La decisión de la Presidencia Ejecutiva del Instituto Costarricense de Electricidad (ICE), de pedir una rebaja en la tarifa de luz para grandes empresas, específicamente para cuatro emporios transnacionales y por el orden de un 16%; no es más que un elemento adicional que se agrega al proceso concentrador de riqueza que vive Costa Rica y que, dolorosamente, continúa golpeando los bolsillos de la clase trabajadora asalariada, especialmente la de ingresos medios y bajos; sin hablar ya de esa enorme conglomerado laboral que trabaja en el mercado informal.
Sabemos que este rebajo, que favorece a grandes empresas, obedeció a un acuerdo del Gobierno con la Unión Costarricense de Cámaras y Asociaciones de la Empresa Privada (UCAEPP); que bajo el pretexto de la competitividad internacional impuesta en la aprobación del TLC con EEUU, aprobado en el 2007, siguen con estos privilegios empresariales a costas del sacrificio del pueblo trabajador, como en el presente caso.
Pensamos que se trata de una errónea decisión con serias consecuencias para las economías familiares asalariadas, ya de por sí acongojadas por una cadena de alzas en lo que va del año que parece no contenerse.
Resulta inadmisible que, por ejemplo, los vecinos de Hatillo, emblemático vecindario urbano, subsidien la electricidad de la todopoderosa transnacional Intel, cuyo valor agregado a la economía nacional deja mucho que desear.
Exigimos al Gobierno de la República en explicarle a la población trabajadora que sufrirá esta especie de expolio, cuál es la naturaleza de la aportación en materia tributaria que estos consorcios hacen, cuyas ganancias son impresionantemente gigantescas por su acción empresarial global.
Comunicado de prensa de la ANEP y del FIT-ICE.