Documemnto base presentado por ANEP y otras organizaciones sindicales.
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San José, 5 de mayo de 2008.
Doctora
María Luisa Ávila Agüero
Ministra
Ministerio de Salud
Presente
Estimada señora Ministra:
Con todo respeto nos presentamos en su despacho, atendiendo su gentil convocatoria, con la esperanza de que se pueda establecer un sólido proceso de reflexión, de diálogo, de discusión, de negociación y fijación de acuerdos, en torno a lo que para nuestras organizaciones es un verdadero proceso de reestructuración institucional del Ministerio de Salud; aunque para sus máximas autoridades político-jerárquicas, se trata de un proceso de “Desarrollo Organizacional”, el cual, comúnmente, se ha posicionado en el personal del ministerio como el “D.O.”.
Resulta absolutamente imprescindible fijar con la más meridiana claridad que las entidades sindicales, laborales y gremiales firmantes de este documento, tenemos ya una larga trayectoria en defensa del Ministerio de Salud; luchando por su fortalecimiento muchísimo antes de que usted, señora Ministra, hubiese pensado que alguna vez le tocaría estar al frente del mismo.
Hoy, con ocasión de esta nueva fase de reestructuración institucional, recordamos cómo nos ha tocado hacer oposición, desde no más entrada la década de los años 90, a diversas corrientes de orientación neoliberal en materia de Salud Pública y, particularmente, en cuanto al rol del Ministerio de Salud; al punto de que si bien la concepción de “rectoría” finalmente se impuso por la particular correlación de fuerzas del momento, no por ello siempre hemos estimado y anhelado un fortalecimiento estratégico de esta no menos estratégica entidad, tan vital para la salud del pueblo costarricense, desde cualquier ángulo en que su intervención se dé.
Apuntamos lo anterior porque reivindicamos para nuestras representaciones organizacionales una autoridad moral que nos asiste en cuanto a una sana preocupación por el futuro institucional del Ministerio de Salud. Rechazamos, tajantemente, la injusta e infame acusación de que seamos organizaciones “obstaculizadoras del desarrollo del país”, simplemente por convertirnos en canal de manifestación de profundas preocupaciones sociolaborales del personal de la institución en esta sensible coyuntura.
Es que estamos hablando de un proceso de transformación institucional que nosotros conceptuamos como “reestructuración” y que su despacho lo define como de “desarrollo organizacional”; pero que, desde el ángulo que le se mire, ha generado una enorme carga de factores psicosociales asociados éstos a zozobras, incertidumbres, interrogantes sin respuestas, expectativas de todo tipo pero, con un ingrediente común, el miedo; miedo que generó una especie de parálisis en personas y sectores del ministerio con interés real de asumir y participar del proceso desde una óptica constructiva
Nosotros sostenemos que el miedo ha impedido una verbalización libre del personal del Ministerio de Salud que ha sido sometido al proceso del “D.O.” y que, por lo contrario, lo que ha imperado es el “magistralismo” en su difusión, promoción y ahora implementación; con métodos para recoger la opinión de la persona involucrada que jamás habíamos conocido en la Administración Pública, como las hojas que dicen llamarse “manifestación de voluntad” y “acta de no firma a la manifestación de voluntad”. Confesamos nuestra ignorancia en cuanto a estos “modernos” instrumentos de participación.
Por lo tanto, es imperioso generar un atmósfera de plena confianza para las reales manifestaciones que se dan sobre el “D.O.” y que no se han expresado con toda su amplitud precisamente por ese sesgo “magistralista” y “dirigista” en que se ha estado “vendiendo” la propuesta que, como ya le indicamos, nuestras agrupaciones consideran como típica reestructuración.
Y es aquí donde surgen diversas interrogantes sobre los procesos seguidos hasta llegar a la fase actual en que una buena parte del personal institucional ha pedido la intervención de nuestras agrupaciones, a tenor de lo que las leyes laborales vigentes establecen; considerando además que, en al menos un caso, pareciera existir una relación de parentesco entre un consultor y un potencial beneficiado con el “D.O.”.
Por tanto, de entrada, nuestra propuesta establece lo siguiente:
*1-*Alto inmediato al proceso de implementación del “D.O.” hasta clarificar su completa naturaleza.
*2-*Cese inmediato de la demanda al personal para que firme tanto la “Manifestación de Voluntad” como el “Acta de No Firma a la Manifestación de Voluntad”.
*3-*Presentación en mesa de toda la información que fundamenta el proceso del_ “D.O.”_: entidades consultoras, costos del proceso, avales de la Contraloría General de la República, papel de la Dirección General de Servicio Civil, papel de Mideplan, etc.
*4-*Abrir un proceso de amplia discusión con las organizaciones sindicales, gremiales y profesionales que representan al personal del Ministerio de Salud, estableciendo una comisión bipartita con amplias facilidades para el desarrollo de su trabajo. Los equipos de las partes serían altamente profesionales y de reconocida ética.
*5-*Estructurar, con profundidad, un verdadero proceso de participación laboral que arroje con puntualización exacta los cuestionamientos, en un ambiente donde la expresión libre se manifieste con plenitud, previa indicación política de ausencia de represalias de todo tipo, es decir, erradicar el sentimiento de miedo que hasta ahora existe para hablar del “D.O.”.
Quedamos a sus órdenes para la discusión necesaria.