Por Giovanni Beluche V.
14 de setiembre de 2010
Llega un aniversario más de nuestra independencia y salen presurosos a rasgarse las vestiduras políticos, empresarios, periodistas, diputados y tantos otros, quienes año con año destruyen el proyecto de país independiente y soberano. Para qué hacen un Consejo de Gobierno en Cartago, si pisotean nuestra soberanía abriéndole las puertas al ejército filibustero de los Estados Unidos, pisoteando las más elevadas tradiciones nacionales.
Hacer patria es construir un país donde quepamos todos y todas, en igualdad de condiciones y en equidad de oportunidades, sin distingo de color de piel, origen, etnia, preferencia sexual, nivel social, sexo, discapacidades, edad. Hacer patria es dotar de herramientas y recursos a las instituciones y organizaciones que luchan contra toda forma de violencia, especialmente la violencia de género y el femicidio. No hacen patria los pastores evangélicos y los curas católicos que fomentan el odio contra las parejas del mismo sexo.
Tampoco hacen patria los diputados que le temen a una Comisión Investigadora de las concesiones, quienes como el gato tratan de echarle tierra a las inmundicias de sus negociados y su entreguismo de nuestros recursos a las transnacionales. Hicieron patria Juan Santamaría, Juanito Mora, Pancha Carrasco y tantos hombres y mujeres anónimos que expulsaron a William Walker y sus pretensiones de esclavizarnos. No son patriotas los gobernantes que declaran de interés público una actividad minera que contaminará nuestros mantos acuíferos, ni las autoridades de salud que permiten a las piñeras intoxicar con agroquímicos el agua que beben las comunidades de Siquirres.
Hace patria el estudiante que con orgullo levanta la antorcha de la independencia, los niños y las niñas con sus faroles que iluminan nuestros sueños de una sociedad justa, los jovencitos que cantan con fervor el himno nacional. No hacen patria los políticos que condenan a la gente humilde a esperar por años para una operación en la caja de seguro social, ni los comerciantes que especulan con el precio de las medicinas.
Hace patria Nery Brenes cosechando medallas sin olvidarse de su querido Limón, Ana Gabriels con sus puños de acero, Bryan Ruíz que triunfa en el fútbol europeo y sigue siendo el mismo muchacho humilde de los barrios del sur. Pero también hacen patria los obreros de la construcción, las cocineras del mercado, los recolectores de la basura, las maestras de escuela, los agricultores, los profesionales comprometidos, las enfermeras abnegadas. No hacen patria quienes designan a un criminal electoral confeso como embajador en El Vaticano, ni los jerarcas que no le cobran las cuotas del seguro social y los impuestos a tantas empresas y embajadas evasoras.
Sí hacen patria nuestros indígenas tan olvidados, los guardas de los barrios, el policía mal pagado, los choferes de los buses, las empresarias de la microempresa, los artistas nacionales, los trabajadores de los muelles, los pescadores de Puntarenas, los abuelos jubilados, los inmigrantes nicaragüenses, las artesanas de Guanacaste.
No hacen patria quienes le niegan un presupuesto justo a las universidades públicas, mientras fomentan el negocio de la educación privada.
Hacen patria los hombres y mujeres que trabajan duro cada día, a cambio de un salario que no alcanza ni para la canasta básica. Y usted ¿Cómo hace patria?