San José, 2 de noviembre de 2009.
S.G. 09-11-0230-09
Doctor
Oscar Arias Sánchez
Presidente de la República
Licenciado
Rodrigo Arias Sánchez
Ministro de la Presidencia
Casa Presidencial
Sus despachos
Asunto: Deber de honrar y recordar siempre el sacrificio de las cinco personas fallecidas en la tragedia de Turrubares, con la caída del puente sobre el Río Grande de Tárcoles
Estimados señores:
Con respeto, les hacemos llegar atento saludo de nuestra parte, a nombre de las organizaciones que nos honramos en representar, la Central Social Juanito Mora Porras (CSJMP) y la Asociación Nacional de Empleados Públicos y Privados (ANEP).
La muerte de cinco costarricenses producto de la negligencia mortal que significó la caída del puente sobre el Río Grande de Tárcoles, no debe quedar impune bajo ninguna circunstancia. La demanda de responsabilidades políticas, gracias a una gran presión ciudadana, obligó a la salida (“renuncia”), de la máxima responsable del Ministerio de Obras Públicas y Transportes (MOPT), la señora Karla González Carvajal. En este plano de lo político, quedan más cuentas que pedir, como la que se refiere al papel jugado por el señor Pedro Castro Fernández, Viceministro del MOPT en el área de Obras Públicas.
En el plano judicial, las correspondientes autoridades ya están actuando y es de esperar que a nivel penal, muchas personas tendrán que rendir cuentas por la indicada negligencia mortal.
No obstante, los y las compatriotas que dieron su vida creyendo que la acción pública así se las garantizaba, no deben ser olvidados jamás, puesto que su sacrificio, producto de la indicada negligencia mortal, tiene que ser recordado siempre, dado que el mismo habrá preservado la vida de miles de otras personas que transitarán por aquellos puentes que serán reparados en el marco de condiciones generados por su muerte.
Efectivamente, en medio del dolor, el enojo, el escándalo y la indignación de la gente por una tragedia que pudo haber sido evitada, de un pronto a otro, aparecen quince millones de dólares que, ahora sí, tienen destino específico como por arte de magia: serán empleados en la reparación de aquellos puentes que ya se saben están en condición crítica, de riesgo y que, por tanto, deben ser atendidos con urgencia para que no haya más tragedias, con personas fallecidas incluidas, con la ocurrida en Turrubares, el pasado jueves 22 de octubre de 2009.
Es decir, tuvieron que dar su vida, como héroes de una tragedia más que anunciada, cinco costarricenses provenientes de la gente del pueblo, de la gente sencilla, de la gente de la clase trabajadora. Con su sacrificio, otros y otras no morirán, pues ahora aparecieron 15 millones de dólares para reparación de puentes en estado crítico, es decir, como indicamos, para que nadie muera más producto de la caída de un puente en mal estado.
En homenaje a quienes dieron su vida en la tragedia del puente sobre el río Grande de Tárcoles, estamos promoviendo por intermedio de sus dignas autoridades, que los primeros cinco puentes que se reparen con esos quince millones de dólares, honren la memoria de cada una de los y las cinco compatriotas que perdieron su vida por la ya consabida negligencia mortal, siempre y cuando sus respectivos núcleos familiares estén de acuerdo.
Las ciudadanas fallecidas, Norma Jiménez Cerdas, Marta Isabel Artavia Granados y Natalia Meléndez Quesada; así como los ciudadanos Efraín Merino Santamaría y William Gutiérrez Chaves, merecen un sitial de honor, merecen una placa que recuerde su nombre para que siempre tengamos presente las enormes consecuencias que implica priorizar una política pública centrada en propiciar las ganancias de negocios con los servicios públicos para unos cuantos; versus la búsqueda y la promoción del bien común para toda la sociedad, incluyendo a segmentos de la misma que pareciera que la atención de sus necesidades no generará rentas de corto plazo.
El martirio de estas distinguidas personas de nuestra comunidad costarricense, sin renombre público pero de enorme significado para sus familiares y para sus comunidades, debe recordarnos que el objetivo central de la política pública debe ser la vida de la gente y no el lucro de unos cuantos; y debe recordarnos que tal negligencia mortal no se hubiese manifestado si la prioridad de la política pública estuviese centrada en el bien común y no la ganancia egoísta de corto plazo.
Agradecemos al señor Presidente de la República y al Ministro de la Presidencia que nos brinden una respuesta a este planteamiento con base en lo que estable el artículo 27 de la Constitución Política y el 32 de la Ley de Jurisdicción Constitucional.
Reiterándoles nuestro respeto y consideración,
Albino Vargas Barrantes
Secretario General ANEP
Presidente CSJMP
cc.: Organizaciones de la Central Social Juanito Mora Porras (CSJMP).
cc.: Movimientos sindical y social costarricenses.
cc.: Asamblea Legislativa de Costa Rica.
cc.: Honorable Consejo de Gobierno de la República.
cc.: Junta Directiva Nacional de ANEP.
cc.: Personas trabajadoras afiliadas a la ANEP.
cc.: Archivo.