Visitamos recientemente los cantones de Los Chiles y San Carlos, en compañía de compañeros de ANEP y la diputada Carmen Muñoz, para constatar denuncias por daños ambientales y violaciones a los derechos en las plantaciones piñeras. Lamentablemente pudimos comprobar que en varias fincas de la Zona Norte todavía no han entrado en vigencia las Garantías Sociales ni el Código de Trabajo, y se viven condiciones de verdadera esclavitud.
En los Chiles nos reunimos con trabajadores despedidos por afiliarse a la ANEP, agricultores, líderes comunales, vecinos y el alcalde, quienes expusieron graves irregularidades en las fincas piñeras del cantón. Nos hablaron sobre las prácticas de explotación que realizan las empresas piñeras con trabajadores migrantes indocumentados. Exposición a químicos tóxicos sin protección, jornadas de 14 horas con salarios de menos de 4 mil colones al día, incumplimiento en el pago de horas extras, ausencia de afiliación a la CCSS. Muchas fincas utilizan contratistas, para no reportar trabajadores en planilla.
Cuando la CCSS, el Ministerio de Salud o la Inspección Laboral visitan las fincas, las empresas esconden a los trabajadores indocumentados y los inspectores se van “_contentos_”. Los vecinos consideran que en estos casos tiene que haber negligencia o corrupción, pues hay fincas que producen volúmenes de piña que requieren más de 200 trabajadores, pero solo tienen 20 o 30 reportados en planilla ante la CCSS. Basta con cruzar los datos de la CCSS con la fruta exportada, para saber que algo anda mal.
En Pavón (Los Chiles) visitamos dos de las fincas donde se han presentado más denuncias: Bana Internacional Arero y Finca 11. Allí pudimos conversar con personas que fueron amenazados con el despedido, si se afiliaban al sindicato. Pudimos observar además, quebradas deforestadas, aterradas con sedimentos y donde no se respetaron las áreas de protección.
En San Carlos visitamos las fincas Agromonte (Boca Arenal) y Monte Providencia (Las Nieves de Santa Rosa de Pocosol). En la primera la empresa intentó sabotear la reunión. No pudieron. Poco a poco los trabajadores se fueron acercando. Al final realizamos un mitin en la entrada de la empresa con más de 60 trabajadores. Recibimos denuncias por recortes y rebajos injustos de salarios, falta de pago de horas extras, cambios abusivos de labores, traslado al trabajador del riesgo empresarial y despidos discriminatorios por el solo hecho de afiliarse al sindicato. Incluso conversamos con personeros del “comité permanente”, quienes dijeron no querer ser cómplices de tanto abuso.
En Las Nieves de Pocosol no solo estuvo repleto el salón comunal con trabajadores afiliados al sindicato. También se hizo presente la comunidad. Una vez más recibimos repetidas denuncias por violaciones a los derechos laborales. Conversamos con un muchacho de 20 años que regresa todos los días del trabajo empapado de químicos tóxicos o con una muchacha que terminó su jornada bañada en sangre porque le vino la menstruación y no la dejaron ir a ponerse una toalla sanitaria. Se denunciaron las afectaciones que sufren en su salud por las fumigaciones con químicos tóxicos y la destrucción que hacen los camiones de la piñera del camino del pueblo.
El Frente Amplio denunciará hasta sus últimas consecuencias todas estas violaciones a los derechos humanos. Lo haremos a nivel nacional e internacional. Nos aseguraremos que quienes compran las piñas de la ira, sepan lo que está pasando en estas fincas. Denunciaremos a los empresarios irresponsables y a los funcionarios del Ministerio de Trabajo que callan sistemáticamente ante tantas atrocidades.