La decisión de la administración Chinchilla de respaldar el decretazo de Oscar Arias, que declaró de interés público la explotación minera en Crucitas, es una traición a la inmensa mayoría del pueblo costarricense, que rechaza rotundamente este proyecto depredador y leonino.
Si vergonzosa ha sido la posición de una mayoría de magistrados de la Sala IV que le dió luz verde a Industrias Infinito, a pesar de las abrumadoras evidencias sobre las carencias científicas, técnicas y legales de los permisos ambientales otorgados a la transnacional canadiense, más vergonzosa resulta la rendición del Poder Ejecutivo, que tenía en sus manos la posibilidad de restituir un mínimo de decencia en la política nacional, anulando un decreto del expresidente Arias a todas luces inmoral y entreguista.
Las razones esgrimidas por el Poder Ejecutivo, por medio del mal llamado “vicepresidente del ambiente”, Alfio Piva, parecen redactadas no en Zapote sino en las oficinas de la transnacional minera. Aducir que el país estaría ante una indemnización astronómica, de cerca de dos mil millones de dólares, si rescinde el contra minero, es un acto desvergonzado de un gobierno que niega a ejercer la soberanía, y que acepta sin pelear y a priori el chantaje de estas empresas transnacionales: “o les permitimos robarse nuestros recursos con la complicidad de funcionarios corruptos, o nos llevan a los tribunales extraterritoriales creados por el TLC”.
No le importó al gobierno de Chinchilla el clamor popular contra la mina en Crucitas, ni tampoco los daños irreversibles que causaría este tipo de extracción aurífera al ambiente, además de otras características leoninas de la concesión, donde la transnacional extranjera se lleva la crema y nata del negocio, dejando en el país unas migajas y una herencia devastadora.
Se equivoca el gobierno si piensa que los hechos están consumados. El pueblo debe reaccionar y continuar con la protesta.
Desde el Frente Amplio condenamos la posición adoptada por el gobierno, y reiteramos nuestra disposición de continuar en la lucha, junto a todos los sectores con conciencia patriótica y ambientalista del país. Seguiremos diciendo no a la minería de oro a cielo abierto en Crucitas. No nos rendimos, tenemos la verdad de nuestro lado, y a la mayoría del pueblo que rechaza este proyecto indigno.
Comité Ejecutivo Nacional
Partido Frente Amplio
Comunicado de prensa, 27 de Julio de 2010