Guatemala: Recuerdan 66 años de Revolución de 1944

Este nuevo aniversario será festejado por los guatemaltecos con sentimientos de rupturas y divisiones, la celebración oficial de la llamada Revolución de Octubre en Guatemala se caracterizará por la falta de alegría, es así que los sectores sociales harán movilizaciones por separado, reportó Prensa Latina.

Por parte de las autoridades se realizará únicamente una exposición alegórica abierta durante todo el mes en el capitalino Palacio de la Cultura.

Al parecer los festejos no contaran con la presencia del presidente Alvaro Colom quien anunció el inicio de una visita a Japón a partir de este miércoles.

Los festejos de este 66 aniversario del 20 de octubre de 1944 cuando se afirma comenzó un cambio político y social de gran trascendencia histórica, será recordado por organizaciones sindicales, de mujeres, campesinos.

También el Frente Popular (FP), convocó a una marcha en esta ciudad para converger en la Plaza de la Constitución, ante la sede del Ejecutivo, al evento se unirán varias agrupaciones.

La lucha popular hizo caer en aquella fecha a un régimen provisional instaurado, tras el derrocamiento de Jorge Ubico, quien en sus 14 años en el poder había dado continuidad a una época dictatorial.

Un triunvirato asumió las riendas y convocó a una Asamblea Constituyente y en las primeras elecciones presidenciales consideradas democráticas triunfó Juan José Arévalo quien asumió en marzo de 1945.
Luego de seis años en el poder, entregó la presidencia a Jacobo Arbenz, quien luego de ganar con el voto popular aplicó varias medidas en beneficio de todos los guatemaltecos, sobre todo la única reforma agraria en la historia nacional, la cual golpeó los intereses de la compañía norteamericana United Fruit.

El haber tocado intereses de empresarios capitalistas estadounidenses le costó la presidencia ya que uno de afectados con esta reforma Allen Dulles, dirigía la Agencia Central de Inteligencia (CIA) quien con el apoyo de la administración de la época en Washington, organizó y dirigió la asonada militar que hizo a Arbenz marchar al exilio en junio de 1954.

Delegación costarricense

Edgar Morales Quesada, Secretario General Adjunto de ANEP, junto a una delegación de la Central Social Juanito Mora Porras, CSJMP, desde Guatemala nos da a conocer lo que se vivió en esta gran manifestación popular.

“Comparto con ustedes la alegría y la esperanza que deja para todos nuestros pueblos, la gigante manifestación realizada hoy, en ciudad de Guatemla en la que diversos movimientos sociales, sindicales y políticos unidos en celebración del 66º Aniversario de la Revolución de Octubre 1944 -1954.

Recordemos que esta Revolución fue conducida por José Arévalo y Jacobo Arbenz. Luego devino el Golpe de Estado perpetrado por lo más rancio de la oligarquía guatemalteca y el Gobierno de los EEUU.

Bajo la consigan “Nos tienen miedo, porque no tenemos miedo”, miles y miles de hombres y mujeres de este país desafiaron, una vez más, la represión, la tortura, el secuestro y la muerte, que sufre a diario, la dirigenica sindical y social de este país.

Entre todas y todos los manifestantes, destaca la del Frente Nacional de Lucha, FNL, quienes encabezaron la manifestación. También llama la atención la masiva participación de las y los trabajadores de la empresa Coca Cola. ¿Cómo entender que en un país con tanta represión y asesinatos de dirigentes los trabajadores y trabajadoras no se rindan y sostengan sus sindicatos en la empresa privada?

Bueno así es de valienta la clase trabajadora Guatemalteca.”
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¿Quién fue Jacobo Arbenz Guzmán?

Jacobo Árbenz Guzmán (Quetzaltenango, Guatemala, 14 de septiembre de 1913 – Ciudad de México, 27 de enero de 1971) militar y político guatemalteco. Presidente de Guatemala de 1950 a 1954. Electo democráticamente, fue derrocado por un golpe de Estado orquestado por la CIA de los Estados Unidos, que lo sustituyó por una junta de gobierno militar.

Vida

Jacobo Árbenz Guzmán nació en la ciudad de Quetzaltenango, en 1913. Sus padres fueron Jacobo Árbenz, un inmigrante suizo alemán y Octavia Guzmán, guatemalteca. Su padre llegó a Guatemala en el año 1901, tenía un negocio de farmacia en la Ciudad de Quezaltenango. Cuando el negocio se vino abajo, su padre trabajó de administrador de una pequeña finca, propiedad de un inmigrante alemán que residía en la zona.

Jacobo estudió la secundaria en Quetzaltenango, en el colegio de María Bennett de Rölz. Luego se inscribió en la Escuela Politécnica en el año de 1932. Sus maestros y compañeros lo describían como un “estudiante excepcional” llegando a ser abanderado de su escuela. Ocupó el puesto de sargento primero de la Compañía de Caballeros Cadetes, el cual era un gran honor y entre los años de 1924 y 1944 solo seis cadetes habían alcanzado obtener.

En el año de 1937, después de haberse graduado, fue llamado para servir en la Escuela Politécnica como Instructor. En cuanto a sus oficios como oficial del Ejército, se desempeñó mayormente en el Fuerte de San José de Buena Vista, en la Ciudad capital y en San Juan, Sacatepéquez.

Allí conoció las duras condiciones de vida de la población indígena y las formas en las cuales operaba el trabajo forzoso, siendo los indígenas los sometidos. No solo le tocó cuidar cuadrillas de indígenas destinadas al trabajo forzoso en algunas fincas, sino también el cuidado de presos políticos dedicados también a este tipo de trabajos.

Fue en 1938 cuando conoció a María Vilanova, una salvadoreña perteneciente a la aristocracia. Un año más tarde, teniendo él 26 y ella 24 años de edad, contraen matrimonio, en oposición de los padres de la novia, pues estos pensaban que el joven no le podría dar la misma calidad de vida que otros podrían.

En 1943, Árbenz ascendió al grado de Capitán y comandó la Compañía de Caballeros Cadetes. Era entonces un oficial distinguido, le describían como un líder. Árbenz actuó como triunviro de la Junta de Gobierno y después como Ministro de la Defensa aparte de haber sido Presidente de Guatemala.

Árbenz tuvo tres hijos, Arabella, Leonora y Jacobo. Arabella comenzó una carrera de actriz de cine, pero se suicidó en Bogotá. Jacobo Árbenz sufrió un prolongado destierro. Murió en la Ciudad de México. Sus restos regresaron a la ciudad de Guatemala el 19 de octubre de 1995, durante el gobierno de Ramiro de León Carpio.

Participación en la Junta de Gobierno

Después de la Revolución de Octubre de 1944, el derrocamiento del dictador Jorge Ubico y su sucesor Federico Ponce Vaides, el Capitán Jacobo Árbenz Guzmán, Jorge Toriello y el Mayor Francisco Javier Arana formaron la Junta de Gobierno.

La junta legisló por medio de decretos que pretendían una modernización del Estado. Una de las cosas más importantes en el ámbito jurídico y político que realizaron fue la convocatoria a una Asamblea para que elaborara una nueva Constitución, para lo que se realizaron elecciones libres.

La nueva Constitución fue terminada en 1945 y se considera una de las constituciones más avanzadas y democráticas que ha tenido Guatemala.

Dicha Carta Magna sancionó varias cosas muy importantes:

• La separación de los poderes dentro del Estado
• La autonomía de la Universidad de San Carlos de Guatemala
• El fin del trabajo forzoso y de la prisión por deuda
• El reconocimiento de la mujer como ciudadana
• La otorgación del derecho de voto a la mujer, la mujer analfabeta no podía votar.
• El reconocimiento de las garantías constitucionales.

El triunvirato convocó a elecciones para elegir Presidente de la República. Las elecciones se llevaron a cabo en diciembre de 1944, ganando el Doctor Juan José Arévalo.

Gobierno de Jacobo Árbenz

Árbenz asumió la presidencia el 15 de marzo de 1951, pronunciando dicho discurso:

“Nuestro gobierno se propone iniciar el camino del desarrollo económico de Guatemala, tendiendo hacia los tres objetivos fundamentales siguientes: convertir nuestro país de una nación dependiente y de economía semicolonial en un país económicamente independiente; convertir a Guatemala de país atrasado y de economía predominantemente semifeudal en un país moderno y capitalista; y hacer que esta transformación se lleve a cabo en forma que traiga consigo la mayor elevación posible del nivel de vida de las grandes masas del pueblo”.

Este discurso se puede resumir en sus acciones que fueron:

• La construcción de la hidroeléctrica de Jurún-Marinalá, en Escuintla.
• Construcción de la Carretera al Atlántico.
• Construcción del puerto de Santo Tomás, bajo el nombre de Matías de Gálvez.

Pero la mayor meta de su gobierno era la reforma agraria (Decreto 900).
Con ella se pretendía evitar que hubiera una relación de latifundio-minifundio. La mayoría de la población apoyaba la idea, menos los grandes terratenientes y los empresarios, sobre todo la United Fruit Company, que poseía una gran cantidad de tierras en Guatemala, era la bananera del país que se encargaba de exportar. La Iglesia Católica, a su vez, se opuso a dicha reforma.

Todo esto se lograría al expropiar tierras ociosas de grandes latifundistas para poder darlas en usufructo a quienes no las tuvieran. Dicho procedimiento se lograba por medio de los Comités Agrarios Locales, los cuales recibían denuncias de tierras en estado ocioso, que pasaban a los Comités Departamentales y finalmente al Departamento Agrario Nacional.

La reforma pretendía permitir a los campesinos tener tierras para trabajarlas y darles la oportunidad de tener más ingresos. La ley trajo consigo muchos abusos, tales como la invasión violenta de las tierras.
También se ejerció ciertas presiones sobre las compañías multinacionales, a efecto de incrementar los ingresos al fisco. Su lucha principal fue en contra de los intereses norteamericanos, ya que los monopolios de la United Fruit Company, la IRCA y la Bond Share eran manejados por importantes personajes norteamericanos; costándole esto su derrocamiento.

Pero lo escandaloso es que todos los miembros del gobierno norteamericano y de la CIA que decidieron que era “comunista” estaban ligados económicamente en forma directa a la United Fruit Co., lo que en cualquier litigio se llama conflicto de intereses grave. Nadie investigo la que el Director de la CIA, Allen Dulles (abogado de la United Fruit Co) afirmo que Arbenz era “comunista”. La United Fruit era de las mismas familias que dirigían la CIA en esos momentos. Además la relación con la Mafia empieza a ser clara desde este golpe, ya que brinda un patio trasero. La relación de Carlos Marcello con agentes CIA como David Atlee Phillips, Howard Hunt y obviamente, Theodore Shackley se perfila en este periodo de la historia.

Invasión Estadounidense

(Ver abajo: Golpe de Estado de 1954)

El presidente los Estados Unidos Dwight Eisenhower considera un atropello que el gobierno de Guatemala se tome en serio los libros de contabilidad de la United Fruit. Arbenz pretende pagar, como indemnización, el valor que la propia empresa había atribuido a sus tierras. John Foster Dulles, Secretario de Estado, exige veinticinco veces más. Jacobo Arbenz, acusado de conspiración comunista, no se inspira en Lenin sino en Abraham Lincoln. Su reforma agraria, que se propone modernizar el capitalismo en Guatemala, es más moderada que las leyes rurales norteamericanas de hace casi un siglo.

El 19 de febrero de 1954, la CIA comienza la Operación WASHTUB, un plan para plantar armas soviéticas falsas en Nicaragua que demostrarían los nexos de Guatemala a Moscú.

En mayo de 1954, armas checoslovacas arriban secretamente a Guatemala a bordo del barco sueco Alfhem. El manifiesto del buque esta falseado asimismo como su carga. Estados Unidos toma esto como prueba irrefutable de los nexos de Arbenz con los soviéticos. Los checoslovacos suministraron un arsenal de armas nazis de la Segunda Guerra mundial, por un pago efectivo hecho por la CIA.

El presidente estadounidense Eisenhower, citando la posibilidad del comunismo, se enfrentó a Árbenz. Ésta fue durante la guerra fría la excusa estadounidense para provocar golpes militares en Latinoamérica. El gobierno de Árbenz denunció el complot internacional para quitarlo del poder. Decretó entonces la suspensión de las garantías constitucionales y comenzó una persecución a los opositores del gobierno.

Con el apoyo de los Estados Unidos, el Teniente Coronel guatemalteco Carlos Castillo Armas invadió su propio país con tropas pertrechadas por Estados Unidos. La invasión fue respaldada por cuatro aviones norteamericanos que ganaron la guerra psicológicamente. Árbenz no contó con el apoyo del ejército, por el hecho de que los había marginado co-gobernado y siendo influenciado por el Partido Guatemalteco del Trabajo PGT (Comunista).

Toda esta operación llegó a su fin cuando la noche del 27 de junio de 1954, Arbenz fue obligado a renunciar a la presidencia y a exiliarse.
Un testimonio de los días de la renuncia de Árbenz y de su asilo en la Embajada de México, quedó registrado en la novela “Hombres con Alas de Cera” de Óscar René Cruz Oliva.

Golpe de Estado de 1954

El golpe de Estado que estremeció a Guatemala en 1954 fue una operación encubierta, llamada PBSUCESS (Criptónimo CIA), organizada por la CIA estadounidense para derrocar a Jacobo Arbenz Guzmán, el Presidente de Guatemala democráticamente electo.
Marco histórico

El gobierno de Arbenz presentó una serie de reformas que la “inteligencia estadounidense” consideró como comunistas y las atribuyeron a la influencia soviética. Entonces impulsaron el temor a que Guatemala se convirtiese en lo que Allen Dulles llamó “una cabeza de playa soviética en América” (posición enemiga para la invasión). Estas acusaciones repercutieron en la CIA y la administración de Eisenhower, durante la era anticomunista del Macarthismo. Principalmente el presidente Arbenz promulgó una reforma agraria que perjudicaron a la multinacional norteamericana United Fruit Company, con intereses en la oligarquía guatemalteca e influencia, a través de grupos de presión, en EE. UU.

La operación, que apenas duró de finales de 1953 a 1954, estaba planeada para armar y entrenar para tomar el país a un “Ejército de liberación” de aproximadamente 400 rebeldes bajo el mando del oficial exiliado del ejército guatemalteco Coronel Carlos Castillo Armas coordinándolo con una compleja artimaña diplomática, económica y propagandista mayormente experimental. La invasión fue precedida desde 1951 por un plan, bautizado PBFORTUNE, para financiar y suministrar armas y provisiones a las fuerzas opositoras al presidente.

Tras la invasión estaba la Operación PBHISTORY con el objetivo de dedicarse a reunir documentos gubernamentales para incriminar a Arbenz de ser un títere comunista.

La invasión

A las 20:00 del 18 de junio las fuerzas del coronel golpista Castillo Armas cruzaron la frontera. Divididas en cuatro grupos, de unos 480 fuertes soldados entraron a través de cinco puntos a lo largo de la frontera hondureña y salvadoreña, para simular mayor número de soldados de un amplio frente y para reducir la posibilidad de que toda la tropa entera se encaminara por un único camino desfavorable. Además de estas tropas regulares, diez saboteadores entrenados en Estados Unidos fueron delante explotando los puentes claves y cortando las líneas de telégrafo.

Todas las fuerzas de invasión fueron instruidas para reducir al mínimo encuentros reales con el ejército guatemalteco, para muchos motivos, pero sobre todo para evitar la imagen del ejército nacional contra los invasores. El desarrollo entero de la invasión fue expresamente diseñado para sembrar el pánico y dar la impresión de probabilidades insuperables para atraer la población y a los militares a su lado, antes que derrotarlos. Durante la invasión, la propaganda radiofónica transmitía falsos informes de enormes fuerzas que se unen la población local en una revolución popular.

Casi inmediatamente, las fuerzas de Castillo Armas se veían frente al fracaso decisivo. Invadiendo a pie y obstaculizados por el pesado equipo.

Esto debilitó el impacto psicológico de la invasión inicial, pues los guatemaltecos comprendieron que no había peligro inmediato. Uno de los primeros grupos que llegaron a su objetivo, 122 rebeldes que pretendían capturar la ciudad de Zacapa, fueron aplastados por un pequeño contingente de treinta soldados del ejército guatemalteco, solo 28 rebeldes evitaron la muerte o captura. Una derrota mayor sobrevino al grupo de 170 rebeldes que emprendieron la tarea de capturar la protegida ciudad costera de Puerto Barrios. Después de que el jefe de policía descubriese a los invasores, rápidamente armó a trabajadores portuarios locales y los asignó papeles defensivos. En cuestión de horas casi todos los rebeldes fueron muertos o cautivos, el resto huyó a Honduras.

Tras tres días dos de los cuatro grupos golpistas de Castillo estaban vencidos. Intentando recuperar el ímpetu, Castillo ordenó un ataque aéreo sobre la capital al día siguiente, que fracasó puesto que solo un avión logró bombardear una pequeña cisterna de petróleo, creando un fuego menor sofocado en 20 minutos.

Después de estos fracasos rebeldes, el presidente Arbenz mandó a su comandante militar que permitiese a los rebeldes adentrarse en el país. Arbenz y su comandante principal no temían el ejército rebelde pero estaban preocupados de que si eran aplastados darían un pretexto para una intervención abierta militar yanqui, como en otros países. Este miedo acobardó a la clase oficial, quitando el deseo contratar y derrotar la diezmada tropa de Castillo.

La presencia de fuerzas de asalto anfibias estadounidenses extendió el rumor de un desembarco de marineros estaodunidenses en Honduras. El miedo retornó a Arbenz, y esta vez temió que los oficiales intimidados y pactaran con Castillo. Su miedo se confirmó y una guarnición entera del ejército se rindió ante Castillo unos días más tarde en la ciudad de Chiquimula. Arbenz convocó su gabinete para explicar que el ejército estaba en la rebelión y el 27 de junio Arbez anunció su renuncia.

Fuentes: Diversos medios de comunicación alternativa en internet.

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