La circunstancia de que el 20% de los hogares más ricos concentren el 52.2% del ingreso nacional; de que una persona de clase alta gaste 17 veces más de lo que gasta alguien de clase baja; y de que el 20% más pobre de los y de las costarricenses debe repartirse el 4.6% del ingreso nacional; ponen al desnudo el fracaso de la poética económica neoliberal del PLUSC.
Particularmente, la clase trabajadora asalariada, tanto la del Sector Público como la del Privado, ha venido experimentando en carne propia, un angustiante y doloroso proceso de empobrecimiento, como consecuencia de las restricciones salariales, la alta inflación y la devaluación sistemática; elementos estos que han carcomido el poder de compra de las familias dependientes de un salario para vivir.
Los contundentes datos del INEC, importantes por el prestigio de tal entidad y la seriedad de su equipo profesional y técnico, certifican el fracaso de la política económica neoliberal seguida por los últimos gobiernos del alicaído PLUSC.
Hay que enseñar fuertemente el dedo acusador contra los partidos Liberación Nacional y Unidad Social Cristiana porque, el uno al abjurar de su originaria filosofía socialdemócrata y el otro renegando del humanismo cristiano que dijo haber adoptado cuando su fundación; generaron las condiciones para una gigantesca transferencia de capital hacia cada vez más reducidos grupos económicos que hoy nadan en millones de dólares.
Bueno sería demandar cuentas individualizadas, por ejemplo, a los personajes rectores de esas políticas económicas concentradoras de riqueza; personajes que al servicio de los grupos acumuladores de riqueza, han venido controlando el Banco Central y el Ministerio de Hacienda.
Entre otros, los señores Eduardo Lizano Fait, Francisco de Paula Gutiérrez Rosabal, Alberto Dent Zeledón y Leonel Baruch Goldberg, no deberían permanecer impunes pues son sus decisiones, adoptadas en los gobiernos del PLUSC, los que hoy tienen a Costa Rica en la ruta de la centroamericanización (pobreza extendida vs. riqueza concentrada).
Para colmo de males, esos mismos grupos ganadores de las políticas económicas neoliberales que hoy tiene a tantos miles de hogares costarricenses sumidos en la pobreza ó a poca distancia de caer en la misma, nos quieren imponer un TLC que contundentemente hará irreversible la constatación de que en Costa Rica, los ricos son cada vez más ricos y los pobres cada vez más pobres.
No hay la menor duda. La lucha social deberá incrementarse en grado sumo.
San José, 31 de marzo de 2006.
Albino Vargas Barrantes
Secretario General
Edgar Morales Quesada
Secretario General Adjunto