Recientemente, se ha informado que hace pocas semanas hubo un aumento salarial para un grupo reducido de trabajadores de ARESEP, entre los que está la clase gerencial, que es mayor al 2,33% que el Poder Ejecutivo decretó para el resto del sector Público en el primer semestre de 2011.
Uno se pregunta: ¿con qué moral se le pide a la población trabajadora del resto del sector Público y, en general, a toda la clase trabajadora del país que acepten un aumento de menos del 3% cuando en ARESEP, unos pocos, 8 empleados, disfrutan las mieles de aumentos que en algunos casos llegan hasta el 10,13%?
Dos regímenes salariales
El artículo 55 del Reglamento de Trabajo de ARESEP creó dos regímenes generales de salarios para su personal. El más antiguo es el de salario base más pluses, donde se encuentran 112 funcionarios de ARESEP. Los aumentos salariales de este régimen son los mismos que semestralmente decreta el Poder Ejecutivo para el Servicio Civil. Estos trabajadores recibieron un aumento de 2,33% en el primer semestre de 2011. Es digno de mencionar que el salario base de todos y cada uno de estas personas trabajadoras está por debajo del que paga el Servicio Civil para el sector Público costarricense, por lo que en términos prácticos reciben un salario menor al establecido por ley. Esta verdad se oculta.
El otro régimen salarial, creado en 2009, es el de salario global. A él pertenecen 84 funcionarios. En este régimen no existen componentes como en el otro. Sin embargo, cuando se fijaron por primera vez estos salarios, se usó el salario base de cada categoría salarial del otro régimen y se le añadieron estos elementos: porcentaje de prohibición, 17 anualidades de 3%, y el equivalente a los puntos de carrera profesional de una licenciatura universitaria. Una vez hecha esa primera fijación, el salario global para cada categoría de empleo comenzó a ajustarse con base en una encuesta salarial semestral privada de la empresa Price Waterhouse Coopers. Según esta encuesta, algunas categorías salariales de ARESEP más bien bajaron, por lo que su salario global se congeló para el primer semestre de 2011.
¿Quienes se llevaron la mayor tajada?
Como siempre ocurre, quienes salieron más beneficiados con el aumento son los puestos gerenciales: los directores generales ganarán 10,13%, con un salario cercano a 3,5 millones por mes. El gerente general vio aumentado su salario en 8,74%, para un salario de casi 4,4 millones. Estos son los hombres más cercanos y de entera confianza del regulador general.
¿Cómo se hizo el aumento? La fijación de incrementos salariales para un grupo minoritario de empleados, entre los que se encuentra la clase gerencial, es un hecho notoriamente irregular porque quien debía aprobar ese aumento era la junta directiva de ARESEP y no el regulador general. En anteriores fijaciones del mismo tipo así se ha hecho, pero esta vez se saltó ese requisito para evitar su posible rechazo.
El funcionario que tiene a su cargo toda la política salarial de ARESEP ha sido abiertamente cuestionado por la Fiscalía del Colegio de Profesionales en Ciencias Económicas por ejercer un cargo mediante un nombramiento ilegal, para el cual no tiene la acreditación ni las competencias necesarias. A pesar de eso, es la persona que prepara los estudios para aumentar los salarios en la forma en que se ha hecho. Ese funcionario curiosamente goza del respaldo incondicional del regulador y del gerente general.
¿Quienes resultarán perjudicados? Ciertamente hay muchos trabajadores afectados, pero el definitivo gran perdedor de la política salarial de ARESEP son los usuarios. En primer lugar, cuando hay tanta injusticia en materia de salarios y la función que desempeñan los trabajadores es muy importante desde el punto de vista económico, cabe la posibilidad de que se presente la corrupción.
En segundo lugar, ante la falta de incentivos salariales adecuados, los más competentes trabajadores buscarán otras opciones de empleo y ARESEP se expone a perder a sus mejores especialistas en regulación, con lo cual la calidad y exigencia técnica de la regulación se debilita y esto lo aprovechan las empresas reguladas para pedir mayores aumentos de tarifas por servicios públicos.
En tercer lugar, la estabilidad del personal a través del tiempo se ve seriamente comprometida por los graves errores en los incentivos salariales. Esto implica que las inversiones en formación y capacitación del personal se perderán y serán aprovechadas por las empresas que contraten a los trabajadores que buscan mejores oportunidades de empleo.
En resumen, sin duda alguna la política salarial de ARESEP parece estar orientada a debilitar el proceso técnico de regulación en perjuicio de los usuarios de los servicios públicos y en beneficio de las empresas reguladas. Y nosotros, los ciudadanos pobres, los y las de a pie, los y las de abajo, estamos pagando un canon de regulación para que nos perjudiquen. ¡Basta de la burla!
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