La deportación de Paco Gómez Nadal
por Ebrahim Asvat, el Lunes, 28 de febrero de 2011 a las 22:39
La Bitácora
Paco Gómez Nadal no vino a Panamá para hacer negocios. No fue uno de esos que al ver la clase de empresarios que nos gobiernan se motivó por llegar a estas tierras a inventar negocios, participar en contrataciones directas, a buscar socios para el dinero fácil. Si hubiera llegado a Panamá por cualquiera de esos propósitos estoy seguro que le estaría escribiendo odas a los gobernantes, lamiendo zapatillas, haciendo amistades con los detentadores del poder y dinero, mucho dinero.
Pero Paco Gomez Nadal no adquirió la residencia permanente en nuestro suelo para ninguno de esos propósitos. Llegó como asesor de medios, periodista, columnista y defensor de los derechos humanos. No los derechos humanos de los ricos empresarios y apostadores a cualquier tipo de negocio lícito o ilícito que con facilidad se realizan en nuestro país. Llegó para defender a los más indefensos y desprotegidos del país. A nuestros panameños originarios, indios, indígenas o como los quieran denominar.
A Paco Gomez Nadal no lo hubieran deportado del país si hubiera estado al servicio del Panamá, país de negocios. Pero si hubo la oportunidad para deportarlo por defender las tierras de nuestros indígenas y sus derechos. Esos derechos que nosotros los no originarios reclamamos para nosotros y hemos sido eternamente indiferentes y egoístas contra aquéllos.
Que Paco Gomez Nadal es un extranjero que llegó a nuestras tierras no es un secreto. Lo que nos debe avergonzar desde el Presidente de la República, los Ministros, los políticos y también a todos los nacionales que en esta tierra vivimos es que a Paco Gomez Nadal lo deportan por defender los derechos de los indígenas Gnobe Bugles y sus tierras. Esos derechos a que nosotros los panameños que aquí residimos no estuvimos dispuestos a defender y a luchar como él dentro de sus posibilidades lo hizo por ellos.
Siempre saldrán los ignorantes que ven la forma y no el fondo, a resaltar que Panamá es para los panameños. Que los extranjeros no tienen que meterse en nuestros asuntos internos. Yo me pregunto desde cuando los derechos humanos son nacionales y no universales. Desde cuando hay que ser panameño para defender el derecho a la vida, a la propiedad, a la libertad de expresión y pensamiento.
Paco Gomez Nadal se va de Panamá por defender las legítimas causas de los panameños originarios. No por voluntad propia sino por voluntad del gobernante. Ya desde los disturbios de Bocas del Toro le tenía ganas y en su despacho tenía el expediente migratorio de Paco Gomez Nadal para ver la forma como lo sacaba de aquí. Nos lo dijo en una reunión con dueños y representantes de medios de comunicación. Bueno lo logró. Yo quisiera saber que gana con eso. “Lord What fools these mortals be“.
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En el blog del Colegio Nacional de Periodistas se ha publicado el siguiente comunicado:
CONAPE – PANAMA
MENSAJE DE PACO GOMEZ NADAL A SU LLEGADA A MADRID NOS DICE SU VERSION
Acabamos de llegar a Madrid custodiados por dos agentes del SANM. Les envío este comunicado que redactamos en la escala de San José. Les pido que lo reboten a los compañeros de los medios.
Desde San José de Costa Rica, camino a Madrid (España)
He sido expulsado de Panamá en el día de hoy por el Gobierno de Ricardo Martinelli. La fórmula legal se denomina retorno voluntario pero ni es voluntario ni es retorno. Explico las circunstancias:
1. El sábado 26 de febrero fui detenido ilegalmente cuando, claramente identificado como miembro de la organización de Derechos Humanos Human Rights Everywhere (HREV), documentaba el desalojo de los indigenas ngäbe que cortaban la Plaza 5 de mayo. La detención se produjo con violencia y sin ningún tipo de contemplación. En el operativo también fue detenida de forma arbitraria e ilegal mi compañera, Pilar Chato, que estaba en el andén de la esquina entre 5 de mayo y Calle L esperando el final de los acontecimientos.
2. En las siguientes 20 horas fuimos recluidos en tres instituciones diferentes y en ningún momento se nos indicó de qué se nos acusaba, no se nos permitió comunicación con nuestros abogados ni recibir asistencia consular de la EMbajada de España, país del que somos ciudadanos. Los propios funcionarios de la DIJ de Ancón nos manifestaron que no había expediente ni documentación que justificara nuestra detención en esas instalaciones (donde tuvimos que dormir en el suelo sobre periódicos)
3. Que en la tarde del día 27 de febrero, 23 horas de spués de la detención, fuimos víctimas de un juicio express en la corregiduría de Balboa con acusaciones falsas de la Policia Nacional (como que no estaba identificado al momento de la detendicón o que se nos leyeron nuestros derechos o que fuimos informados de las razones del acto) y en base a un video sin audio que, a todas luces, no es probatorio de ningún acto delictivo o contrario a las leyes panameñas.
4. Que Aproximadamente a las 4:30 p.m. fuimos trasladados a las oficinas del Servicio Nacional de Migración donde ni siquiera sabían por qué recibirnos hasta, tal y como nos indicaron, “recibir una llamada de Presidencia”. Una vez que nos recibieron en calidad de “retenidos“, los funcionarios del SNM aseguraron al consul de España, a nuestra abogada y a representantes de la Defensoría dl Pueblo que ningún trámite sería realizado hasta la mañana del día 28 de febrero y que por esa razón debiamos permanecer en las celdas de Migración, a pesar del compromiso de los funcionarios nacionales e internacionales de servir como garantes de nuestra comparecencia al día siguiente.
5. Que después de irse el equipo de acompañamiento, la directora del SNM junto a sus abogados dictaron un decreto ilegal y arbitrario en que sin pruebas nos condenan a detención por haber alterado el orden público e “instigar protestas“. Fuimos despertados pasada la media noche, intimidados e irrespetados y obligados a firmar un documento en que se afirmaba que el SNM había escuchado nuestra defensa y respetado nuestros Derechos Humanos, cuando esto no se había producido.
6. Que ante las arbitrariedades cometidas, la agresividad de los comunicados públicos del Gobierno desde el mismo sábado 27 y los antecedentes del intento de expulsión del 4 de julio de 2010 y ante la TOTAL FALTA DE GARANTÍAS jurídicas para un proceso justo o para nuestra seguridad física ni jurídica, decidimos aceptar la deportación voluntaria.
7. Manfestamos la absoluta falta de garantías para el trabajo como Defensores de Derechos Humanos en Panamá y alertamos a NAciones Unidas y a la Comisión Interamerciana de DDHH sobre el grave riesgo al que están sometidos otros defensores en Panamá y cualquier líder social.
8. Agotaremos todos los recursos legales disponibles en Panamá y en el sistema Interamericano de JUsticia para revertir esta situación y exigiremos la compensación por los daños morales, económicos y personales a los que hemos sido sometidos al abandonar nuestro hogar, nuestros amigos, nuestra misión como defensores de Derechos Humanos y nuestro desarrollo profesional.
9. HREV y mi persona sólo hemos tratado de promocionar y defender los derechos humanos de los colectivos más desfavorecidos de Panamá, tal y como es nuestro mandato. Nuestros informes sobre violación de derechos humanos en Changuinola o en el Centro de Cumplimiento de Tocumen o nuestro seguimiento a todo el proceso de defensa territorial de los pueblos Naso, Ngäbe y Buglé han molestado a las autoridades que han desconodio las recomendaciones de las organizaciones internacionales respecto a los Derechos HUmanos de estas poblaciones. A esta situacion se suma mi labor como periodista y columnista en el diario La Prensa con trabajos críticos que incomodan al Gobierno tal y como lo han manifestado en diversas ocasiones.
10. El trato de los funcionarios de rango bajo de la DIJ y de Migración fue en todo momento correcto y ellos mismos nos mostraron su perplejidad ante este proceso.
11. Los pueblos originarios de Panamá no necesitan de instigadores. Son autónomos y dignos y cuando protestan suelen ser provocados por medidas del Gobierno que, además del abandono secular, aprueba medidas que afectan contra la autonomía territorial, cultural y política de los pueblos originarios.
12. Reconocemos y agradecemos profundamente la valentía, el ánimo y la solidaridad que numerosas organizaciones, ciudadanos y, en especial, los representantes de los pueblos originarios de Panamá nos han mostrado en las últimas horas.
No nos echa Panamá. Nos echa su gobierno.
La lucha por los Derechos Humanos es irrenunciable y los delitos de lesa humanidad imprescriptibles.
Paco Gómez Nadal
Pilar Chato Carral
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De Radio y Televisión Española RTVE:
Panamá fuerza la salida del país de un periodista español crítico con el presidente Martinelli
– Paco Gómez Nadal y su pareja fueron detenidos tras una manifestación – El Gobierno conservador los acusa de “instigar” una protesta indígena
Los periodistas españoles Paco Gómez Nadal y Pilar Chato han sido repatriados desde Panamá tras haber sido detenidos el sábado en la capital durante una manifestación indígena contra la minería y ser acusados por el Gobierno de instigar la protesta.
La propia Pilar Chato ha declarado a Efe poco antes de abandonar el país rumbo a Costa Rica, donde tomarán un vuelo hacia Madrid, que habían aceptado ser repatriados debido a la presión a la que fueron sometidos ella y su compañero tras la detención.
“Hemos aceptado optar por el retorno voluntario para agilizar el proceso“, ha afirmado en breves declaraciones telefónicas, tras rechazar también la acusación de que no tenían sus papeles de residencia en regla.
A pesar de que finalmente la salida ha sido “voluntaria“, el abogado Carlos Lee, de la Alianza Ciudadana pro Justicia, ha asegurado que Gómez Nadal fue prácticamente forzado a una repatriación, según informa el diario panameño La Prensa.
Atención de Martinelli a los opositores
La repatriación voluntaria permite que los afectados puedan volver al país en un plazo de dos años, mientras que la expulsión lleva aparejado no poder regresar en cuatro años, han explicado a Efe fuentes cercanas al proceso.
El murciano Gómez Nadal ha asegurado a La Prensa que se trató de “un proceso arbitrario“. Incluso la ONG Reporteros sin Fronteras había advertido de que el procedimiento seguido en su contra era “sospechoso e irregular“.
El periodista ha sido un duro crítico desde su columna semanal en ese periódico con la gestión del gobierno del presidente panameño, el conservador Ricardo Martinelli.
El mandatario se ha llegado incluso a referir al caso, según Efe, y ha manifestado que “ningún extranjero puede venir a Panamá a incitar a la violencia (…) Uno va a España o a cualquier otro país y crea el caos, la violencia y se tira en una calle, y luego lo deportan“.
Recientemente, Wikileaks puso al descubierto la atención que da Martinelli da a los movimientos de la oposición, ya que según la embajadora de EE.UU. llegó incluso a pedir su ayuda para espiarlos.
Conflicto de la minería
La detención de ambos se produjo el pasado sábado. En ese momento, el Gobierno panameño aseguró que Gómez Nadal fue arrestado mientras “_instigaba y organizaba a un grupo de ciudadanos que se preparaban para realizar una protesta_” ante la sede de la Asamblea Nacional, informa la misma agencia.
En el momento del arresto, el periodista se identificó como coordinador de la ONG Human Rights Everywhere ante la policía, pero le pidieron que entregara la videocámara que llevaba. El periodista se negó, lo que provocó su detención y, después, la de su pareja.
Las autoridades aseguraron que la participación de Gómez Nadal en la protesta estaba “plenamente documentada en vídeos de las cámaras de vigilancia“, pero las imágenes ofrecidas hasta ahora por televisión sólo muestran al periodista hablando con los manifestantes.
La etnia Ngöbe Buglé, la más numerosa del país, lleva varios días realizando manifestaciones para protestar contra la ley de reforma del código minero, que según ellos, atenta contra los recursos naturales de las comarcas.
Este domingo, Gobierno e indígenas alcanzaron un principio de acuerdo para reiniciar este martes las conversaciones, que permanecían paralizadas.