El riesgo del comercio del agua entre Estados

Por la Redacción de APM

En el marco de la Asamblea Mundial de los Representantes Electos y los Ciudadanos por el Agua (AMECE) el Gobierno de Bolivia advirtió al mundo sobre el interés de algunos gobiernos de las Unión Europea (UE) de iniciar la comercialización del agua dulce entre Estados.

El ministro del Agua del país andino, Abel Mamani, durante su intervención el pasado fin de semana en el Parlamento Europeo de Bruselas, Bélgica denunció sobre los intereses de algunos gobiernos europeos de utilizar un recurso natural indispensable para la subsistencia de la vida humana como una riqueza.

En el evento internacional al que asistieron alrededor de 600 representantes de más de 80 países, entre ellos, Bolivia, Brasil, Uruguay, Chile, Argentina, México, Colombia, Honduras, Perú y Ecuador el ministro boliviano dijo que “se conoció que países en Europa estarían pensando en usar el agua para comercial con otros estados”.

En ese sentido, Mamani manifestó que si se permite que el recurso hídrico se compare con el petróleo se cometerá una “terrible equivocación” porque el petróleo es considerado como una fuente de riqueza, “mientras que el agua es vida”.

“El debate hoy no es reconocer nuevamente que el acceso al agua es un derecho humano, sino que es un principio básico que deberán reconocer en instancias mundiales como las Naciones Unidas (ONU)”, aseguró el funcionario boliviano.

De ese modo, Mamani instó a los cientos de representantes del mundo a iniciar con seriedad el debate para que el acceso al agua dulce en todo el mundo sea un derecho y se implemente esa política en los países latinoamericanos, africanos y asiáticos.

De acuerdo a datos proporcionados por la ONU, actualmente en el mundo hay 1.100 millones de personas que no tienen acceso al agua potable y 2.600 millones, cerca de la mitad de la población mundial a la higiene personal.

Esa es la principal causa para que 34.000 personas (de las cuales 4.500 son niños y niñas) mueran cada día. Mientras, que en Europa se calcula que cada ciudadana consume una media de 110 litros de agua diarios.

La Asamblea Mundial de los Representantes Electos y los Ciudadanos por el Agua considera que “si no se abandonan las políticas actuales, tendientes a comerciar con el agua, las sociedades nunca lograrán el acceso de todos los seres humanos al agua potable y los servicios sanitarios”, situación que deriva en la muerte de un niño cada ocho segundos.

Asimismo, señala que las multinacionales privadas del agua, que actualmente controlan el 10 por ciento del agua, “obtendrán beneficios cada vez más inaceptables en detrimento del derecho humano al agua”.

En ese marco, se pueden apreciar las declaraciones del alcalde adjunto de Nairobi, Waititu Ndungu, quien denunció ayer ante el Parlamento Europeo que bebida gaseosa Coca-Cola es más barata que el agua en Kenia y que la mayoría de la población no tiene dinero ni siquiera para comprarse uno de esos refrescos.

Ndungu se refirió además a la paradoja de que su país está situado junto al segundo lago más grande del mundo, el lago Victoria y junto al río Nilo.

El representante municipal de Nairobi trasladó esta situación a los más de 600 participantes AMECE.

El objetivo de la asamblea, que se prolongará hasta mañana, es debatir y presentar propuestas para mejorar el acceso al agua de los más de 1.100 millones de personas que carecen de ella, lograr que se declare derecho fundamental y plantear fórmulas para frenar su uso comercial por parte de empresas privadas.

El alcalde adjunto de Nairobi dijo que “en los últimos 40 años se ha politizado” la cuestión del agua y “los políticos han tendido a buscar su monopolio y a hacer de ella un elemento de su campaña electoral”.

Añadió que “no deberíamos tener que venir a Europa a decir que no tenemos agua. Tenemos agua, pero no la gestionamos bien y éste es nuestro fracaso”.

Ndungu se preguntó “qué es lo que hacemos mal” para que “tener agua allí sea hoy un privilegio y no un derecho humano básico”.

Según datos del Informe sobre Desarrollo Humano de 2006, “existen grandes disparidades entre los precios que se pagan por el agua” en el mundo y cuanto mayor es el nivel de pobreza más se debe pagar por el agua limpia.

El 20 por ciento de los hogares más pobres de El Salvador, Jamaica y Nicaragua, gastan de promedio más del 10 por ciento de sus ingresos en agua, mientras que en Gran Bretaña se dedican más del 3 por ciento de los ingresos familiares al agua supone “estar en condiciones de vida difíciles”.

En el debate de la AMECE y en relación con el problema del agua en Kenia, un asambleario de origen pakistaní recordó que en la reunión del Foro Social Mundial celebrada en Nairobi en enero pasado, “el gasto más importante fue el que se realizó en agua”.

Según explicó, durante aquella reunión “se decía a los asistentes que no bebieran agua de la red porque podrían enfermar, y se les recomendaba beber agua embotellada” por empresas privadas.

“Mientras firmas como Coca-Cola o las empresas de flores consumen gran parte del agua del país, un 80 por ciento de la población carece de ella”
, denunció otra participante.

Fuente: Agencia Periodística del Mercosur

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Unidad de Formación, Información y Comunicación, UFIC-ANEP

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