Venezuela, en el ejemplo haitiano los golpistas insistieron en que Aristide fue el que provocó, con su comportamiento, la crisis institucional que lo llevó a su remoción del gobierno: de ese modo se justificó la destitución del presidente. De hecho, se producía –al igual que en el caso de Chávez pero esta vez con éxito– una inversión de valores, pues se terminó responsabilizando a la víctima en lugar del victimario. La coalición golpista y Washington aprendieron de un error previo en el caso venezolano: en vez de detener temporalmente a Aristide, el embajador de Estados Unidos puso al depuesto mandatario haitiano en un avión y lo envío a República Centroafricana; donde se había producido un golpe de Estado exitoso en 2002 y el golpista François Bozizé hizo redactar una nueva Constitución y resultó electo presidente en 2003.

Así llegamos al primer golpe de Estado exitoso en Centroamérica en el siglo XXI: el 28 de junio fue derrocado el presidente de Honduras, Manuel Zelaya. El presidente del Congreso, Roberto Micheletti, asumió como mandatario de facto. Los militares irrumpieron en la residencia oficial de Zelaya, lo detuvieron y lo trasladaron a Costa Rica. Los golpistas de la poderosa coalición cívico-militar aprendieron las lecciones de Venezuela y Haití: preservando el funcionamiento del Legislativo y del Judicial, expulsaron del país al mandatario constitucional. Sin embargo, en esta oportunidad el rechazo y repudio general fueron elocuentes. Todo el hemisferio, sus organizaciones políticas, las Naciones Unidas, la Unión Europea, el Banco Mundial, el Banco Interamericano de Desarrollo, ONG de derechos humanos y gobiernos de diversa orientación ideológica se manifestaron masiva y unánimemente contra el golpe de Estado.

La coincidencia de voces fuertemente críticas es muy alentadora. Sin embargo, si el golpe resulta victorioso –y esto significa que Zelaya no es restituido siquiera temporalmente en la presidencia– entonces la tentación del neogolpismo regional crecerá. Los golpistas entonces habrán aprendido una nueva lección: deponer y ejecutar el mandatario en el gobierno, simular que la crisis era de tal envergadura que no había otra opción que remover al Ejecutivo, mantener formalmente las instituciones y esperar hasta que las políticas antigolpe de la comunidad internacional resulten improductivas.

El caso de Honduras es muy trascendental: el futuro de la democracia en América latina está en juego. Y eso lo saben todos, en Washington, en Caracas y en Buenos Aires.

* Profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad Di Tella y miembro del Club Político Argentino.

Fuente: Pagina 12. 13-07-09

Muere el golpe o mueren las Constituciones

Los países de América Latina luchaban contra la peor crisis financiera de la historia dentro de un relativo orden institucional.

Cuando el Presidente de Estados Unidos Barack Obama, de viaje en Moscú para abordar temas vitales en materia de armas nucleares, declaraba que el único presidente constitucional de Honduras era Manuel Zelaya, en Washington la extrema derecha y los halcones maniobraban para que éste negociara el humillante perdón por las ilegalidades que le atribuyen los golpistas.

Era obvio que tal acto significaría ante los suyos y ante el mundo su desaparición de la escena política.

Está probado que cuando Zelaya anunció que regresaría el 5 de julio, estaba decidido a cumplir su promesa de compartir con su pueblo la brutal represión golpista.

Con el Presidente viajaban Miguel d´Escoto, presidente pro témpore de la Asamblea General de la ONU, y Patricia Rodas, la canciller de Honduras, así como un periodista de Telesur y otros, hasta 9 personas. Zelaya mantuvo su decisión de aterrizar. Me consta que en pleno vuelo, cuando se aproximaba a Tegucigalpa, se le informó desde tierra sobre las imágenes de Telesur, en el instante que la enorme masa que lo esperaba en el exterior del aeropuerto, estaba siendo atacada por los militares con gases lacrimógenos y fuego de fusiles automáticos.

Su reacción inmediata fue pedir altura para denunciar los hechos por Telesur y demandar a los jefes de aquella tropa que cesara la represión. Después les informó que procedería al aterrizaje. El alto mando ordenó entonces obstruir la pista. En cuestión de segundos vehículos de transporte motorizados la obstruyeron.

Tres veces pasó el Jet Falcon, a baja altura, por encima del aeropuerto. Los especialistas explican que el momento más tenso y peligroso para los pilotos es cuando naves rápidas y de poco porte, como la que conducía al Presidente, reducen la velocidad para hacer contacto con la pista. Por eso pienso que fue audaz y valiente aquel intento de regresar a Honduras.

Si deseaban juzgarlo por supuestos delitos constitucionales, ¿por qué no le permitieron aterrizar?

Zelaya sabe que estaba en juego no sólo la Constitución de Honduras, sino también el derecho de los pueblos de América Latina a elegir a sus gobernantes.

Honduras es hoy no solo un país ocupado por los golpistas, sino además un país ocupado por las fuerzas armadas de Estados Unidos.

La base militar de Soto Cano, conocida también por su nombre de Palmerola, ubicada a menos de 100 kilómetros de Tegucigalpa, reactivada en 1981 bajo la administración de Ronald Reagan, fue la utilizada por el coronel Oliver North cuando dirigió la guerra sucia contra Nicaragua, y el Gobierno de Estados Unidos dirigió desde ese punto los ataques contra los revolucionarios salvadoreños y guatemaltecos que costaron decenas de miles de vidas.

Allí se encuentra la_ “Fuerza de Tarea Conjunta Bravo”_ de Estados Unidos, compuesta por elementos de las tres armas, que ocupa el 85 por ciento del área de la base. Eva Golinger divulga su papel en un artículo publicado en el sitio digital Rebelión el 2 de julio de 2009, titulado “La base militar de Estados Unidos en Honduras en el centro del golpe”. Ella explica que “la Constitución de Honduras no permite legalmente la presencia militar extranjera en el país. Un acuerdo ‘de mano’ entre Washington y Honduras autoriza la importante y estratégica presencia de los cientos de militares estadounidenses en la base, por un acuerdo ‘semi-permanente’. El acuerdo se efectuó en 1954 como parte de la ayuda militar que Estados Unidos ofrecía a Honduras… el tercer país más pobre del hemisferio”. Ella añade que “…el acuerdo que permite la presencia militar de Estados Unidos en el país centroamericano puede ser retirado sin aviso”.

Soto Cano es igualmente sede de la Academia de la Aviación de Honduras. Parte de los componentes de la fuerza de tarea militar de Estados Unidos está integrada por soldados hondureños.

¿Cuál es el objetivo de la base militar, los aviones, los helicópteros y la fuerza de tarea de Estados Unidos en Honduras? Sin duda que sirve únicamente para emplearla en Centroamérica. La lucha contra el narcotráfico no requiere de esas armas.

Si el presidente Manuel Zelaya no es reintegrado a su cargo, una ola de golpes de Estado amenaza con barrer a muchos gobiernos de América Latina, o quedarán éstos a merced de los militares de extrema derecha, educados en la doctrina de seguridad de la Escuela de las Américas, experta en torturas, la guerra psicológica y el terror. La autoridad de muchos gobiernos civiles en Centro y Suramérica quedaría debilitada. No están muy distantes aquellos tiempos tenebrosos. Los militares golpistas ni siquiera le prestarían atención a la administración civil de Estados Unidos. Puede ser muy negativo para un presidente que, como Barack Obama, desea mejorar la imagen de ese país. El Pentágono obedece formalmente al poder civil. Todavía las legiones, como en Roma, no han asumido el mando del imperio.

No sería comprensible que Zelaya admita ahora maniobras dilatorias que desgastarían las considerables fuerzas sociales que lo apoyan y sólo conducen a un irreparable desgaste.

El Presidente ilegalmente derrocado no busca el poder, pero defiende un principio, y como dijo Martí: “Un principio justo desde el fondo de una cueva puede más que un ejército”.

Fidel Castro Ruz
Julio 10 de 2009
6 y 15 p.m.

Chávez, aunque duela, dice la verdad sin pelos en la lengua

1. En rueda de prensa con medios nacionales e internacionales, el mandatario venezolano afirmó que fue un “error craso” de Estados Unidos proponer un diálogo “¿Un diálogo con quién? ¿Con estos usurpadores?.

¿Los mismos que a estas horas están persiguiendo hondureños? ¿Los que ya han matado a varias personas?… eso es indigno. Estados Unidos debería rectificar a tiempo”… en el gobierno norteamericano “esta aflorando un mundo de contradicciones”. Chávez indicó que EEUU ahora debe demostrar con acciones su condena al golpe de estado en Honduras, ya que ha habido solo tímidas medidas.

2. Mientras tanto Obama, presidente al servicio de poderosísimos intereses imperiales en los EEUU, busca alguna salida que no moleste al gobierno golpistas de Honduras y, al mismo tiempo, que impida que Hugo Chávez quien ha respaldado con todo y por todo a Manuel Zelaya (presidente legítimo derrocado) salga muy fortalecido; entre tanto la situación de Honduras sigue empeorando porque el pueblo exige con marchas y plantones en las calles la reinstalación del presidente Zelaya. Pero además de los asesinatos en Honduras, lo que más preocupa es que éste sea sólo el primer Golpe de Estado en estos tiempos y que en los próximos meses se siga usando en otros países. En EEUU los Golpes de Estado son de otro estilo: asesinan a un presidente, lo acusan de practicar espionaje, le organizan un sexogate o le coordinan avionzazos en las torres.

3. Los medios de información internacionales han extendidos intensas campañas para desprestigiar a los gobiernos de Bolivia, Ecuador, Nicaragua, pero especialmente contra el gobierno venezolano. Acusan a Chávez de ser provocador, de hablar de más, de interrumpir las reuniones “decentes”. Sin embargo ese es sólo un estilo, una forma de ser; lo importante o sustancial es lo que Chávez dice y hace. No se le puede comparar con un lengua larga como Fox porque mientras este dice mentiras e imbecilidades, Chávez se da el lujo de decir las cosas con su nombre y por actuar en consecuencia. En su discurso en Nicaragua aquel lunes o martes Chávez advirtió con claridad: solucionemos cuanto antes este problema y evitemos que se alarguen las cosas. Inmediatamente planteó medidas fuertes para obligar a los golpistas a renunciar.

4. Chávez está comprometido con Venezuela pero también con todos los pueblos de América y del mundo. Todos los pueblos y sus gobiernos de izquierda o centroizquierda han contado en los últimos diez con el apoyo incondicional de Chávez; no solamente en lo que corresponde al petróleo sino esencialmente cuando los gobiernos han sido amenazados con golpes de Estado, tal como ha sucedido en Bolivia, Ecuador, Honduras, Paraguay, Guatemala o El Salvador. Y el mejor ejemplo es el de Honduras donde el gobierno de Manuel Zelaya no estaba inclinado hacia la izquierda pero la política de apoyo y solidaridad de Chávez convenció a Zelaya de quien lo ayudaba sin internes alguno. Lo mismo sucedió en 1961 cuando Fidel Castro se acercó a la URSS a pesar que en ese momento estaba más cerca políticamente de los EEUU.

5. Derrocar a Chávez, o por lo menos debilitarlo, es un objetivo casi inmediato de los gobiernos Bush/Obama y sus incondicionales. Así como sacar del poder y destruir a Fidel Castro fue el gran objetivo imperialista de Kennedy, Johnson y Nixon, el imperio está asustado por los avances de Chávez hoy fuerte en la OEA, por la consolidación del Alba, por el apoyo a Cuba en la OEA, por el “CARICOM, Centro América, crecimiento de la doctrina Chávez (Nuevo Socialismo) y su credibilidad, la derrota del TLC, el triunfo de Funes, la crisis económica, el rescate de los precios petroleros y sobre todo el crecimiento de la conciencia de los pueblos”. Esto obviamente no lo pueden permitir los grandes intereses de la oligarquía mundial porque demostraría que su derrota será más temprano que tarde, a pesar de que se defienden con todo.

6. Las batallas que hoy libran los pueblos de Centro y Suramérica están rompiendo con los nacionalismos en la región. Así como los imperios políticos y económicos nunca han tenido fronteras porque someten y saquean a los países por igual, así también los pueblos y sus luchas han comenzado a comprender que ya no se puede hablar de nacionalidades, himnos, banderas y los más falsos patrioterismos porque la explotación, los saqueos, la opresión contra los trabajadores es mundial. Por eso Marx y Engels lanzaron en su manifiesto la consigna de: “Proletarios de todos los países, uníos” y más adelante demostraron que los trabajadores no tienen patria porque las naciones trazaron sus fronteras teniendo como base la fuerza de los ejércitos, no los intereses de los pueblos cuyo objetivo a sido vivir con justicia y paz, peso sobre todo con solidaridad.

7. Por eso mucho más que mexicanos, venezolanos u hondureños, somos seres humanos que luchamos por un mundo de justicia e igualdad y, al mismo tiempo que luchamos junto a los que nacieron en este país que le llamaron México, unimos nuestras fuerzas a todos los pueblos de América y el mundo. ¿Puede alguien creer que los capitalistas tienen patria si sus riquezas las sacan de México convertidas en dólares y las invierten en los países más pobres para obtener mayores ganancias? El patrioterismo que le han inculcado al pueblo con la virgen de Guadalupe, el fútbol, el himno nacional, sus héroes y la bandera, son puras fantochadas para mantener en el pueblo un sentimiento de guerra o de odio frente a otros países igual de explotados y oprimidos por sus gobiernos. Pero ese sentimiento no tardará más porque la realidad nos está enseñando otra cosa.

8. El “chovinismo de gran nación” fomentado por las clases dominantes para sojuzgar a los pueblos, será superado y derrotado al mismo tiempo que nuestras historias serán reescritas y reinterpretadas por los trabajadores. No habrá más Américas para los yanquis de Norteamérica, tal como buscaba la llamada Doctrina Monroe. Las batallas de Bolivar, San Martín, Morelos, Martí, que tan importantes fueron para iniciar la liberación de nuestros pueblos y conformar un continente libre, serán continuadas y reescritas por los pueblos liberados. Por eso hay que continuar luchando por derrotar el golpe de Estado de Honduras y seguir apoyando a todos los gobiernos y pueblos que batallan por construir una sociedad justa, equitativa e igualitaria. Y no olvidemos que cualquier amenaza o golpe contra nuestros pueblos es un golpe a nuestra persona.

(* Especial para ARGENPRESS.info)