Casi 60 millones de mexicanos —de un total aproximado de casi 110 millones—, viven con carencias alimentarías, de vivienda de empleo, de educación y de servicios, y en contraste casi agudo, vive también aquí, el ahora hombre más rico del mundo según la revista Forbes.
El empresario Carlos Slim Helú quien tiene múltiples áreas de negocios no sólo en México sino en otros puntos de la geografía mundial, inició su gran fortuna a escalas inimaginables, con la operación de la telefonía en México y sobre todo con la beta móvil de lo que hoy es más una industria que un servicio y a la par los mismos consumidores de sus productos, en general, se han pauperizado.
La coexistencia del hombre más rico del mundo con tanta miseria no es nada extraordinario, es más bien, la ley de la economía de nuestros tiempos. El siglo XX e inicios de éste, han sido uno de los periodos más convulsivos, de contrastes y paradojas. Más que las distintas ideologías y religiones, fue la economía de guerra la que promovió las dos grandes Guerras Mundiales provocando un rebote impresionante en avances científicos y tecnológicos, en donde la exploración del espacio y la Internet son unos de los más emblemáticos sucesos de este trance de la historia. Pero a la vez, se han presentado innumerables flagelos representados en enfermedades, muertes masivas y una gran pobreza que se extiende de manera exponencial en distintos territorios de la geografía mundial.
En México, la miseria rampante de la mano de la consolidación de fortunas espléndidas ha provocado más que diferencias, una desestabilización social con relaciones estrechas en los ámbitos de la economía y la política.
Los cinturones de miseria se explican en primer lugar por la migración de grupos humanos del campo a las zonas urbanas. En principio los asentamientos se van consolidando en las franjas externas de las ciudades, lo que provoca colonias irregulares en donde las condiciones de pobreza más que ir en descenso, se acrecientan.
La propia tecnología y la economía de mercado provocaron la terrible paradoja de que en los hogares más humildes existiera sin falta, un televisor a través del que se mercadean un sin número de productos inalcanzables en costo para una gran mayoría de los destinatarios de la publicidad. Pero con Carlos Slim en México y su visión de los negocios, logró romper con aquello de que en cada casa un televisor. Hoy día es factible que el aparato de televisión se encuentre aunque descompuesto en un hogar, pero los aparatos de telefonía móvil son infaltables pertenencias de uso entre los individuos de las familias.
Carlos Slim, tiene así a sus pies, innumerables cinturones de miseria que lo hacen cada segundo que pasa, más y más rico.
Acta Divina… Steve Forbes, presidente ejecutivo de la revista Forbes, afirmó ayer que Carlos Slim Helú es el hombre más rico del mundo. Slim supera ya a Bill Gates y Warren Buffett. Forbes calculó la fortuna total de Slim Helú en 53,500 millones de dólares, superando así, con 500 millones de dólares al fundador de Microsoft.
Fuente: Rebanadas de Realidad – SNTMMSRM, Distrito Federal, 13/03/10