El 30 mayo de 2010, un importante número de personas, activistas y periodistas de 40 medios internacionales se embarcaron en el Mavi Marmara, con la intención de romper el bloqueo que desde hace más de tres años mantiene el estado de Israel sobre el pueblo palestino de Gaza.
Las únicas armas que transportaban eran cámaras fotográficas y de video, computadoras portátiles y teléfonos celulares, instrumentos que sirvieron para transmitir el ambiente amistoso, festivo y entusiasta en la nave. Más que recursos para cubrir necesidades, llevaban su sensibilidad para alentar a mujeres, hombres, niñas y niños que aún viven en situaciones extremas.
La madrugada del día siguiente un comando del ejército israelí irrumpió por asalto en el Mavi Marmara y en tan solo una hora asesinaron a nueve personas e hirieron de bala a otras 53. Todos los demás fueron arrestados, despojados de todas sus pertenencias y finalmente puestos en libertad a los dos días.
La excusa del ataque, según difundieron los medios internacionales, fue que la comisión humanitaria pretendía introducir armas en Gaza, para ser empleadas en contra de las fuerzas israelíes.
Gentileza de TeleSur