No es cierto que producto de cualquier movimiento huelguístico en la Imprenta Nacional, se generen atrasos con la confección del material electoral pues, como se ha visto en el pasado, los trabajadores y las trabajadoras siempre han dado su mejor esfuerzo para cumplir con los plazos establecidos por el Tribunal Supremo de Elecciones (TSE); incluso, cuando ha habido algún movimiento en pro de mejoras de este personal trabajador, se han redoblado esfuerzos para poner al día la producción y se ha salido de éste y otros compromisos en el tiempo requerido.
Las papeletas electorales nunca han estado en riesgo en la Imprenta Nacional por ninguna circunstancia. Es más, inclusive, siempre se ha entregado dicho material hasta con 15 días de anticipación de la fecha prevista de entrega, lo cual demuestra la seriedad y la eficiencia de esta institución y sus trabajadores y sus trabajadoras a lo largo del tiempo, donde nunca se ha perdido ni siquiera una sola papeleta, garantizando la transparencia del proceso en dicha institución.
La seguridad jurídica y física que brinda la Imprenta Nacional, como Imprenta Oficial del Estado costarricense, es insustituible por otra de carácter privado. Una imprenta privada no podría dar esa certeza jurídica, puesto que durante el proceso de confección del material electoral, la Imprenta Nacional es “absorbida” por el TSE el cual realiza todos los controles de seguridad, vigilancia y supervisión durante el tiempo que dicho material se encuentre en la imprenta oficial del Estado, Nada ni nadie se mueve sin autorización del TSE. Su propio personal se somete a esos rigurosos procedimientos de seguridad. Difícilmente, es prácticamente imposible que en una imprenta privada, se esté en disposición de alterar y/o de detener su giro comercial cotidiano (con reducción de potenciales ganancias incluidas), para someterse a tal proceso de seguridad.
En el anterior proceso electoral, los trabajadores y las trabajadoras de la Imprenta Nacional tuvieron que ir a un movimiento en aras de que se respetara lo pactado en la Convención Colectiva de Trabajo; proceso que marcó el inicio de negociaciones con las autoridades del gobierno anterior, aceptándose, posteriormente, suspender todo movimiento en aras del proceso electoral. Esto llevó al surgimiento, luego de las elecciones, de una huelga de nueve días a finales de la administración anterior e inicio del actual Gobierno, para finiquitar la misma; es decir, el movimiento huelguístico se dio en mayo, mes en el cual, como todos sabemos, el TSE no confecciona papeletas.
Por último, nos parece temerario afirmar que en el venidero proceso electoral municipal, el colectivo laboral de la Imprenta Nacional harán huelga, pues se parte de un supuesto que no vislumbramos nosotros, como organización laboral representativa. Por el contrario, como representantes de los trabajadores y de las trabajadoras, sentimos que se busca aprovecharse de esta circunstancia para buscar privatizar la confección del material electoral, lo que nos parece un chantaje del más barato. No existen razones ni hechos comprobados para acusar a la Imprenta Nacional ni a su personal de “retrasos” o riesgos que nunca han ocurrido en el pasado y que nos atrevemos a afirmar, categóricamente, no ocurrirá en el futuro, dado el alto grado de conciencia cívica del grupo de trabajadores y de trabajadoras de la Imprenta Nacional que tenemos el privilegio de representar.
San José, lunes 16 de agosto de 2010.
Albino Vargas Barrantes
Secretario General ANEP
Edgar Morales Quesada
Secretario General Adjunto ANEP
Guillermo Murillo Castillo
Responsable ANEP- Imprenta Nacional
Unidad de Desarrollo Organizacional (UDO)