Ante los últimos acontecimientos en la Asamblea Legislativa, ANEP manifiesta lo siguiente:
El acoso sexual es una manifestación contraria al principio de igualdad de trato entre hombres y mujeres; es una forma de discriminación por razón de sexo y una manifestación de la violencia de género. Plantear medidas y estrategias que prevengan, corrijan y erradiquen estas conductas contrarias a la dignidad de las mujeres, no es más que hacer efectiva la igualdad de hombres y mujeres en el trabajo.
Lo ocurrido en la Asamblea Legislativa nos demuestra que el mecanismo actual que existe para prevenir, corregir y sancionar el hostigamiento sexual, si bien es un importante avance en la legislación con perspectiva de género, mantiene debilidades que permiten que algunas conductas queden impunes o libradas a la decisión de casos particulares. En ese sentido, nuestra organización sindical hace pública una solicitud a los actuales diputados y diputadas, para revisar, mejorar y fortalecer la Ley de Hostigamiento Sexual en el Empleo y en la Docencia.
Esta situación, también evidencia la dificultad que implica para una víctima de hostigamiento sexual hacer la denuncia respectiva, puesto que usualmente, por encontrarse en una posición de debilidad, es presionada para que calle, es sometida a la amenaza de prejuicios sociales infundados, a la pérdida de su empleo o de su honor. Por eso es necesario establecer mecanismos de denuncia que no sean individuales, y que favorezcan la creación de condiciones que procuren menos costos sociales y laborales a la víctima. En ese sentido, ANEP ha venido incluyendo la regulación del hostigamiento sexual en las Convenciones Colectivas de Trabajo. Utilizar el marco de la negociación colectiva como instrumento de aplicación del principio de igualdad, incluyendo cláusulas de prevención y sanción del acoso sexual, e impulsar la adopción por parte de las empresas de un procedimiento de denuncia y sanción interna en el que tomen parte activa, permiten que la colectividad respalde a quien sea víctima de una actitud tan reprochable como el hostigamiento sexual.
Nuestra organización sindical solicita, respetuosa y vehementemente, que se profundice al máximo la investigación de la denuncia que ha sido interpuesta contra el diputado de la Fracción Parlamentaria del Partido Liberación Nacional (PLN), Federico Tinoco Carmona por hostigamiento sexual.
Consideramos que desde el Primer Poder de la República, debe sentarse un precedente de cero tolerancia a este tipo de actitudes, que ineludiblemente constituyen una clara manifestación de violencia contra las mujeres y que es vivida por miles de mujeres en nuestro país, que no disponen de un micrófono para hacer su denuncia, o su vivencia no tiene relevancia para los medios de comunicación.
Condenamos la actitud de quienes pretendieron encubrir, en el propio parlamento, la conducta del Diputado Tinoco Carmona. El principio ético dicta que en casos como éste, aún frente a rumores, la sociedad debe tomar partido con el más débil, que resulta ser la víctima. El PLN tiene una deuda ética con las mujeres de este país, puesto que desde un inicio ha tomado partido con el más fuerte, con el que se encuentra en una posición de poder, y sólo ante la contundencia de la denuncia, se decidieron a plantear la apertura de un procedimiento investigativo. Reprochamos la actitud de la Jefa de Fracción del Partido Liberación Nacional, señora Mayi Antillón Guerrero y del Presidente del Directorio Legislativo, Francisco Antonio Pacheco Fernández porque negándose a investigar lo que ya era un secreto a voces, minimizaron el asunto, y trataron de encubrir la conducta de uno de sus compañeros. ¿Será que apostaron a que la parte más débil, precisamente por ser débil, descartara presentar la denuncia?
También están los que callando, han sido cómplices. Llama la atención la ausencia de una voz articulada de las señoras diputadas, quienes pudiendo ser ellas las que respaldaran a la víctima desde un inicio, tomaron cartas en el asunto hasta que fue imposible ignorar los hechos. En esos silencios, destaca la rectitud y la beligerancia de la diputada socialcristiana Ana Helena Chacón Echeverría, quien sin apresurarse a emitir juicios sumarios, desde un inicio optó por respaldar a la víctima. Nuestra organización sindical debe manifestar con toda honestidad, que nos llena de esperanza que precisamente la Diputada Chacón Echeverría, sea la Presidenta de la Comisión Permanente de Asuntos de la Mujer, puesto que estamos seguros que en ella tendremos una aliada para promover mayores avances en la legislación con perspectiva de género.
Estaremos atentos para que en el parlamento, el Primer Poder de la República, prevalezca el derecho fundamental del debido proceso, la garantía de justicia pronta y cumplida, los criterios éticos y de justicia, sobre la tradicional solidaridad masculina mal entendida. Los hechos que hoy sacuden al Parlamento, constituyen una gran oportunidad para dar el salto hacia la profundización de los mecanismos que como sociedad, nos permitan avanzar en mayores criterios de equidad.
San José, 1 de setiembre de 2006.