Objetivos

Estatutos de ANEP en ARCHIVOS ADJUNTOS

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Nuestros Objetivos

Nuestra Visión y Misión, orientadoras hoy de la gestión político – sindical que en la actualidad impulsa la organización, se construyó en el marco de un nuevo proceso de planificación estratégica. En los actuales momentos, estos enunciados, rectores de nuestra actividad organizativa, nos permiten plantearnos entre otras cosas, incidir en el ámbito nacional e insertarnos en el debate actual que se está realizando sobre los temas más trascendentales para el futuro de nuestro país, Costa Rica.

Es así como a partir de los resultados del citado proceso de planificación estratégica, diseñado para ejecutarse en los próximos cinco años (2005-2010), replanteamos algunos aspectos de carácter político, definidos para el siguiente quinquenio de esta forma:

HORIZONTE UTÓPICO:

La transformación de la sociedad, en aras de hacerla más justa, democrática e incluyente en todas sus dimensiones: económica, ambiental, política y sociocultural.

VISIÓN DE FUTURO:

Interna:

Somos una organización político-sindical de carácter clasista y democrática, honesta y transparente cuya membresía ostenta una elevada conciencia social y de género. Nuestro accionar se basa en la solidez financiera y administrativa, el trabajo planificado y la eficiencia y eficacia de su equipo humano.

Externa:

ANEP es parte de un dinámico movimiento social de reconocida capacidad de interlocución e incidencia en la toma de las grandes decisiones nacionales y con una propuesta alternativa de desarrollo equitativo e incluyente.

MISIÓN:

Promover desde la clase trabajadora un Estado Social de Derecho equitativo e incluyente, con pleno respeto de los Derechos Humanos y del medio ambiente, a través de la reflexión, la propuesta y participación social, y el desarrollo de nuestra capacidad organizativa.

ESTRATEGIA PRINCIPAL:

Interactuar y construir alianzas con diferentes actores políticos y sociales que coincidan con nuestros fines y valores, incluyendo opciones político-partidarias o personalidades relevantes de la vida nacional, si las exigencias del momento histórico así lo determinan.

Para la consecución de lo anterior, nos basamos en un amplio marco jurídico, referido en nuestra Constitución Política, Código de Trabajo, tratados sobre derechos humanos y convenios internacionales en materia de Libertad Sindical, que certifican y legitiman la lucha que estamos dando.

Pretendemos consolidarnos como un gran proyecto de dimensión nacional, en tanto organización social con alta incidencia política. Consagramos todos nuestros esfuerzos, para aportar en el encuentro de todos los sectores de la sociedad civil y otras expresiones organizadas como los indígenas, las mujeres, las minorías étnicas, sociales, religiosas y políticas; los solidaristas, los cooperativistas, los progresistas; y sectores empresariales de carácter patriótico, comprometidos con el desarrollo nacional.

Esta concepción de nuestra organización, se formula a partir de un profundo análisis de nuestra realidad, efectuado desde la perspectiva sindical, en la actual coyuntura histórica que vive el país. Nos inspiramos en la necesidad de hacer un equilibrio entre los sectores populares cada vez más pobres y los sectores dominantes cada vez más ricos; buscando así que las decisiones de interés nacional estén orientadas a fortalecer y promover de democracia de equidad en todas sus dimensiones, es decir, política, económica y socialmente.

Nuestros objetivos específicos, que orientan nuestra práctica cotidiana, los hemos construido a lo largo de nuestra trayectoria histórica institucional. Con ellos buscamos tener un marco de referencia, que oriente eficaz y eficientemente, cada paso que damos para servir fielmente, a cada uno y cada una de nuestros representados y representadas; y en general, a la clase trabajadora costarricense, tomando en cuenta, los signos de los nuevos tiempos y la evolución de los acontecimientos.

En lo que se refiere a nuestros objetivos específicos nos hemos planteado lo siguiente:

  • Propiciar la solidaridad entre los trabajadores y las trabajadoras de la Administración Pública y de la empresa privada, promoviendo mejoras tendientes a hacer de su actividad una verdadera profesión y una ocupación dignificante.
  • Velar por los derechos e intereses de todos los afiliados y las afiliadas.
  • Estudiar, propugnar y defender, mejores condiciones laborales, de los trabajadores afiliados y las trabajadoras afiliadas al sindicato.
  • Estar al frente y asesorar todos los conflictos de trabajo y las luchas reivindicativas que se presenten a la Administración Pública y en la Empresa Privada.
  • Participar en todas aquellas decisiones que afecten los intereses de los trabajadores y de las trabajadoras de los servicios públicos, así como los de la empresa privada.
  • Propiciar programas de Seguridad Social propios o en colaboración con las instituciones de tal naturaleza. Crear, estimular, fomentar, administrar o subvencionar instituciones, establecimientos u obras sociales de utilidad común, tales como asociaciones, cooperativas, entidades deportivas, culturales, educacionales, de asistencia y previsión.
  • Fomentar, formar y propiciar actividades culturales y deportivas en general, intervenir y solidarizarse con todos aquellos problemas que afecten nacional o internacionalmente, a los trabajadores en su condición de clase.
  • Procurar la mayor sindicalización de los trabajadores y las trabajadoras de la Administración Pública, en cualquiera de las formas en que ésta brinda servicios públicos; así como de la Empresa Privada en general.
  • Luchar por la unidad de acción y la unidad orgánica del movimiento sindical nacional en aras de la formación y consolidación de una Central Única de, Trabajadores de Costa Rica.
  • Luchar por cambios estructurales profundos que posibiliten la construcción de una sociedad más próspera, más justa y más libre, de modo que se garantice nuestra independencia cultural, económica y política y se propicie una mayor participación de los trabajadores en la toma de decisiones en todos los niveles.
  • Celebrar convenciones colectivas de trabajo, acuerdos y convenios, velando por el fiel cumplimiento.

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ANEP en breve

La sigla ANEP

La Asociación Nacional de Empleados Públicos y Privados (ANEP), se fundó en 1958 y durante sus primeros cuarenta años de vida, hasta 1998, sólo agrupó en su seno a trabajadores y trabajadoras de los distintos segmentos de la Administración Pública del país.

En 1998 se estableció su apertura al Sector Privado de la economía, como parte de una estrategia para adecuarse a los cambios estructurales ocurridos en la sociedad, producto de la implantación en el país del modelo neoliberal de desarrollo.

La desestructuración del Estado costarricense y la provisión de servicios que el mismo brinda a la población, a través de esquemas no tradicionales, como las distintas formas de privatización; indicaron la necesidad para la ANEP de mantenerse como alternativa de organización sindical pese al surgimiento de tales cambios. De la misma forma, se argumentó (entre otros aspectos), la necesidad de aportar en la construcción de organización sindical en el sector privado, con base en su casi inexistencia por diversos motivos (entre ellos, la represión patronal).

Es así como en ese año 1998, la asamblea general correspondiente, acordó la respectiva modificación estatutaria y nuestro sindicato pasó a denominarse como “Asociación Nacional de Empleados Públicos y Privados”, sin modificar su sigla tradicional de cuatro letras, es decir, A N E P, rechazándose la tesis de adicionar una segunda letra “p” a la sigla histórica, ya muy posicionada en el espectro sociopolítico de la realidad costarricense, así como en el escenario sindical internacional.

Tipología de la Organización

A) En el plano jurídico (organización sindical de primer grado)

La ANEP es, de conformidad con el ordenamiento jurídico costarricense en materia laboral, una organización sindical de primer grado; es decir, aquella agrupación cuyos socios y cuyas socias tienen una membresía directa, producto de su afiliación voluntaria, mediando el pago de una cotización mensual deducible de su salario.

En tal condición, la ANEP tiene sustento en tres vertientes de legislación:

1. Los artículos números 25 (libertad de asociación) y 60 (libertad de organización sindical), de la Constitución Política de Costa Rica.

2. El Código de Trabajo, en su Título V De Las Organizaciones Sociales, con sus artículos del 332 al 370.

3. La legislación internacional en dos ámbitos: a) Los tratados universales y americanos en materia de Derechos Humanos; y, b) la normativa establecida por la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

B) En el plano de la actividad práctica (organización sindical de segundo grado):

En cuanto a su funcionamiento cotidiano, la ANEP se expresa como un conjunto de entidades sindicales de distinto nivel organizativo, que actúan en diversas espacios institucionales de la Administración Pública del país y, aunque de manera sumamente incipiente, del Sector Privado.

Se trata de una cuasifederación de sindicatos (en este caso de seccionales institucionales, representaciones individuales bajo el sistema de delegados, comités regionales), que bajo la sigla ANEP, abordan las problemáticas sectoriales y particulares; pero que cuando la coyuntura lo amerita, actúan coordinamente bajo temáticas y convocatorias de orden nacional.

A su vez, la ANEP es socia de una entidad sindical de segundo grado, establecida de pleno derecho según el ordenamiento jurídico vigente, denominada “Federación Nacional de Trabajadores de los Servicios Públicos”; en la cual comparte una alianza estratégica con agrupaciones laborales de su misma naturaleza jurídica, es decir, entidades de primer grado.

C) En el plano socio-político (organización sindical de tercer grado):

La dinámica política de la ANEP es tal que en los distintos niveles del quehacer sociopolítico del país, se le conceptúa como una central sindical (organización sindical de tercer grado); actuando en los mismos escenarios que las denominadas confederaciones. Por ejemplo, la ANEP tiene escaños en el Consejo Nacional de Salarios (órgano que por ley define la política salarial en el Sector Privado de la economía); y en el Consejo Superior de Trabajo (órgano de abordaje de políticas laborales globales, al amparo de la filosofía del tripartismo promocionada por la Organización Internacional del Trabajo OIT).

Para entidades empresariales, académicas, periodísticas, eclesiales, estudiantiles, agropecuarias, ONG’s, entidades sindicales internacionales, etc.; la ANEP es una central sindical, distinta de las tradicionales que invocan para sí las ideologías socialdemócrata, socialcristiana e incluso, socialista.

La ANEP dentro de la sociedad civil

Nuestra organización ha logrado una articulación importante, en la combinación necesaria de su natural actividad gremial, con su responsabilidad cívica con el desarrollo nacional.

Uno de los ejemplos más notorios del trabajo de la ANEP en esta dirección, es el que tiene que ver con su constante actividad de denuncia de conductas impropias de los jerarcas públicos, cuando éstas incurren en prácticas de gestión reñidas con la ética, que atropellan el ordenamiento jurídico, que dilapidan los recursos públicos, con abusos de poder y con flagrantes comportamientos corruptos.

A modo de ejemplo, uno de los casos de mayor impacto en los últimos años fue la denuncia, en diciembre de 1998, del incremento del salario del Presidente de la República, el entonces mandatario Miguel Angel Rodríguez Echeverría; quien se duplicó el monto de su remuneración mensual, pasando de 3 a 6 millones de colones. El impacto de tal denuncia lo obligó a realizar una cadena de radio y televisión para retractarse de tal decisión. En cuanto organización sindical que vela por la protección de los derechos económicos y sociales de la clase trabajadora que constituye su membresía, la ANEP ha logrado posicionarse como entidad actora político-social de primera línea; expresando de distintas formas, en diferentes ocasiones, por diversos medios y ante los más disímiles escenarios, la visión de país que tenemos.

En los últimos tiempos esa visión de país ha venido construyéndose de manera compartida, a partir de un proceso de acercamiento con otros actores sociales, más allá de los sindicales, tales como los ecologistas, los movimientos de mujeres, agrupaciones campesinas, sectores estudiantiles, organizaciones no gubernamentales de proyección social, centros académicos y otras entidades.

Particularmente, destaca al esfuerzo en la generación de un marco conceptual compartido sobre la visión futura del país, construido en conjunto con uno de los sectores empresariales más importantes, el gremio exportador.

En este caso estamos hablando del proceso “La propuesta de los sectores productivos: Costa Rica hacia la Tercera República, Los Desafios Nacionales de cara al Siglo XXI”. Se conjunta aquí una visión diagnóstica compartida en los campos político, económico y social; un conjunto de principios orientadores y una enumeración de desafios si queremos que el país transite por un sendero de inclusión, de justicia social, de equidad tributaria y redistributiva del ingreso nacional.

Este amplio conjunto de características del trabajo de la ANEP le han ganado una gran respetabilidad ciudadana, lo cual se refleja, entre otros aspectos, en el hecho de ser la agrupación sindical de mayor presencia en los medios de comunicación colectiva. A la ANEP de hoy se le considera fuente generadora y formadora de opinión pública, logrando diferenciarse de un conglomerado sindical que, con honrosas excepciones, se mantiene desprestigiado y con reducida capacidad de incidencia.

La opinión de la ANEP es fuente de obligada consulta para muchos medios de prensa, los cuales valoran la posición de principios de la organización con respecto a la causa de la defensa de los derechos de la clase trabajadora; su conducta transparente, como organización honesta, seria, responsable y propositiva; así como su compromiso militante con la denuncia de los actos de corrupción en la Administración Pública.

Paralelamente, el estamento dirigente del país, conocido como la clase política, agrupada en los distintos partidos y con funciones de alto nivel jerárquico en los diversos niveles del poder gubernamental; toman muy en serio las opiniones de la ANEP, aunque no las compartan en no pocas ocasiones.