CENTROAMERICA Y EL CARIBE
Maquiladoras bajo presión
La industria maquiladora de exportación enfrenta dificultades en toda Centroamérica y el Caribe debido a la creciente competencia de países asiáticos, especialmente de China. Esto ocurre aun en los cuatro países centroamericanos que, junto con República Dominicana, firmaron con Estados Unidos un tratado de libre comercio que garantiza a la mayoría de sus productos acceso libre de aranceles al mercado de ese país. Sin embargo, esto no ha sido suficiente para superar la ventaja comparativa de bajos salarios que ofrece China, especialmente en industrias como la de confección de ropa.
La producción de las maquiladoras (como se les conoce en México y Centroamérica) o zonas francas (como se les llama en República Dominicana) se ha desacelerado o ha disminuido en años recientes debido a que estos países han perdido participación de mercado en Estados Unidos a causa de la competencia de proveedores asiáticos, pese a que la Iniciativa para la Cuenca del Caribe les otorgaba acceso preferencial.
Esta tendencia se ha acelerado desde enero de 2005, a raíz de la eliminación gradual de cuotas prevista en el acuerdo sobre textiles y prendas de vestir (Agreement on Textiles and Clothing) de la Organización Mundial de Comercio. De hecho, las importaciones de Estados Unidos de ropa confeccionada en China se dispararon 65 por ciento entre 2004 y 2006. Para este último año, China acaparaba 30.4 por ciento del mercado estadunidense, y otros países asiáticos, entre ellos Bangladesh e Indonesia, concentraban un 25% adicional.
Se había previsto que el Tratado de Libre Comercio República Dominicana-Centroamérica (CAFTA, por sus siglas en inglés), firmado en agosto de 2004 y que entró en vigor en los países firmantes en 2006, consolidaría a los productores regionales de textiles, ropa y otros productos. (El único firmante que estaba por ratificar el acuerdo era Costa Rica, donde el acuerdo enfrentaba una fuerte oposición política). Sin embargo, la desaceleración de la industria maquiladora persiste en 2007.
Dominicana, en declive
República Dominicana es el principal mercado de exportación entre los socios del tratado comercial con Centroamérica. De acuerdo con el Departamento de Comercio de ese país, las exportaciones a República Dominicana sumaron 5 mil 300 millones de dólares en 2006, lo que resultó en un superávit de 819 millones de dólares para Estados Unidos (la mayor parte del saldo a favor de mil 200 millones de dólares en los países firmantes del tratado). Estados Unidos concentra alrededor de 85 por ciento de las exportaciones de República Dominicana.
Los fabricantes de ropa y textiles que operan en las zonas francas producen gran parte de los bienes de exportación del país. Sin embargo, debido en buena medida a la competencia china, la producción va a la baja, al igual que el empleo y la participación dominicana en el mercado estadunidense.
El desempleo azota a esta industria. Entre 2004 y 2006 se perdieron 52 mil 69 empleos en compañías textiles, a pesar de que empresas en otras zonas francas generaron más de 8 mil plazas. De acuerdo con el Consejo Nacional de Zonas Francas, este sector daba empleo a 147 mil 959 personas en 2006.
Esto ha tenido un severo impacto en el mercado laboral. En 2006, 4.4 por ciento de las familias dominicanas tenía al menos un integrante que trabajaba en las zonas francas, y alrededor de 40 por ciento de los empleados en esas empresas eran el principal sustento de sus familias. La región norte del país ha sido la más afectada, con la pérdida de aproximadamente 30% de los empleos.
El Salvador, sin mejoras
Las exportaciones de la industria maquiladora de El Salvador han seguido cayendo en 2007, por tercer año consecutivo (en 2006 la caída fue de 16 por ciento). En el primer trimestre de 2007, las ventas de la maquiladoras al exterior cayeron 5 por ciento, poco menos que en el mismo periodo del año anterior; en tanto, el monto de las importaciones hechas por las maquiladoras aumentó 6 por ciento, el primer incremento en varios años. Esto no es necesariamente un indicio de que las exportaciones crecerán, sino más bien de que los precios de las materias primas importadas han subido. Al igual que otros fabricantes de la región, las maquiladoras salvadoreñas luchan en el mercado de Estados Unidos con productos baratos de China y otros países, cuyos costos de mano de obra son más bajos.
De acuerdo con la Cámara de Comercio e Industria de El Salvador, las empresas del ramo textil han sufrido una pérdida acumulada de aproximadamente 25 mil empleos en los cuatro años recientes. El país sigue esforzándose en atraer nuevos inversionistas.
Honduras aún crece, pero se desacelera
La Asociación Hondureña de Maquiladoras informó que en el primer cuatrimestre los ingresos por exportación de ropa maquilada en ese país decrecieron 5.9 por ciento en comparación con el mismo periodo del año pasado (cuando se registró un crecimiento de 10 por ciento) y sumaron sólo 746.5 millones de dólares.
Aunque Honduras sigue siendo uno de los principales proveedores de textiles de Estados Unidos, con una participación de mercado de 5 por ciento medida en volumen, para abril de 2007 había caído del quinto al sexto lugar, y en ingresos por exportaciones retrocedió del séptimo sitio al octavo.
Sin embargo, los resultados logrados en la industria de ensamblaje de componentes eléctricos para automóviles son una muestra del éxito que han tenido aquellas maquiladoras de exportación que han dejado de depender de las prendas de vestir para especializarse en otros productos. Aunque el sector de autopartes eléctricas aporta menos de una quinta parte de los ingresos de las maquiladoras, en el periodo enero-abril el valor de sus exportaciones aumentó 23.3 por ciento, a 137.5 millones de dólares, lo que convirtió a Honduras en el Segundo reexportador de este tipo de productos a Estados Unidos, donde tiene una participación de mercado ligeramente superior a 6 por ciento.
Guatemala: segundo año de contracción
Las maquiladoras de Guatemala, que se especializan en textiles y reexportación de prendas de vestir, tuvieron otro mal año en 2006. De acuerdo con la Comisión de Vestuarios y Textiles, este sector cayó tanto en valor como en generación de empleo. El valor neto de las exportaciones de las maquiladoras se redujo 6 por ciento annual, a 511 millones de dólares, mientras que el empleo se contrajo 6.3 por ciento, a sólo 82 mil 100 trabajadores. Además, el número de empresas en operación disminuyó de 201 a 188.
Asimismo, las maquiladoras guatemaltecas han tenido que enfrentar costos más elevados que algunos de sus vecinos centroamericanos, debido a trámites burocráticos en aduanas, altos costos de la energía y el Impuesto Extraordinario y Temporal de Apoyo a los Acuerdos de Paz, introducido en 2004 para alcanzar las metas fiscales convenidas en dichos acuerdos de 1996. Otra limitación ha sido la falta de mano de obra experimentada y de capacitación.
Estados Unidos recibe la mayor parte de las exportaciones de la industria guatemalteca de exportación (89 por ciento). Los empresarios confían en poder aumentar sus ventas a ese mercado si aplican un esquema de producción de ‘‘paquete completo’’ y desarrollan una mayor capacidad para responder rápidamente a órdenes especiales de ciertos nichos. Sin embargo, este sector también está sufriendo por la creciente competencia asiática.
Nicaragua: acceso privilegiado
Durante las negociaciones del CAFTA, Nicaragua obtuvo mejores términos que sus contrapartes centroamericanos para acceder al mercado de Estados Unidos. Debido al nivel de desarrollo relativamente bajo de ese país, se permitió a sus fabricantes de ropa cada año usar hasta 100 millones de metros cuadrados de telas de otros proveedores que no fueran estadunidenses o los demás países centroamericanos firmantes del tratado.
También se le permitió vender sus productos a Estados Unidos sin pagar arancel. Los demás socios sólo pueden usar telas estadunidenses o en centroamericanas. Nicaragua fue el único país del tratado que recibió esta concesión. Esto le está ayudando a resistir la invasión china un poco mejor que sus vecinos, y podría contribuir a captar más inversiones y generar empleos en el sector maquilador.
La industria establecida en Nicaragua también ha comenzado a diversificarse para no depender sólo de la producción de ropa. Ya operan plantas que producen cableado eléctrico para automóviles y se está construyendo una fábrica de telas de algodón para abastecer a otras empresas de la zona franca.
FUENTE: La Jornada-Mexico (http://www.jornada.unam.mx/2007/08/14/index.php?section=economist&article=022n1eiu)
Traducción de texto: David J. Zúñiga
Federación Internacional de Trabajadores del Textil, Vestuario y Cuero