El empresario Montealegre es acusado en Nicaragua por haber robado más de 650 millones de dólares en su tiempo como ministro bajo dos gobiernos neoliberales.
Fracasó en su intento de conquistar la alcaldía en Managua en las elecciones municipales y regionales el 9 de noviembre y comenzó una fuerte campaña contra el gobierno de Frente Sandinista que arrasó con los liberales y que ganó 109 de las 153 alcaldías en Nicaragua.
Montealegre acusó al gobierno sandinista por haber cometido fraude en Managua por lo cual el Consejo Superior Electoral hizo un recuento con todos los partidos partícipes en las elecciones en Managua, un recuento que no quiso participar el empresario Montealegre y que tampoco presentó sus presuntas pruebas y actos de la votación en las mesas receptoras electorales.
Desde ese fracaso, que estaba orquestada en coordinación con la embajada golpista de Estados Unidos en Managua donde opera el embajador James Callaghan, un reconocido instigador de golpes de estados en compañía del siniestro personaje de John Negroponte, conocido por coordinar a la contrarrevolución nicaragüense y ser la araña desde la embajada estadounidense en Tegucigalpa (1981-85) en la guerra contrainsurgente en El Salvador durante la década -80, el empresario Montealegre ha sido invitado por sus compinches en el mundo para obtener apoyo en una estrategia para desacreditar los países del ALBA y sobre todo a Nicaragua.
Pero resulta, que el constante perdedor en elecciones es más exitoso como ladrón de uno de los pueblos más pobres de América Latina.
Y ahora quiere ir a Tegucigalpa para dar su respaldo a un golpista que esta casi más solo en el mundo que Montealegre. Hablará que es liberal, pero el verdadero pueblo liberal de base esta en la calle, peleando, resistiendo al “liberal” Micheletti, dice en la siguiente entrevista Rasel Tomé, abogado y líder liberal en Tegucigalpa que exige al empresario Montealegre no ser ambiguo y definirse contra el golpe.
Fuente: *Especial para ARGENPRESS.info