Gracias a las convicciones democráticas del Diario Extra, en el campo del respeto a la Libre Expresión, ANEP publica, semanalmente, en días miércoles, esta columna.
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Será ésta la decimosétima vez que la ONU debate sobre el tema y, con toda seguridad, habrá una abrumadora votación a favor del pueblo cubano, como ha ocurrido en todas las 16 veces anteriores. Por ejemplo, en la del año pasado, 2007, Cuba obtuvo 184 países a su favor, 4 en contra y 1 abstención. En la ONU, los Estados Unidos se quedan completamente solos cuando de Cuba se trata. La acción de Estados Unidos en contra de Cuba, pisotea, una y otra vez, los propósitos y los principios establecidos en la carta constitutiva de la ONU y es por eso es que los gobiernos de las naciones de la Tierra condenan el bloqueo a Cuba.
Se puede estar a favor ó se puede estar en contra del régimen político que rige los destinos de Cuba, una nación hermana, integrante plena de la gran nación latinoamericana. Ese no es el punto. El punto es que los principios del Derecho Internacional indican que ninguna nación debe imponerle a otra, un determinado sistema de vida y una particular organización política. El criminal bloqueo contra Cuba se acerca ya al medio siglo de existencia y, sin embargo, nada han ganado los Estados Unidos en todos estos años de su “santa cruzada” contra el valiente pueblo de la isla más grande del mar Caribe.
Diversos estudios económicos, bastante serios, se han encargado de cuantificar el impacto que ha tenido el bloqueo a Cuba desde que, ilegalmente, le fuera impuesto. Así por ejemplo, se indica que únicamente en el año pasado 2007, ese impacto fue del orden de los 3 mil 775 millones de dólares. Otro dato nos indica que desde que está en vigencia el bloqueo y calculando a valor actual del dólar, las pérdidas económicas para Cuba andan alrededor de los 226 mil 600 millones de dólares. Por eso se puede afirmar, sin temor a equivocaciones, que el bloqueo es hoy en día el principal obstáculo al desarrollo y al bienestar del pueblo hermano de Cuba.
Por otra parte, desde un punto de vista estrictamente humanista, ninguna persona puede estar de acuerdo con el cerco sistemático a un pueblo que tiene un pensamiento distinto del que le acosa. La monstruosidad del bloqueo a Cuba, llevada al límite en el gobierno del genocida y ya casi expresidente Bush, es tan criminal como impedirle a una transnacional de medicamentos de Estados Unidos que le venda a Cuba un anestésico inhalatorio de carácter pediátrico o marcapasos para niños cubanos aquejados de arritmias.
Costa Rica comercia con Cuba. Varias empresas nacionales exportan una amplia gama de diversos productos hacia la isla caribeña. Por otra parte, un número cada vez más creciente de jóvenes costarricenses, se educan en el hermano país, por ejemplo, en la carrera de Medicina. En Costa Rica, a estos muchachos y muchachas, dado su humilde origen socioeconómico, no les hubiera sido posible alcanzar tal sueño profesional. Estas situaciones, entre otras, han generado que nuestro país mantenga con Cuba relaciones diplomáticas a nivel consular, aunque ya es tiempo en que se establezcan a nivel de embajadas.
Los pueblos de la Tierra, como demuestran las votaciones en la ONU, año con año, entienden perfectamente que la diversidad y la tolerancia son, hoy en día, elementos fundamentales para la vida comunitaria del planeta. Cuba tiene un lugar en el mundo y por las particulares circunstancias sociopolíticas, económicas e históricas en estos últimos cincuenta años, la dignidad del pueblo cubano es admirada en todos los rincones del orbe, aunque no se comparta su ideología y su sistema político. Cuba tiene una estatura moral envidiable y eso le es reconocido en toda parte.
En los albores de un cambio de gobierno en los Estados Unidos y ante la debacle financiera y la catástrofe ideológica que vive su sistema de capitalismo salvaje, conviene a las nuevas autoridades estadounidenses levantar el bloqueo a Cuba y darle un auge al comercio entre ambos países que a los dos les ha de beneficiar, en la medida en que el respeto mutuo por sus respectivos sistemas políticos prevalezca ante todo.
Nos sumamos por esta vía al gigantesco movimiento global que exige el levantamiento ya del criminal bloqueo a Cuba. Costa Rica sumará su voto a la prácticamente totalidad de países del mundo que en la sede de la ONU, este 29 de octubre, una vez más, la decimosétima, votará por Cuba y contra el bloqueo criminal que debe terminar ya.