Corporación Gobierno S.A.

luismatagui@ gmail.com

Una corporación, es una empresa que por su naturaleza no se dedica sólo a un área productiva, sino que tiene intereses y se desarrolla en otras; a manera de ejemplo, los supermercados forman una cadena que va desde la propia producción de alimentos en fincas con tal propósito, hasta la manufactura y venta de los mismos; en lenguaje común, es no poner todos los huevos en una misma canasta. En cualquier caso, el fin último de una corporación se resume en una palabra: lucro.

Ver el comportamiento de quienes ejercen el gobierno, de alguna manera me recuerda el de éstas mega empresas: quitan y ponen a quienes les estorben o sirvan para obtener determinados beneficios y poco les importa lo que se quede en el camino; utilizan todas las herramientas de la comunicación para maquillar sus fines, de manera que el público meta –en éste caso todos y todas nosotros y nosotras- piense que todo lo que hacen, lo hacen por el mejoramiento de la sociedad, sin decir que cuando se habla de sociedad no se refieren al país, sino a sociedades anónimas; ¿un ejemplo? ¡Paz con la naturaleza! Y acto seguido, se autoriza la minería a cielo abierto, sin importar un comino lo que se ponga por delante.

Las presiones a la SETENA, al Tribunal Ambiental y a todo aquél que crea en esa estupidez de que la decencia debe privar en nuestras acciones, son de todos los días y por todos los medios posibles; es un atraso para la economía –de algunos- que se pida el cumplimiento de regulaciones que están allí para proteger lo que es de todos y todas; se inventó la palabra “tramitología”, para cacarear que hay que quitar regulaciones y dejar que la mano del mercado –cuando conviene invisible, aunque todos y todas sepamos que no lo es- actúe sin problemas y pueda hacer lo que le venga en gana, porque no importa bosque ni aire ni playa, si para ganar más hay que talar y sembrar canchas de golf u hoteles que los ticos y ticas, vemos a la distancia, porque se nos prohíbe la entrada.

Como en toda corporación, tienen intereses en el amplio espectro del mercado: una parte, se dedica a decir sí a todo lo que sea ilegal y a decir por votación de cinco a dos, que todo se vale; otra parte, es una caja de resonancia de la casa matriz y produce las leyes a justa medida de los accionistas; para eso cuenta con 38 votos que se rompen, no por moral o ética, sino por obtener prebendas especiales, que una vez satisfechas, tienen la capacidad de acabar con campañitas facistoides financiadas por el departamento de mercadeo de la gran corporación. Y si por si acaso, nos enteramos de cómo harán para imponer sus intereses, existe un tribunal electoral que saldrá a decir, que los autores que firman el resumen de la estrategia, no cometieron delito alguno: en las corporaciones, aparte del lucro máximo, la corona del éxito es la impunidad.

Así, vemos como el cinismo llegó para quedarse: se ordena la apertura del ICE y lo que ayer se dijo que no pasaría, hoy se desdice sin vergüenza alguna: hasta tienen la cáscara de publicar una notita, en la que nos cuentan que Slim tiene interés en invertir en Costa Rica; a la fecha. Acueductos y Alcantarillados negocia con empresas —que llevan por nombre el de una animal, pero no tienen nada que ver con la fauna excepto para destruirla—la construcción de un nuevo acueducto en Sardinal y se pasa por donde mejor puede, todo trámite que dé sustento a su accionar; al reclamo de la población, miente una y otra vez y por último, el vocero principal de la corporación, sale a decir que son los comunistas los que atizan la hoguera en Sardinal, entonces, uno se pregunta: ¿Estamos ante un gobierno corporativo? ¿Estamos ante un gobierno en que privan los intereses empresariales, por encima de los de todos y todas? Ineludiblemente en mi caso, la respuesta es Sí Costa Rica.

Dejar una respuesta