Gracias a las convicciones democráticas del Diario Extra, en el campo del respeto a la Libre Expresión, ANEP publica, semanalmente, en días miércoles, esta columna.
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“Para el Gobierno de Costa Rica no hay, ni puede haber, concesiones en la protección de los derechos de los trabajadores”. (…) “Antes bien, deseo expresar aquí el compromiso de mi Gobierno, no sólo con la preservación y regulación del derecho de la convención colectiva, sino también con la aprobación de una reforma laboral que agilice los procesos judiciales para tutelar los derechos de los trabajadores”. (…) “Quiero que Costa Rica continúe siendo, ante todo, un país de derecho, en el que se respeten siempre las decisiones de los tribunales, pero en el que también éstos se encarguen de hacer realidad el principio de justicia pronta y cumplida para todos los trabajadores”.
Tres años después, usted no ha cumplido su palabra, señor Presidente y Costa Rica continúa deshonrando su pertenencia a la OIT. El Gobierno le miente a este organismo internacional, con el cual tiene cuatro compromisos pendientes:
a) Aprobación legislativa del proyecto de ley 13.475 para, entre otros aspectos, proteger más el derecho constitucional de libre sindicalización, especialmente en la empresa privada.
b) Aprobación de la reforma procesal laboral y así impulsar el principio de justicia pronta y cumplida para la clase trabajadora (expediente legislativo 15.990).
c) Ratificación de los convenios 151 y 154, que posibilitan la negociación colectiva de trabajo como la define OIT.
Y d) Una reforma constitucional en esta materia de negociación colectiva.
Señor Presidente: Su Ministro de Trabajo y Seguridad Social, el Lic. Francisco Morales Hernández, don_ “Chico”_, es también responsable del engaño que el país le hace a la OIT. Don “Chico” “olvidó” (curiosamente), mencionar en su columna periodística de ayer, lunes 1 de junio, publicada en este medio, que dentro de los “Compromisos OIT” (así tituló él su comentario), está el proyecto de ley 13.475, para mayores garantías al trabajador en cuanto a la libre sindicalización. Don “Chico” tampoco está jugando limpio ante la OIT, pese a que con fecha 27 de enero de 2009, le envió una carta al Ministro de la Presidencia, Lic. Rodrigo Arias Sánchez, pidiéndole al Gobierno agilizar la tramitación parlamentaria de esos compromisos pendientes con la OIT, especialmente el proyecto 13.475.
En su carta a don Rodrigo Arias Sánchez, don “Chico” dijo esto: “Así las cosas y teniendo en cuenta los problemas apuntados por la OIT, en atención a reiteradas denuncias incoadas por organizaciones sindicales nacionales e internacionales, contra el Gobierno de Costa Rica, para el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social y en general, para el Gobierno de Costa Rica, sería de gran interés y conveniencia, iniciar un debate en sede legislativa, con miras a una eventual aprobación de los proyectos normativos citados”. Más claro no canta un gallo. Pero molesta profundamente que don “Chico”, ahora, pretenda engañar, confundir, manipular, a la fracción parlamentaria oficialista sobre la obligatoriedad del país de convertir en ley ese proyecto 13.475, cuando él mismo sabe que este proyecto es parte de la deuda de Costa Rica con la OIT.
Usted, señor Presidente, tiene una deuda política, moral y legal con Ricardo Herrera Porras, Rebeca Mena Mena, Disney Martin Mena Mora, Daniel Brenes Brenes, Oscar Ampié González, Sergio Vanthorn Brenes, Juan José Flores Salazar, Alexander Torres Benavides y William Cordero Múñoz, a quienes usted no conoce. Son personas trabajadoras de la seguridad privada que estaban trabajando para la firma Consorcio de Información y Seguridad S. A. Ellos perdieron su empleo, por la sencilla razón de que decidieron ampararse en el artículo 60 de la Constitución Política y se organizaron sindicalmente para la defensa de sus intereses económico-sociales.
Pero ellos no son los únicos en sufrir el despido antisindical. Todos los días pasa y en los más diversos sectores productivos. Hay que parar esto. Si el proyecto 13.475 ya fuera ley de la República, estas personas trabajadoras no habrían sido despedidas por querer sindicalizarse y lo que usted le dijo a la OIT, hoy hace tres años, les hubiera servido para su defensa. Pero, todavía usted está a tiempo, señor Presidente, de honrar su palabra, aunque ahora su propio Ministro de Trabajo, don_ “Chico”_, crea que es posible seguirle mintiendo a la OIT. Al menos, señor Presidente, dígale a sus diputados que ese proyecto debe ser votado y convertido en ley de la República.