El «cártel» de los banqueros privados. Parte 3

En verdad es de extraordinaria relevancia este asunto de los banqueros privados y su abusivo control de la política económica, monetaria, fiscal y financiera en las últimas cinco administraciones gubernamentales, en la actual y, sin duda alguna, en la próxima.

Al debate se unió el muy respetado economista don Juan Manuel Villasuso, una personalidad académica de enorme prestigio. En su columna_ “Dialéctica”_, del valiosísimo suplemento de opinión “Página Abierta” publicado por Diario Extra, ayer martes 1 de diciembre, Villasuso indicó que “hablar del sector financiero en Costa Rica es como tocarle los huevos al águila”.

Efectivamente. El “cártel” de los banqueros privados (uno de cuyos integrantes es el candidato vicepresidencial de doña Laura, el señor Liberman Ginsburg), tiene que haber invertido muchos, pero muchos, millones de colones financiando las candidaturas presidenciales de las últimas campañas electorales, apostando a varios partidos políticos a la vez para garantizarse, al menos y en cada uno de los sucesivos gobiernos, dos puestos fundamentales: el cargo de Ministro de Hacienda y la presidencia ejecutiva del Banco Central de Costa Rica (BCCR).

Ahora entendemos el verdadero significado del vocablo “PLUSC”, que fue el concepto acuñado por el pueblo para definir la unificación política del que una vez fue el socialdemócrata Partido Liberación Nacional (PLN), con el Partido Unidad Social Cristiana (PUSC), que renegó del humanismo cristiano como su filosofía inspiradora, degenerándose al punto de llegar a votar el TLC con los Estados Unidos.

Es más, el “cártel” de los banqueros privados debe estar “invirtiendo” plata en la presente campaña electoral y “jugando a varias bandas”. Solamente así podemos explicarnos el impresionante silencio de, prácticamente, todas las candidaturas presidenciales actuales, ninguna de las cuales ha alzado su voz, ni en prensa ni en propaganda, para demandarle cuentas a ese poderosísimo grupo de poder enquistado, succionando, extrayendo, transfiriendo… y robando, “…fondos de los grupos más pobres a los grupos de mayores ingresos”, tal y como lo sostiene otro economista de renombre y que sabe mucho de esta historia, el señor Bernal Jiménez Monge, seguidor de doña Laura. Solamente vimos una fugaz página pagada por parte de Ottón Solís, reproduciendo la primera columna que al respecto escribió el señor Jorge Guardia Quirós, quien destapó este hediondo asunto del “cártel” de los banqueros privado. Pero luego… silencio, como todos los demás.

También es reprobable la conducta de los partidos de “oposición” (así, entre comillas), en el seno de la Asamblea Legislativa. Ninguno que sepamos se ha atrevido a presentar una moción para instalar una comisión investigadora de todas las acciones truculentas efectuadas por el “cártel” de los banqueros privados, en su insana orgía financiera de concentración abusiva de la riqueza, a expensas del ya sostenido proceso de empobrecimiento de la clase media y de las mayorías populares, en general.

Al respecto valga una “anotación” al margen de lo que acontece en el parlamento actual y la actitud de la “oposición”. Ninguno de los partidos integrantes de la misma fue capaz de plantear su propia denuncia en el seno del Tribunal Supremo de Elecciones (TSE), sobre el caso del “avionetazo” de la diputada Mauren Ballestero. ¡Qué curioso!

El “status quo” del sistema financiero costarricense, hoy muy consolidado por la acción de influencia política profunda que desarrolló el “cártel” de los banqueros privados en los últimos gobiernos, les permite obtener utilidades, solamente en el año pasado, de la impresionante cantidad de 55.000.000.000.oo (55 mil millones de colones), según cifras de don Juan Manuel Villasuso, dignas de la mayor credibilidad. Además, la actividad financiera del “cártel” de los banqueros privados muestra una tasa de crecimiento anual del 10 %, algo que ningún otro sector de la economía nacional ha logrado.

Este nefasto capítulo de la historia nacional está por escribirse. Don Juan Manuel Villasuso nos invitó a hacer un recuento de los nombres de los ministros de Hacienda y de los presidentes del Banco Central, en los años del poder (todavía vigente), del “cártel” de los banqueros privados. Si usted nos aguanta una cuarta parte, se los nombraremos la próxima semana.

Los banqueros privados se enriquecieron a costa de las estrecheces y congojas económicas que vive una clase media altamente endeudada; para que ellos hayan acumulado tantísima plata, 600 mil personas trabajadoras asalariadas han estado ganando salario por debajo del mínimo de ley, ya de por sí indignante; para que ellos sigan teniendo tanto poder, doña Laura les dio la vicepresidencia y los otros candidatos parece que les prometieron su silencio cómplice. No hay duda: hablar del “cártel” de los banqueros privados es tocarle los huevos al águila.

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