Intervención del diputado del Frente Amplio, José Merino, en la sesión parlamentaria del martes 20 de enero
Le dimos el voto afirmativo en el trámite de primer debate a este empréstito por 65 millones de dólares para enfrentar la emergencia del terremoto, y advertimos que era una situación de emergencia que ameritaba este trámite rápido trámite rápido que esta Asamblea le está dando a este proyecto, pero que era una excepción y que no debía interpretarse como una regla cuando de endeudar al país se trata.
En el Frente Amplio creemos que este tipo de préstamos tienen que ser analizados, estudiados con el máximo rigor y que el Gobierno no debe interpretar que la aprobación rápida de este préstamo es un precedente para hacer lo mismo con otros préstamos que están en la lista de espera.
Lo hacemos por solidaridad, en primer lugar con las familias afectadas por el terremoto, por la necesidad de emprender lo antes posible las tareas de reconstrucción en la zona.
También seguimos preocupados. El pueblo de Costa Rica ha dado grandes muestras de solidaridad, se ha recogido dinero, mercancías suficientes para enfrentar los primeros retos de esta emergencia y seguimos preocupados por lo que parecen ser entrabamientos burocráticos, ineficiencia de las instituciones. Estamos sorprendidos por la constitución de una comisión especial de reconstrucción privada, todavía no comprendemos cuál va a ser exactamente su función, solo sabemos lo que hoy informaba escuetamente la prensa.
El Estado tiene una Comisión Nacional de Emergencias, con representación de muchos ministerios y de otras instituciones, con un montón de funcionarios pagados con el Presupuesto de la República , y es muy curioso y preocupante que ante una situación de emergencia se empiecen a crear instituciones paralelas, que no sabemos si en el fondo es el retiro de confianza por parte del Gobierno a la Comisión Nacional de Emergencias, porque no puede enfrentar adecuadamente este tipo de crisis, o es otro tipo de visión del Presidente de la República que no logramos todavía comprender.
Se supone que el Estado tiene instituciones, la Comisión Nacional de Emergencias, el Ministerio de Obras Públicas y Transportes, el Ministerio de la Vivienda, el IMAS, el ICE, A y A, etcétera, etcétera. Más bien, un Estado plagado de numerosas instituciones que, a veces, duplican los trabajos , pero me parece delicado que en un momento así se cree paralelamente a esa amplia ramificación de instituciones, una comisión privada nombrada a dedo por el gobierno.¿Por qué a partir de la comisión institucional creada no se canalizan los recursos de la empresa privada?, ¿qué pasa, que no hay confianza, que no hay eficacia, no sé estará creando un enmarañamiento, que al final va a terminar de perjudicar a los afectados? Tiene que haber ante una crisis una política única y una dirección única.
Seguramente, los integrantes de esa comisión especial privada , llamada ahora Comisión de Reconstrucción, ssean todos personas muy honorables, yo no pongo en duda la honorabilidad o la capacidad de ninguna de las personas escogidas, pero, bueno, ¿para qué tenemos la Comisión Nacional de Emergencias, solo es para apagar incendios o es una Comisión Nacional de Emergencias, que tiene que tener la capacidad de gestión también necesaria para iniciar y canalizar los procesos de reconstrucción?
Ante la opinión pública se puede introducir una desconfianza preocupante, ¿la empresa privada no confía en que las ayudas que pueda dar a los damnificados se canalicen adecuada y honestamente? Hemos tenido experiencias ya graves, en este país ha habido y sigue funcionando un estado paralelo y ese estado paralelo ha sido corresponsable de la crisis que ahora estamos viviendo.
A la par del Estado legal, del Estado de Derecho con todos sus mecanismos de control y de rendición de cuentas por debilitados que estén, nació un infraestado, una especie de privatización del Estado, como denunció en su momento don John Biehl, a donde se desviaron recursos sin control. Aquí se adoptó el lema del expresidente Reagan, padre de las políticas neoliberales impuestas desde la Casa Blanca: el Estado es el problema, no es la solución, y fue desmantelando y desmantelando las políticas públicas y sus instituciones, y la señora Margaret Thatcher decía que la sociedad como tal no existía, que lo que existía era un agregado de individuos. Y todo eso es lo que está hecho añicos hoy, esas políticas de privatización radical del Estado y de la sociedad han conducido a estas tragedias de hoy. El presidente Obama decía hoy que el problema no es el tamaño del Estado sino su eficacia, y también Obama tuvo que admitir que detrás de la crisis estaba el fundamentalismo de mercado, por cierto cosas que los que nos oponemos a las políticas neoliberales hace años venimos denunciando. Por decir eso, McCain, le llamó socialista a Obama y el pueblo de Estados Unidos, y el pueblo estadounidense dijo queremos a un socialista entonces, si eso es socialismo, ojalá lo fuera, está muy lejos lamentablemente.
Pero bueno, vean cómo las palabras cambian de contenido, y dijo entonces el presidente Obama que el problema no es si el Estado es más grande o más pequeño, lo que se necesita es que el Estado sea eficaz, que funcione y que el Estado debe intervenir, dijo, en los mercados, y que toda esta crisis también es una crisis de la ideología que endiosó los mercados como si fueran entes sobrenaturales y que no necesitaban ningún tipo de regulación ni de intervención de lo público.
Ahí está el discurso en los aspectos que a mí me parecieron interesantes, desde el punto de vista de la revisión necesaria del fundamentalismo neoliberal, que algunos siguen practicando y quieren que la gente siga comulgando con ruedas de molino.
Pero, bueno, regresemos a nuestras preocupaciones del inicio, por qué ante una emergencia empiezan a aparecer comisiones paralelas, en un país pequeño eso sería muy fácil de controlar con eficacia, y yo no digo que no intervenga la empresa privada, pero por qué no, en todo caso, una comisión mixta en lugar de posiblemente lo que va a ocurrir, la duplicación de responsabilidades de funciones, ¿quién va a fijar las prioridades?, ¿la comisión especial de reconstrucción privada, o la comisión interinstitucional también creada hace días por el Gobierno de la República? Y tiene que ver con este préstamo, porque estamos aquí dando una autorización a un endeudamiento por sesenta y cinco millones de dólares, y presentamos varias mociones, por lo menos una de ellas fue aprobada, fue aprobada para tratar de establecer algunos requisitos para el tema de la rendición de cuentas, de las posibles, ojalá que no haya ninguna de ese tipo, consultorías, que en lugar de consultarías terminan siendo gollerías, las aves de rapiña que detrás de cada préstamo le caen a un pedazo del préstamo para repartírselo en consultorías, por eso los préstamos a veces vienen ya oliendo a cadáver porque tienen una cola que ya sabemos por dónde es.
Entonces, debemos estar vigilantes como parlamento, vamos a votar de nuevo por unanimidad este proyecto y, efectivamente, lo hemos hecho en el menor tiempo posible , pero eso también nos obliga a estar por eso más vigilantes, estar más vigilantes del uso de hasta el último cinco, podríamos decir de alguna manera que es un préstamo sagrado, porque lo estamos aprobando pensando que va a haber casas para la gente que la perdió, que va a haber trabajo para la gente que vio también con el terremoto destruida su estabilidad laboral, que va a haber escuelas para los niños que las perdieron y salud para los que también fueron afectados por la posibilidad de acceso, que va a haber caminos para que la gente pueda volver a transitarlos, que va a haber recuperación ambiental y recuperación hasta donde se pueda de los tejidos productivos que había en la zona de la catástrofe.
Ese es, yo creo que la voluntad de la Asamblea Legislativa, y es el deseo de que, efectivamente, un préstamo urgente sea aplicado urgentemente para que esta gente no tenga que esperar y que no se desvíe un solo centavo para otros propósitos y, obviamente, si sobra algo, porque con todo lo que se ha recaudado lo que se debía empezar a hacer es como un mecanismo de previsión que se incluya en los presupuestos ordinarios y extraordinarios de la República, es un fondo de previsión antes estas situaciones, que no tengamos cuando venga otra situación, todos los años vendrán, vendrán inundaciones, vendrán nuevos fenómenos naturales que afectarán la vida de las personas, los bienes materiales, los recursos productivos de la nación. Entonces se podría ir creando ese fondo de contingencias con garantías de dónde van a estar depositados, cómo se controlan, cuándo se utilizan, pero que no nos tome por sorpresa situaciones que se deben prevenir en Costa Rica.