Los «buenos» y los «malos»

Estar del lado de los “buenos” es no generar contradicciones a las políticas del régimen; seguir el camino que indica la opinión del periódico la nación; justificar el golpe de Estado ocurrido en Honduras, odiar a Chávez, Morales, Lula y Ortega, ahora a Zelaya; creer en el pensamiento único, venerar el libre mercado, reverenciar a las corporaciones transnacionales, destruir el Estado Social Democrático, en síntesis ser neoliberal.

Un político clasificado como “malo” es un ser peligroso quien genera contradicciones a las políticas del régimen; piensa diferente a la nación; reconoce el pluralismo y cree en un mercado regulado para garantizar la distribución y el bienestar del mayor número; apoya un Estado Social Democrático de Derecho; apoya la estructura productiva nacional, ¡ah, y condena el golpe de Estado! en síntesis, es socialdemócrata.

Los políticos tradicionales como quieren guindarse del poder sin desprendimiento alguno, le tienen pavor a ser clasificados como malos y corren a declararse públicamente neoliberales, como lo son, o lo que es lo mismo no antineoliberal. Hay que limpiar toda mancha y lavarse el alma contaminada, no dejar duda; utilizar un vocabulario engañoso para cuando dice Juana, se entienda su hermana.

Imagínense ustedes que don Ottón Solís sea señalado por el régimen de los Arias como un chico “malo”, “peligroso” para el régimen porque pudiera poner en riesgo el sistema de libre mercado de la ideología neoliberal, o pudiera entorpecer la destrucción del Estado Social Democrático y así lo difunda el periódico la nación. Eso sería una catástrofe para su interés de ser Presidente de la República, le daría un “patatús”.

Para don Ottón no fue difícil confesar en el programa “La hora que ortiga” en el cual se declaró “no antineoliberal” (sea neoliberal), y en el periódico la Extra (enero 2009), hace suya la campaña del miedo, señala unas propuestas y para financiarlas propone meter miedo, dice “… un paquete así se hace y se va al mundo a pedir ayuda … porque les decimos que si no nos ayudan vamos a tener que ir donde Chaves(sic)…”, Pero no dice quienes son el mundo y a quienes piensa asustar con el Presidente de Venezuela,

Sigue blandiendo el instrumento del miedo y sin indicar cuales países, dice “Si algo le da pánico a los países es que la crisis lleve a que empiecen a elegir Chaves(sic)” y de seguido agrega “… si nosotros (¿los neoliberales?) No mantenemos los niveles de empleo vamos a tener situaciones delicadas, vienen las elecciones, cuidado surge un Merino o alguien que les parezca peligroso…”, supone peligros a alguien que no sea él. Y termina “… con eso Costa Rica puede conseguir plata regalada … para tener a Costa Rica de este lado …” ¿De cuál lado será, don Ottón?

Muy bien define don Ottón ese escudo que toma para protegerse que lo tilden de “malo”, de “peligroso” de “antineoliberal”, etc. Estando de “este lado” protege su temor de ser así considerado por el régimen. De paso, para descalificar adversarios en la política como “malos y peligrosos” por no ser neoliberales. ¡Que lástima! Conceptos de la política del miedo dignos del memorando Casas-Sánchez.

En absoluta concordancia y coherencia de pensamiento, don Alberto Cañas toma el mismo camino de la descalificación de todos los partidos que no sean el PLN, el ML y el PAC, y que no habrá coalición porque ellos son el único partido de oposición y así confirmado por el régimen y el periódico la nación. Ambos buscan hacer desaparecer el pluralismo político, las diferencias ideológicas y comienzan a imponer un pensamiento único.

En este sentido el periódico la nación dirige el proceso de construcción de un nuevo bipartidismo, esta vez neoliberal, y no esconde su intención financiando a la candidata de la “Dictadura en Democracia” y promocionando al PAC, fuerza política que califica de “única oposición legítima”, nombrándola desde ese momento la nueva y única fuerza política con mérito para formar la dualidad del nuevo bipartidismo con el PLN, precisamente porque no genera contradicción ideológica.

Esta expectativa de pertenecer legitimado a esa estructura de poder, hace que don Ottón Solís y don Alberto Cañas no quieran coalición con partidos que si son antineoliberales por ser socialdemócratas, y podrían generar contradicciones antagónicas en ese aparato de poder. Tratan de descalificar a esas organizaciones que si harán causa común para enfrentar las elecciones de 2010.

Pero, además, supongo que alguien debe haber asustado sobremanera a don Alberto y afectado por el susto en su racionalidad, utiliza el miedo para intimidar y engañar a la población. Igual que don Ottón mete miedo y con desahogo manifiesta “pero ¡por Dios! ¿quién es Hugo Chávez?, Un militarote, ignorante, burdo, malcriado, irrespetuoso, golpista, antidemocrático…”

Con odio descalifica a otros, como don Ottón lo hace con Merino, “Zelaya está como loco” se cree que “es sagrado aunque haya sido un pésimo presidente, aunque sea un aliado de Hugo Chávez (el presidente de Venezuela) y Fidel Castro y de (Daniel) Ortega, vea qué amigos”, agrega en estas declaraciones “ojalá se vuelen al loco de Venezuela”. Estilos de descalificación prontos a utilizar en el proceso electoral.

Aquí lo que interesa es señalar el uso del miedo en la política, como lo hace el PLN, don Ottón y don Alberto quieren dejar muy claro ante sus amigos de la nación y del régimen de los Arias que ellos son de los “buenos”, son neoliberales aunque utilicen un vocabulario engañoso. Dios los hace y el diablo los junta en el Comité Ejecutivo Nacional del PAC.

*Politólogo.

Fuente: elpais.cr | 09/07/2009

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