FSM Dakar: Declaración de la Asamblea de los Movimientos Sociales

FSM Dakar (Senegal)

Nosotras y nosotros, reunidos en la Asamblea de Movimientos Sociales, realizada en Dakar durante el Foro Social Mundial 2011, afirmamos el aporte fundamental de África y de sus pueblos en la construcción de la civilización humana. Juntos, los pueblos de todos los continentes, libramos luchas donde nos oponemos con gran energía a la dominación del capital, que se oculta detrás de la promesa de progreso económico del capitalismo y de la aparente estabilidad política. La descolonización de los pueblos oprimidos es un gran reto para los movimientos sociales del mundo entero.

Afirmamos nuestro apoyo y solidaridad activa a los pueblos de Túnez y Egipto y del mundo árabe que se levantan hoy para reivindicar una real democracia y construir poder popular. Con sus luchas, muestran el camino a otro mundo, libre de la opresión y de la explotación.

Reafirmamos con fuerza nuestro apoyo a los pueblos de Costa de Marfil, de África y de todo el mundo en su lucha por una democracia soberana y participativa. Defendemos el derecho a la autodeterminación y el derecho colectivo de todos los pueblos del mundo.

En el proceso del FSM, la Asamblea de Movimientos Sociales es el espacio donde nos reunimos desde nuestra diversidad para juntos construir agendas y luchas comunes contra el capitalismo, el patriarcado, el racismo y todo tipo de discriminación.

En Dakar celebramos los 10 años del primer FSM, realizado en 2001 en Porto Alegre, Brasil. En este periodo hemos construido una historia y un trabajo común que permitió algunos avances, particularmente en América Latina donde logramos frenar alianzas neoliberales y concretar alternativas para un desarrollo socialmente justo y respetuoso de la Madre Tierra.

En estos 10 años vimos también la eclosión de una crisis sistémica, expresada en la crisis alimentaria, ambiental, financiera y económica, que resultó en el aumento de las migraciones y desplazamientos forzados, de la explotación, del endeudamiento, y de las desigualdades sociales.

Denunciamos el rol de los agentes del sistema (bancos, transnacionales, conglomerados mediáticos, instituciones internacionales etc.), que, en búsqueda del máximo lucro, mantienen con diversos rostros su política intervencionista a través de guerras, ocupaciones militares, supuestas misiones de ayuda humanitaria, creación de bases militares, saqueos de los recursos naturales, la explotación de los pueblos, y manipulación ideológica. Denunciamos también la cooptación que estos agentes ejercen a través de financiamentos de sectores sociales de su interés y sus prácticas asistencialistas que generan dependencia.

El capitalismo destruye la vida cotidiana de la gente. Pero a cada día nacen múltiples luchas por la justicia social, para eliminar los efectos que dejó el colonialismo y para que todos y todas tengamos una digna calidad de vida. Afirmamos que los pueblos no debemos seguir pagando por esta crisis sistémica y que no hay salida a la crisis dentro del sistema capitalista!

Reafirmando la necesidad de construir una estrategia común de lucha contra el capitalismo, nosotros, movimientos sociales:

Luchamos contra las trasnacionales porque sostienen el sistema capitalista, privatizan la vida, los servicios públicos, y los bienes comunes, como el agua, el aire, la tierra, las semillas, y los recursos minerales. Las transnacionales promueven las guerras a través de la contratación de empresas militares privadas y mercenarios, y de la producción de armamentos, reproducen prácticas extractivistas insostenibles para la vida, acaparan nuestras tierras y desarrollan alimentos transgénicos que nos quitan a los pueblos el derecho a la alimentación y eliminan la biodiversidad.

Exigimos la soberanía de los pueblos en la definición de nuestro modo de vida. Exigimos políticas que protejan las producciones locales que dignifiquen las prácticas en el campo y conserven los valores ancestrales de la vida. Denunciamos los tratados neoliberales de libre comercio y exigimos la libre circulación de seres humanos.

Seguimos movilizándonos por la cancelación incondicional de la deuda pública de todos los países del Sur. Denunciamos igualmente, en los países del Norte, la utilización de la deuda pública para imponer a los pueblos políticas injustas y antisociales.

Movilicémonos masivamente durante las reuniones del G8 y G20 para decir no a las políticas que nos tratan como mercancías!

Luchamos por la justicia climática y la soberanía alimentaria. El calentamiento global es resultado del sistema capitalista de producción, distribución y consumo. Las transnacionales, las instituciones financieras internacionales y gobiernos a su servicio no quieren reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero. Denunciamos el “capitalismo verde” y rechazamos las falsas soluciones a la crisis climática como los agrocombustibles, los transgénicos y los mecanismos de mercado de carbono, como REDD, que ilusionan a poblaciones empobrecidas con el progreso, mientras privatizan y mercantilizan los bosques y territorios donde han vivido miles de años.

Defendemos la soberanía alimentaria y el acuerdo alcanzado en la Cumbre de los Pueblos Contra el Cambio Climático y por los Derechos de la Madre Tierra, realizada en Cochabamba, donde verdaderas alternativas a la crisis climática han sido construidas con movimientos y organizaciones sociales y populares de todo el mundo.

Movilicémonos todas y todos, especialmente el continente africano, durante la COP-17 en Durban, Sudáfrica, y la Río +20, en 2012, para reafirmar los derechos de los pueblos y de la Madre Tierra y frenar el ilegítimo acuerdo de Cancún.

Defendemos la agricultura campesina que es una solución real a la crisis alimentaria y climática y significa también acceso a la tierra para la gente que la vive y la trabaja. Por eso llamamos a una gran movilización para frenar el acaparamiento de tierras y apoyar las luchas campesinas locales.

Luchamos contra la violencia hacia la mujer que es ejercida con regularidad en los territorios ocupados militarmente, pero también contra la violencia que sufren las mujeres cuando son criminalizadas por participar activamente en las luchas sociales. Luchamos contra la violencia doméstica y sexual que es ejercida sobre ellas cuando son consideradas como objetos o mercancías, cuando la soberanía sobre sus cuerpos y su espiritualidad no es reconocida. Luchamos contra el tráfico de mujeres, niñas y niños.

Defendemos la diversidad sexual, el derecho a autodeterminación de género, y luchamos contra la homofobia y la violencia sexista.

Movilicémonos todos y todas, unidos, en todas las partes del mundo contra la violencia hacia la mujer.

Luchamos por la paz y contra la guerra, el colonialismo, las ocupaciones y la militarización de nuestros territorios. Las potencias imperialistas utilizan las bases militares para fomentar conflictos, controlar y saquear los recursos naturales, y promover iniciativas antidemocráticas como hicieron con el golpe de Estado en Honduras y con la ocupación militar en Haiti. Promueven guerras y conflictos como hacen en Afganistán, Iraq, la República Democrática del Congo y en varios otros paises.

Intensifiquemos la lucha contra la represión de los pueblos y la criminalización de la protesta y fortalezcamos herramientas de solidaridad entre los pueblos como el movimiento global de boicot, desinversiones y sanciones hacia Israel. Nuestra lucha se dirige también contra la OTAN y por la eliminación de todas las armas nucleares.

Cada una de estas luchas implica una batalla de ideas, en la que no podremos avanzar sin democratizar la comunicación. Afirmamos que es posible construir una integración de otro tipo, a partir del pueblo y para los pueblos y con la participación fundamental de los jóvenes, las mujeres, campesinos y pueblos originarios.

La asamblea de movimientos sociales convoca a fuerzas y actores populares de todos los países a desarrollar dos acciones de movilización, coordinadas a nivel mundial, para contribuir a la emancipación y autodeterminación de nuestros pueblos y para reforzar la lucha contra el capitalismo.

Inspirados en las luchas del pueblo de Túnez y Egipto, llamamos a que el 20 de marzo sea un día mundial de solidaridad con el levantamiento del pueblo árabe y africano que en sus conquistas contribuyen a las luchas de todos los pueblos: la resistencia del pueblo palestino y saharaoui, las movilizaciones europeas, asiáticas y africanas contra la deuda y el ajuste estructural y todos los procesos de cambio que se construyen en América Latina.

Convocamos igualmente a un día de acción global contra el capitalismo el 12 de octubre donde, de todas las maneras posibles, rechazaremos ese sistema que destruye todo a su paso.

Movimientos sociales de todo el mundo, ¡¡avancemos hacia la unidad a nivel mundial para derrotar al sistema capitalista!!

¡¡¡Nosotras y nosotros venceremos!!!

FSM Dakar (Senegal) – 10 de febrero de 2011

Fuente: Movimientos.org
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Concluye el Foro Social Mundial de Dakar
“Un significatico paso adelante para los movimientos sociales africanos”

Sergio Ferrari
Rebelión

“Superamos las expectativas más optimistas”, “Muchos presidentes africanos hoy tiemblan”, afirman organizadores.

Una multitudinaria movilización popular en la apertura el domingo 6 de febrero; la diversidad de centenares de talleres y asambleas temáticas; las mini-movilizaciones a favor de causas específicas dentro del recinto de la universidad capitalina Diop; y el clima festivo y al mismo tiempo reflexivo marcaron la tonalidad de la edición del Foro Social Mundial (FSM) de Dakar.

En la que sobresalieron tres grandes protagonistas: las mujeres con sus organizaciones y redes; los campesinos en su lucha contra el flagelo cada vez más asfixiante del acaparamiento de tierras; y, muy particularmente, los migrantes.

En síntesis, los encuentros de varios mundos en un mismo espacio. Signos todos de un Foro Social Mundial que a pesar de los problemas organizativos de arranque concluyó en alza este viernes 11. Y que excedió, a nivel de resultados, las perspectivas más optimistas de los coordinadores africanos.

“Significa una gran sorpresa para nosotros mismos, en particular por la movilización que ha engendrado y por la participación desbordante, que duplica nuestros cálculos iniciales que eran de entre 40.000 y 50.000 participantes”, subraya Taoufik Ben Abdallah, militante e intelectual tunecino que integra el Comité Africano de Organización.

Sin esconder en su balance la autocrítica por los “problemas organizativos graves del primer día” (ndr. que paralizaron parcialmente las actividades al no haber aulas libres para realizarlas) y “por las fallas técnicas que en algunos casos no logramos superar totalmente”.

“Lo que mejor funcionó desde el inicio mismo fueron las aldeas internas (carpas) de las mujeres, los campesinos, los migrantes y sindicatos”. En síntesis, la parte impulsada por los movimientos sociales, quienes en la tarde del jueves 10 aprobaron la Declaración de Dakar, una radiografía-extracto de una parte importante de los debates de este Foro, de sus prioridades de movilizaciones futuras y de la agenda común de acción para 2011.

Si se trata de evaluar el impacto de la sesión de Dakar en la vida interna del proceso iniciado en Porto Alegre en 2001 que celebra su primera década de existencia, las pulsaciones vitales son de continuidad más que de cambios conceptuales bruscos.

“El FSM es un espacio abierto. No nos proponemos reunir a todos los actores participantes para imponerles una voluntad política única. Una declaración final en vez de abrir el espacio arriesgaría dividirlo, debilitarlo… Lo que no impide que los movimientos, redes y campañas que trabajan juntos puedan producir sus propias declaraciones comunes, como ha sucedido en ediciones anteriores” enfatiza Taoufik Ben Abdallah.

El FSM de Dakar y África

Los levantamientos populares en Túnez y Egipto de las últimas semanas estuvieron omnipresentes en los debates del FSM. “Es una coyuntura política que no se veía desde hace años. Son países del África, son naciones árabes… y lo que se vive allí tiene un impacto directo en todo el continente y en el mundo árabe”, explica el intelectual senegalés Demba Moussa Dembélé, director del Foro Africano de Alternativas y también miembro del Comité Africano de Organización.

“Muchos otros presidentes de Estados africanos hoy están temblando al ver lo que pasa allí. Y el mensaje es claro: los pueblos siempre tienen la última palabra”, enfatiza Moussa Dembélé. Quien no duda de que lo que acaba de vivirse en Dakar, “significará un aporte directo a la consolidación de los movimientos sociales africanos”.

La mayoría de los cuales –sigue reflexionando- están representados dentro del Foro Social Africano (FSA), y llegaron a Dakar con sus programas y reivindicaciones propias de luchas específicas en sus países y regiones.

“Será una de las tareas del FSA, que federa la mayoría de esos movimientos, una vez concluida la cita de Dakar, ver como sistematiza las ideas, propuestas y campañas, para pensar como se refuerzan donde ya están presentes. Y sobre todo cómo extender el concepto del Foro en aquellos países o regiones del continente donde su inserción es aún débil”.

Los objetivos en el marco de este largo proceso de acumulación de fuerzas son dos según Moussa Dembélé: reforzar la fuerza de los movimientos para articular sus propias reivindicaciones a favor de la población africana y aumentar su capacidad de interlocución con el poder público en todo el continente”.

Para el intelectual senegalés, “el gran debate que se dio en este FSM, tocó los temas esenciales de los desafíos totales que confrontan África y el mundo. Pudimos poner sobre la mesa las preguntas de fondo que atraviesan al continente: la temática agraria, la soberanía alimentaria, los recursos naturales, la nueva democracia, la soberanía de los pueblos, la crisis profunda del capitalismo”.

En ese sentido la edición de Dakar, “aportó una reflexión seria y profunda más allá del componente de la protesta habitual de los movimientos sociales contra la guerra, contra el cambio climático, contra las crisis financieras y el acaparamiento de tierras”.

En Dakar, “África afirmó su conciencia. Lo habíamos soñado y lo ratificamos como un logro: que esta edición marque una etapa mayor en el desarrollo del movimiento social africano y, de igual forma, del movimiento altermundialista mundial”.

Para Moussa Dembélé, “Dakar marca una ruptura y una nueva etapa. Ruptura con respecto al acento puesto en la protesta y en la separación que se vive a veces entre los movimientos sociales y el mundo político”.

Los cambios en América Latina son posibles “por la aproximación estrecha entre esos movimientos y el poder político. La reflexión del debate de Dakar nos lleva a pensar que todo cambio de sociedad implica tanto a los movimientos sociales como al mundo político. Y exige una nueva voluntad política común”, concluye.

“Ganamos la batalla informativa”

Cientos de periodistas y comunicadores, particularmente de África, cubrieron el FSM de Dakar. Muchos de ellos pertenecen a medios alternativos.

La prensa local senegalesa aseguró una cobertura de proximidad. El periódico “Le Quotidien” publicó en separata diaria la “Flamme d’Afrique”, publicación propia del Foro y sus organizaciones africanas.

Fue llamativa, también, la cobertura sistemática del evento por parte de la BBC y la Radio Francia Internacional, quienes le brindaron espacios relativamente amplios en sus programaciones diarias.

“Fue uno de los logros principales de esta edición de Dakar en relación a la información” enfatiza Bernard Bokodjin, sociólogo de la comunicación togolés, militante del Comité por la Anulación de la Deuda del Tercer Mundo (CADTM) en su país, quien desde hace tres semanas llegó a Dakar para reforzar, en tanto que benévolo, el pequeño equipo de Prensa del Foro, y en especial la relación directa entre los organizadores y los periodistas.

“Pienso que a pesar de nuestras limitaciones, el FSM ganó la batalla mediática, particularmente en África”, subraya Bokodjin. “Es ahora un desafío para el Consejo Internacional y los organizadores africanos dar continuidad a este trabajo. Deben apropiarse realmente de esos contactos para seguir informando y asegurar así que el proceso del Foro siga teniendo el impacto mediático que le corresponde”.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.

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