Pese a tanta desconfianza, apoyamos el referéndum de setiembre; pero la movilización ciudadana, bajo el concepto del Referéndum de la Calle, cobra ahora vigencia estratégica
I. Desconfianza en el TSE. El Tribunal Supremo de Elecciones (TSE), incrementa la sensación de desconfianza y mina aún más su credibilidad, en segmentos de la ciudadanía cada vez más diversos, especialmente, en amplios sectores de la sociedad civil organizada. La ANEP pudo comprobar esta percepción, en innumerables consultas efectuadas luego de conocerse que los magistrados electorales rechazaron el referéndum por iniciativa ciudadana, dándole luz verde al Gobierno de la República para que ejecutara su “referéndum express”, por vía rápida, buscando facilitar su objetivo de lograr la aprobación del TLC a como dé lugar.
II. Referéndum nacerá manchado y manoseado. Hemos sido enfáticos de que el referéndum debió realizarse por el mecanismo de la Iniciativa Ciudadana, a través del ejercicio soberano del pueblo, gestándolo desde sus inicios por medio de la recolección de firmas. La intrusión oportunista y manipuladora del régimen de los hermanos Arias Sánchez, emitiendo un decreto convocante, fue totalmente desafortunada pues le impregnó un sesgo altamente controversial de intención manipuladora, dado que los gobernantes actuales siempre renegaron de la posibilidad de la participación popular en este delicado asunto, indicando en más de una ocasión que el referéndum del TLC ya había ocurrido con ocasión de las no menos controversiales elecciones presidenciales de febrero del 2006. El TSE se prestó, con su fallo, a manchar y a manosear, la cristalinidad y la pureza cívica del referéndum. Esto habría sido potenciado por lo que a juicio de algunos es, la excesiva actitud protagonista del magistrado Luis Antonio Sobrado, Presidente a.í. de este tribunal, quien estaría pujando por su nombramiento definitivo como máximo titular del mismo, dejando evidencia de lo que podría ser una actitud subjetiva de congraciarse con las altas esferas del poder político que tienen que ver con su designación definitiva a cargo del TSE, dado que en una ocasión, al menos, se presume que adelantó criterio sobre este fallo.
III. Magistrada vinculada al arismo. La redacción del cuestionado fallo electoral estuvo a cargo de la Magistrada Eugenia Zamora Chavarría, quien tuvo en el pasado vínculos que la conectan con la Fundación Arias para la Paz y fue Viceministra de Justicia y Gracia, en la primera presidencia arista. Además, ostentó una representación de un gobierno liberacionista en el seno directivo del Banco Hipotecario de la Vivienda (Bahnvi); cargo que “olvidó” consignar en su currículum cuando se discutía la eventualidad de su designación como magistrada del Tribunal Supremo de Elecciones (TSE). La exlegisladora Martha Zamora Castillo, del período parlamentario anterior, 2002-2006, demostró tales vínculos. Estos antecedentes fundamentan una sensación de enorme desconfianza sobre la “neutralidad” y la “imparcialidad” del fallo electoral que rechazó el referéndum por iniciativa ciudadana.
IV. Presidente Arias sabía de fallo. Estamos convencidos de que el Presidente Arias sabía con antelación del contenido del cuestionable fallo del TSE. Al indicar que su Ministro “de la Producción”, Alfredo Volio, tendría una licencia por tiempo definido, relativamente corto, por 3-4 meses, para hacerse cargo de la dirección de la campaña del Sí al TLC, y que luego podría retornar a su labor en el seno del gobierno, el mandatario sabía que el referéndum se realizaría en el corto plazo. El TSE anunció que el referéndum se realizará en setiembre, dentro de cuatro meses. Queda confirmado que el mandatario sabía que era en ese plazo que se daría la indicada consulta popular.
V. TSE se contradice. El Tribunal Supremo de Elecciones (TSE), se contradice en su cuestionado fallo. Alega, por un lado, que el rechazo al proceso de recolección de firmas se fundamenta, entre otras razones, por “economía” de recursos fiscales; pero por otro, descalifica la necesidad de una consulta previa de constitucionalidad sobre el TLC que podría “economizar” mucho más dinero al erario público, si se determinara que ese TLC es inconstitucional, tal y como lo sostienen eminentes juristas de varias procedencias filosófico-partidistas, libres de la más mínima sospecha de simpatizar con los sectores sociales y sindicales opuestos a tan nefasto tratado. He aquí otra razón más para sostener que el tribunal electoral emitió un fallo con serios problemas de transparencia.
VI. Fraude al soberano en desarrollo. La más grave violación a la voluntad del pueblo soberano que se quiere consultar en el referéndum, que podríamos denominar como fraude en desarrollo, es que el TSE avaló consultar sobre el dictamen del TLC emitido, por cuestionable procedimiento parlamentario, por la Comisión de Asuntos Internacionales de la Asamblea Legislativa. El TSE, al avalar el “referéndum express” que quieren los hermanos Arias, engaña a la ciudadanía pues lo que debe llevarse a consulta popular es el texto original del TLC, con su parte en idioma inglés incluso y con las cartas paralelas al mismo, algunas todavía más graves para el país que el propio texto de ese nefasto tratado. Esto es tan grave que debe alarmarnos porque está en desarrollo tal monstruosidad jurídica y política que podríamos estar ante el más gigantesco fraude a la voluntad del soberano llamado a decidir, en sustitución del parlamento, sobre el proyecto de ley del TLC.
VII. Sala IV rechazará consulta de la Defensoría. En tal marco de condiciones, vaticinamos que en próximas horas, la Sala Constitucional de la Corte Suprema de Justicia, rechazará, ad portas, la consulta preceptiva de constitucionalidad que el pasado viernes 27 de abril, presentó ante tan alto tribunal, la Defensoría de los Habitantes de la República, en uso pleno de las facultades jurídicas que le asisten para haber actuado de dicha forma.
De concretarse nuestro pronóstico, se completaría así el proceso político de control total de toda la máxima institucionalidad republicana vigente en el país, para servir a la causa del Sí al TLC. El régimen de los hermanos Arias Sánchez, con el absoluto control de la iniciativa parlamentaria, con el respaldo tácito de la cúpula eclesiástica de la Iglesia Católica bajo el “sanbenito” de la neutralidad en el asunto del TLC y la mordaza impuesta a los curas opuestos al mismo; y con el tribunal electoral a su favor, agregaría el apoyo velado del más alto tribunal constitucional, con el eventual rechazo de la consulta que formuló la Defensoría. El rechazo que se hizo del cuestionamiento del trámite parlamentario, del decreto presidencial convocando a referéndum, que debió tramitarse en sesiones ordinarias de la Asamblea Legislativa, es otro elemento de desconfianza en la institucionalidad constitucional en toda esta cuestión. La sensación de un tramado conspirativo, al más alto nivel de la institucionalidad política para favorecer el Sí al TLC, adquiriría niveles de certeza imposibles de disipar.
VIII. Apoyamos el referéndum. Pese a la adversidad creciente, la Asociación Nacional de Empleados Públicos y Privados (ANEP), apoya la realización del referéndum y llamará a votar NO al TLC a toda su membresía y a toda la ciudadanía que, de una manera u otra, a través de distintas vinculaciones, se relacionan en lo cotidiano con esta organización. Independientemente de las manipulaciones y manoseos que están ocurriendo con el primer referéndum de la historia republicana de Costa Rica, la esencia democrática de esta conquista cívica debe ser rescatada en las urnas, por medio de una asistencia masiva y de un proceso autónomo de fiscalización, mesa por mesa, para garantizar la transparencia de la votación y la defensa de su resultado, para evitar la consumación de un fraude que estamos presintiendo. No obstante, si las condiciones sociopolíticas y mediáticas de acorralamiento a la sociedad civil opuesta al TLC, por un lado, y la consumación del fraude al soberano sobre cuál texto del TLC es el que se le someterá a consulta, podrían abrir el camino hacia estructurar un llamado hacia una desobediencia civil.
IX. Referéndum de la Calle con vigencia estratégica. ANEP propondrá a la diversa coalición opositora al TLC, que en próximas semanas, realicemos una gigantesca movilización ciudadana, a lo largo y a lo ancho del país, lo más extendida y profunda posible; para repudiar los evidentes sesgos manipuladores y las acciones de los poderes institucionales hoy controlados por el régimen de los hermanos Arias Sánchez, en contra de la transparencia, de la equidad y del equilibrio en la consulta democrática del referéndum sobre el TLC. Además, que este nuevo ejercicio del Referéndum de la Calle sirva para llamar la atención mundial, acerca de las gigantescas desventajas que enfrenta el NO al TLC, por la serie de condiciones políticas que desde el poder se tejen para instrumentalizar dicha consulta a favor del Sí al TLC, minando su transparencia.
*X. Confianza profunda en el pueblo costarricense. *En esta noble gesta cívica, contra un TLC nefasto que profundizará la senda de la concentración de la riqueza y de la desigualdad y que no generará los empleos que sus defensores dicen que habrá; la ANEP renueva su confianza profunda en la sabiduría del noble pueblo costarricense, orgulloso de su institucionalidad pero profundamente descontento con la perversión de la misma. Pese a la multimillonaria campaña de la mentira, de la propaganda barata y de la manipulación mediática de la prensa oligárquica, el apoyo al TLC es lo que ha venido decreciendo, sistemáticamente, cayendo de un 80 % al principio de la discusión nacional del tema, a un 35 % en la semana anterior a la marcha del 26 de febrero, según una propia encuesta de dicha prensa. Es esa sabiduría, silenciosa y responsable, la que en las urnas enterrará el TLC y, con ello, veinte años de neoliberalismo corrupto.
San José, 4 de mayo de 2007.
Junta Directiva Nacional
Asociación Nacional de Empleados Públicos y Privados
ANEP
Albino Vargas Barrantes
Edgar Morales Quesada
Luis Rivas Quirós
Alfredo Erak Huertas
María Eugenia Martínez Vargas
Flor de Lis Monestel Corrales
Ligia Solís Solís
Lidia Lacayo Mena
Guillermo Keith Bonilla
Ronald Barrantes Moya
Mainor Díaz Gómez
Juan Carlos Paniagua Soto
María del Milagro Gómez Araya
Isabel Portuguez Quesada
Douglas Carrillo Azofeifa